El resultado de las elecciones regionales del domingo en España no desbloqueará una situación anómala que podría seguir prolongándose aún más.
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Cuando en 1814 se reinstauró en España la monarquía de Fernando VII, un grupo de parlamentarios le pidió que volviera al absolutismo a través del que se conoció como "Manifiesto de los persas", porque empezaba así: "Era costumbre de los antiguos persas pasar cinco días en anarquía después del fallecimiento de su rey, a fin de que la experiencia de los asesinatos, robos y otras desgracias les obligase a ser más fieles a su sucesor". España no lleva cinco, sino 250 días con un Gobierno provisional.
El desgobierno, sin embargo, no está dibujando un panorama tan desolador como ese de "asesinatos, robos y otras desgracias". De hecho, los datos económicos continúan su lenta recuperación e incluso desde Podemos, el partido que más duramente ha atacado al Gobierno de Mariano Rajoy, ven algunas ventajas en el hecho de que su gabinete sea provisional: al menos han aparcado, dicen, temporalmente y por motivos electoralistas, los recortes presupuestarios y la política de austeridad. ¿De verdad hace falta un Gobierno?, podríamos preguntarnos.
Aparte del descontento popular, hay también, no obstante, otros motivos para desear que se forme gobierno pronto, como las dificultades precisamente para aprobar unos presupuestos generales del Estado. O las amonestaciones desde Bruselas para acabar con esta situación. Bélgica, por cierto, estuvo largo tiempo con un gobierno interino, algo que ya suponía una anomalía en la Unión Europea.
Las elecciones de este domingo en Galicia y el País Vasco habían centrado, momentáneamente, el debate nacional a la espera de si podían propiciar un desbloqueo de la situación. A través de una negociación del tipo: "nos dejáis gobernar en Madrid y os dejaremos gobernar en tal o cual región". El mal resultado electoral en ambas Comunidades Autónomas de los socialistas de Pedro Sánchez (en la imagen) ha alejado esta posibilidad.
Cuando se diseñó el sistema electoral español después de cuarenta años de dictadura, se trató de evitar la ingobernabilidad que vivía, por ejemplo, el sistema parlamentario italiano, instaurarando un bipartidismo de alternancia en el poder en el que, sin embargo, tuvieran representación los independentistas de algunas regiones. Para ello, se estableció un sistema de atribución de escaños que favorecía a los partidos más votados (dándoles un porcentaje de representantes mayor que el de votos obtenidos). Y un sistema de circunscripciones electorales basados en la provincia (hasta entonces una demarcación territorial usada para la administración de Justicia).
Los nuevos partidos como Podemos o Ciudadanos querían acabar con ese bipartidismo. Que las decisiones, las leyes y los gobiernos tuvieran que pactarse. Y lo que han demostrado, hasta ahora, es que han sido incapaces de hacerlo. Si el Parlamento español no vota a favor de la investidura presidencial antes del 31 de octubre, el país tendrá que celebrar nuevamente elecciones. Las encuestas vaticinan que, en ese caso, el Partido Popular de Mariano Rajoy volvería a ganar, sin mayoría pero mejorando sus resultados. Tantos días sin Gobierno, como en el caso de los antiguos persas, empiezan a surtir efecto.
Elecciones del 26-J en España: los candidatos
El 26 de junio de 2016 España celebra elecciones parlamentarias después de los comicios del pasado diciembre, cuyos resultados no permitieron formar Gobierno. DW repasa los cuatro principales partidos y sus candidatos.
Imagen: picture-alliance/dpa
Mariano Rajoy, candidato del Partido Popular
Mariano Rajoy preside el Partido Popular y el actual Gobierno en funciones. Criticado, entre otras cosas, por sus silencios y sus rodeos, a la larga su estrategia parece haberle dado resultado, ya que las últimas encuestas lo dan por ganador, aunque lejos de una mayoría absoluta que lo permita gobernar.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Walschaerts
Partido Popular
Golpeado por los escándalos de corrupción, la lenta salida de la crisis, la gestión de la cuestión catalana y la irrupción de nueva savia en el panorama político, el PP perdió el pasado 20-D la holgada mayoría absoluta de la que gozaba tras las elecciones de 2011. Las encuestas vuelven a darlo vencedor el próximo 26-J, pero pierde escaños respecto a diciembre.
Imagen: Reuters/M. del Pozo
Pedro Sánchez, candidato del Partido Socialista Obrero Español
Político y profesor de Universidad, Sánchez es la cara renovada de un PSOE que no ha sabido convencer al electorado más joven. Trató de convertirse en un Obama a la española, pero le falta carisma y le sobra rigidez. Cuestionado su liderazgo dentro de su propio partido, Sánchez se opone tajantemente a llegar a un acuerdo de coalición de gobierno con el PP.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Campos
Partido Socialista Obrero Español
El PSOE hace hincapié en su programa social para hacerse con el electorado de centro-izquierda, pero ese lugar que por tradición le corresponde, ahora se lo disputa Unidos Podemos, la fusión del grupo de Pablo Iglesias con la izquierda histórica española. Las encuestas pronostican que el "sorpasso" se producirá el 26-J y el PSOE se verá desbancado del segundo lugar como fuerza más votada.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Morales
Pablo Iglesias
Según las encuestas más recientes, Pablo Iglesias es, junto con Mariano Rajoy, el líder peor valorado. Su espontaneidad, cierta altanería y la inexperiencia mostrada en la gestión de las negociaciones tras las elecciones del 20-D han hecho descubrir al electorado nuevas facetas del líder de Podemos desconocidas a pesar de sus múltiples aparaciones mediáticas.
Imagen: Reuters/J. Medina
Unidos Podemos
Todo parece apuntar a que será la segunda fuerza más votada. La integración de la tradicional Izquierda Unida, liderada por Alberto Garzón, con la novedosa pujanza de Podemos, podría reunir votos suficientes como para llegar a pactos poselectorales que le permitan formar parte de un Gobierno alternativo al de Rajoy.
Imagen: picture-alliance/Pacific Press/J. Sanz
Albert Rivera, líder de Ciudadanos
Es un político joven que no acaba de ganarse la completa confianza del electorado. A pesar de estar al frente de un partido de liberal, Rivera se niega, llegada la posibilidad, a compartir Ejecutivo con Rajoy. De origen catalán, la vocación de Rivera es unionista. Su liderazgo dentro de Ciudadanos es indiscutible.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Lizon
Ciudadanos
La campaña actual de Ciudadanos se centra en conseguir los escaños necesarios para que su apoyo sea decisivo en las negociaciones poselectorales. Sus promesas tratan de conquistar a los indecisos y a la clase media con el programa económico de Luis Garicano, profesor de la London School of Economics. Ciudadanos siembra la semilla liberal en el país.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/O. Gonzalez
¿Rivera, Sánchez, Rajoy o Iglesias?
El lunes 13 de junio se celebra el único debate protagonizado por los cuatro líderes de la campaña, algo que no fue posible en las elecciones anteriores, ya que, en lugar de Rajoy, en aquella ocasión acudió la vicepresidenta de Gobierno, Soraya Sánchez de Santamaría.