Los derechos humanos más básicos son pisoteados en muchos lugares del mundo. Por ser un país próspero y estable, Alemania debe servir de ejemplo y sobresalir como defensora de los mismos, opina Astrid Prange de Oliveira.
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A estas alturas, cabe preguntarse si la Declaración Universal de los Derechos Humanos ha terminado por convertirse en un mero apéndice de la política internacional, sin función concreta alguna. ¿Ha perdido credibilidad la Carta de la Conciencia Mundial, leída en voz alta por Eleanor Roosevelt ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948? De cara a los crímenes de guerra que se perpetran frente a nuestros ojos en Alepo, es tentador responder a esa pregunta con un "sí”.
¡La Tierra arde! Una noticia espantosa siga a la otra: el hambre en Siria, la guerra en Yemen, el terror en Nigeria, el desmontaje del Estado de derecho en Turquía y también en el corazón de Europa, en Polonia y Hungría. La lista de las violaciones de los derechos humanos alrededor del mundo ha adquirido una longitud espeluznante.
La dignidad humana es intocable
Estos dramáticos sucesos se reflejan también en Alemania. Los redactores de la Ley Fundamental para la República Federal de Alemania, como es llamada su Constitución, incluyeron la afirmación principal de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en ese documento. Su primer artículo reza textualmente: "la dignidad humana es intocable. Respetarla y protegerla es el deber de todos los poderes del Estado”.
No obstante, la dignidad humana es igualmente vulnerable en territorio alemán: las residencias de refugiados arden, los atentados terroristas siembran el miedo, comentarios cargados de odio proliferan por todas partes y el racismo se intensifica. Y estas tendencias no surgieron en otoño de 2015, cuando el país recibió a cientos de miles de solicitantes de asilo. Hace veinte años ya se le prendía fuego a los edificios habitados por inmigrantes y refugiados.
El Instituto Alemán para los Derechos Humanos hizo alusión a estos déficits en su reporte más reciente y le recomendó a la clase política de Berlín que no se limitara a acusar recibo de la información, sino que hiciera más por poner coto a estos peligrosos acontecimientos. Y es que la defensa de los derechos humanos comienza en casa. Hace un año, el Gobierno federal demostró que los derechos humanos son un elemento integral de la política alemana cuando acogió a los refugiados.
Alemania necesita ser convencida a diario
Pero aún después de ese enorme esfuerzo humanitario, la élite política germana debe invertir más energía en hacer labor de convencimiento entre sus compatriotas. Una porción de la población parece no tener claro que los derechos humanos aplican para todos los habitantes del país. La protección y el ejercicio de los mismos deben ser reivindicados a diario frente a los alemanes y a los extranjeros. El respeto de los derechos humanos es una prueba de fuego permanente para las sociedades democráticas.
Está claro que desarrollar una política de derechos humanos coherente es una utopía. Eso se debe, para empezar, a que los conflictos internacionales son muy complicados; las guerras, asimétricas; y los intereses económicos, muy difíciles de reconciliar. En términos de política exterior, para Alemania y el resto de la Unión Europea va a resultar muy cuesta arriba reinstaurar la credibilidad perdida en su tratamiento de los derechos humanos. Mientras Occidente critique la situación de los derechos humanos en Cuba y calle sobre los ajusticiamientos masivos en China, políticos como Vladimir Putin y Recep Tyyip Erdogan seguirán teniéndola fácil.
Larga lista de pecados
Por si fuera poco, el Gobierno alemán contradice sus valores y su perspectiva del mundo con su política exterior. La lista de pecados es larga: va desde el controvertido pacto entre la Unión Europea y Turquía hasta los contratos de exportación de armamento hacia Arabia saudita, pasando por la negativa de ofrecerle asilo al whistleblower Edward Snowden.
Alemania sólo tiene una opción para salir de esta frustrante discordancia: dar un buen ejemplo, por lo menos en su territorio. El deber de obedecer el artículo 1 de su Constitución nunca debe tener un rango secundario ante el clamor de la austeridad, o ante las concesiones políticas, o ante las ofertas populistas con que los partidos nacionales intenten sacar ventaja los unos frente a los otros. Para la imagen de Alemania en la escena global, el enaltecimiento y la protección de los derechos humanos es una cuestión existencial. Fue sólo arguyendo explícitamente su compromiso con los valores de la libertad, la justicia y la paz que Alemania se levantó de las ruinas que dejó la Segunda Guerra Mundial.
