Israel quiere retirar la licencia a la cadena de televisión Al Yazira. Esta medida acerca al país a otros regímenes autoritarios en la región, opina Kersten Knipp. Además socava la libertad de prensa.
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Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Egipto – y ahora, al parecer, también Israel. Estos países conforman una extraña alianza en contra de la cadena de televisión qatarí Al Yazira. Hace algunos días, los tres países del golfo Pérsico y Egipto prohibieron el trabajo de la emisora en sus territorios. Aparentemente Israel ha seguido su ejemplo.
En julio, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a la cadena de atizar la violencia en Jerusalén a través de sus informes. Este domingo (06.08.2017), el ministro de Comunicaciones, Ayoub Kara, explicó que pretende retirar la acreditación a los periodistas de ese medio e impedir la transmisión de sus contenidos vía cable y satélite. "El hecho de que haya libertad de expresión no significa que haya libertad para atizar", explicó, y añadió que "la democracia tiene límites".
"Los límites de la democracia"
Pero, ¿cuáles son los límites de la democracia? ¿Y quién los define? De acuerdo con el periódico liberal de izquierda israelí Haaretz, que cita a Al Yazira, Kara no fue capaz de comprobar ni una sola acusación en la rueda de prensa.
Es verdad que Al Yazira no trata a Israel con guantes de seda. En la página web en árabe de la emisora, actualmente se puede leer un artículo de opinión, en el que se describe a Israel como un "Estado apartheid" y un "país ocupante apoyado por Occidente". Además, se acusa al gobierno de querer "judaizar" a Jerusalén. Sin embargo, las palabras duras de ese tipo se repiten de forma similar en casi todos los medios de habla árabe.
De ahí que cueste entender por qué Israel desea silenciar precisamente a Al Yazira: está claro que de esa forma no evitará comentarios indeseados en el mundo árabe. Al contrario: el cierre de la emisora podría atizar el descontento en la región.
Una alianza extraña
Israel se ha unido simbólicamente a Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto - países que no destacan precisamente por el respeto a los derechos humanos. La única democracia en Oriente Próximo, como suele definirse Israel, ha seguido el ejemplo de estos Estados árabes.
Además, la decisión israelí no respalda la libertad de prensa en la región. El hecho de que los tres países del golfo Pérsico y Egipto cerraran las oficinas de Al Yazira habla bien del trabajo periodístico de la emisora. La cadena de televisión y sus empleados no le temen a los conflictos con algunos de los países más ricos de la región del Golfo.
Cuesta creer que Israel se quiera acercar a regímenes como Arabia Saudita y Egipto e impedir el trabajo de la prensa. Como si Israel no tuviera ya una mala fama en el mundo árabe.
Esta se debe en parte a la política de asentamientos, que es condenada rigurosamente a nivel internacional, pero también a la costumbre de responsabilizar a Israel de casi todos los problemas en la región.
Al Yazira llama a los problemas en el mundo árabe por su nombre. De ahí que en realidad hubiera sido un excelente socio -aunque a veces algo incómodo- para Israel.
Autor: Kersten Knipp (VT/ERS)
Jerusalén en 1967 y 2017, 50 años después
La ciudad de Jerusalén ha sido uno de los puntos más espinosos del conflicto israelí-palestino. DW compara la ciudad de 1967, durante la Guerra de los Seis Días, con la de hoy, 50 años después.
Imagen: Reuters/R. Zvulun
El monte de los Olivos en la actualidad
La antigua muralla de la ciudad, el domo con la cúpula dorada y la mezquita con la Cúpula de la Roca se pueden divisar desde la cima de la montaña que se halla en la parte este de la ciudad. El cementerio judío del monte de los Olivos está situado en la parte oeste y sur de las laderas de la montaña. Este es el cementerio judío de uso regular más antiguo del mundo.
Imagen: Reuters/R. Zvulun
El monte de los Olivos hace 50 años
Si no fuera por la antigua ciudad otomana y el santuario en el fondo, los espectadores no se darían cuenta de que se trata de la misma ciudad. La imagen fue tomada el 7 de junio de 1967 durante la Guerra de los Seis Días.
Imagen: Government Press Office/REUTERS
La mezquita de Al-Aqsa
Al-Aqsa, con su cúpula plateada y amplia entrada, está ubicada en el Monte del Templo. Los musulmanes llaman a esta mezquita el "noble santuario". Es el lugar más sagrado en el judaísmo. Se creía que había dos templos bíblicos. Para los sunitas es el tercer sitio más santo tras la Meca y Medina. Durante mucho tiempo hubo muchas tensiones debido al control del área del Monte del Templo.
Imagen: Reuters/A. Awad
La Mezquita de Al-Aqsa hace medio siglo
El nombre de Al-Aqsa significa "la mezquita más lejana". Se trata de la mayor mezquita en Jerusalén. Israel controla esta área después de haber conquistado toda la ciudad de Jerusalén durante la Guerra de los Seís Días, en 1967, accediendo así otra vez a sus lugares religiosos. Los líderes de entonces estuvieron de acuerdo en que el Monte del Templo fuese administrado por un "Wagf" islámico.
Imagen: Reuters/
La Puerta de Damasco hoy
Esta histórica puerta, llamada así por el hecho de que la calle conduce desde ahí hacia el norte, hasta Damasco, es una entrada muy transitada hacia la parte palestina de Jerusalén Este y a los animados bazares. Aquí han tenido lugar incidentes perpretados por los palestinos contra los israelíes en los últimos dos años.
Imagen: Reuters/R. Zvulun
La Puerta de Damasco hace 50 años
La puerta en sí, lo que vemos en la actualidad, fue construida por el sultán otomano Suleiman el Magnífico entre 1536 y 1542. La imagen es muy similar a la de 1967. Siete entradas permiten el acceso a la ciudad vieja y sus barrios separados.
Imagen: Reuters/
La ciudad vieja hoy
La vibrante ciudad vieja de Jerusalén es desde 1981 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, lugar relevante para muchas religiones: la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa para los musulmanes, el Monte del Templo y el Templo de las Lamentaciones, para los judíos, y el Santo Sepulcro, para los cristianos. Es un lugar de mucho tránsito, colorido e ideal para ir de compras y para comer.
Imagen: Reuters/A. Awad
La ciudad vieja hace medio siglo
Esta imagen fue tomada en julio de 1967, pero 50 años más tarde las cosas no han variado mucho aquí. Los chicos siguen portando en sus cabezas bandejas con dulces de sésamo, los "bagels", como en la imagen, por el precio de 1 euro la unidad.
Imagen: Reuters/Fritz Cohen/Courtesy of Government Press Office
Muro de las Lamentaciones hoy
Esta parte del antiguo muro de caliza en la ciudad vieja de Jerusalén es uno de los muro-soporte del Monte del Templo. Es el lugar más religioso para los judíos. Acuden aquí para rezar y quizá para introducir una nota en una grieta de la pared. Hay una parte para hombres y otra para mujeres. Todo el mundo puede visitarlo durante todo el año, tras haber pasado el riguroso chequeo de seguridad.
Imagen: Reuters/R. Zvulun
Muro de las Lamentaciones hace 50 años
En esta foto de 1967 del Muro Occidental o de las Lamentaciones, un término que no gusta y no usan los judíos, se ve a la gente acercándose al muro después de que Israel volviera a tener el control de esta parte de la ciudad tras la Guerra de los Seis Días. Los judíos tuvieron prohibido visitarlo durante los19 años que duró la ocupación jordana.