Astrid Prange de Oliveira
Tus derechos como humano
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es válida para todos los Estados miembros de las Naciones Unidas. Pero aún queda un buen trecho por andar hasta que la Declaración sea aplicada a escala mundial.
Imagen: Fotolia/deber73
Los mismos derechos para todos (Artículo 1)
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.” La Asamblea General de Naciones Unidas aprueba el 10. de diciembre de 1948 la Declaración Universal de Derechos Humanos. La declaración formula una idea clara, pero para que sea realidad en todo el mundo queda aún un largo camino por andar.
Imagen: Fotolia/deber73
Tener derechos y ejercitarlos (Artículo 2)
Todos los derechos y todas las libertades son valen para todas las personas, “sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. Sin embargo no es posible reclamar estos derechos de manera internacional.
Imagen: dapd
Derecho a la vida y a la libertad (Artículos 3,4,5)
“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.” (3) “Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre.” (4) “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.” (5) Amnistía Internacional ha recibido en los cinco últimos años informes sobre la tortura y el maltrato en 141 países.
Imagen: Leon Neal/AFP/Getty Images
Igualdad ante la ley ( Artículo 6 hasta 12)
Todo ser humano tiene derecho a una juicio justo y derecho a igual protección de la ley (6, 8, 10, 12). Tiene derecho a la presunción de inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad (11). “Todos son iguales ante la ley” (7) y “Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado” (9). Según Amnistía Internacional ha habido en 80 países juicios injustos.
Imagen: fotolia
Nadie es ilegal (Artículos 13, 14, 15)
“Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.” Todo individuo tiene el derecho de salir de un país (13). “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país” (14). “Toda persona tiene derecho a una nacionalidad” (15). Hay un mínimo de 10 millones de personas apátridas, dice la ACNUR.
Imagen: picture-alliance/dpa
Protección ante un matrimonio forzado (Artículo 16)
Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante y en caso de disolución del matrimonio. “Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio” (16.2). La familia ha de ser protegida ante el Estado y la socidedad. Según Unicef hay más de 700 millones de mujeres en matrimonios forzados.
Imagen: picture-alliance/dpa
Derecho a la propiedad (Artículo 17)
“Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.” La realidad: muchas personas pierden hoy en día el derecho a la propiedad solo por no tener los papeles en regla. Y solo con el objetivo de ceder el terreno para edificar casas, expandir ciudades, extraer recursos o construir una presa de agua como en Brasil.
Imagen: AP
El derecho a la libertad de expresión (Artículos 18, 19, 20)
“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión” (18). “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión” (19). “Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas” (20). Hoy en día hay más de 350 millones de periodistas y activistas online en prisión, según calcula la organizacón Reporteros Sin Fronteras.
Imagen: picture-alliance/dpa
El derecho a participación (Artículos 21, 22)
“Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos” (21). ”Toda persona tiene derecho a la seguridad social, y a obtener la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad" (22). Las mujeres en Arabia Saudí votarán por primera vez en las elecciones municipales del 2015.
Imagen: REUTERS/Saudi TV/Handout
Derecho al trabajo (Artículos 23 y 24)
“Toda persona tiene derecho al trabajo.” “Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.” “Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria” (23). “Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre” (24). Según la Organizacón Internacional del Trabajo hay más de 200 millones de personas sin trabajo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Una vida digna (Artículo 25)
“Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.” “ La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.” 2.000 millones de personas sufren de desnutrición, más de 800 millones del hambre.
Imagen: picture-alliance/dpa
El derecho a la educación (Artículo 26)
“Toda persona tiene derecho a la educación.” La educación primaria debe ser obligatoria y gratuita para todos. “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos”. Más de 780 millones de personas son analfabetas, según el Informe de Seguimiento de la Educación Para Todos de la UNESCO.
Imagen: DW/H. Hashemi
Derecho al arte y a las ciencias (Artículo 27)
“Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico." "Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales" La reproducción digital ilegal viola este derecho. Muchos autores denuncian la falta de protección de sus derechos en la era del internet.
Imagen: AP
Derechos indivisibles (Artículos 28, 29, 30)
“Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades se hagan plenamente efectivos” (28). “Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad” (29). Nadie podrá interpretar la declaración para suprimir los Derechos Humanos. (30). Todos los Estados miembros de las Naciones Unidas han firmado la Declaración de los Derechos Humanos.