Al elegir a Armin Laschet como líder, los demócratas cristianos de Alemania decidieron claramente no cambiar significativamente y continuar con la senda de Angela Merkel, opina Katharina Kroll, de DW.
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En medio de la pandemia de coronavirus, Armin Laschet prometió a su partido que continuaría el rumbo y el estilo político de Angela Merkel. Laschet quiere ser el capitán del equipo para mantener unidos a su partido y al país. Sin riesgos, solo confianza y fiabilidad.
Con su victoria, se asegura mantener sus opciones a aspirar a la cancillería. Sin embargo, aún no se ha decidido si también será candidato. Como nuevo líder del partido, tiene prioridad para postularse. Y Laschet ya dijo claramente que se ve capaz de dirigir la cancillería.
Dos rivales al acecho
Pero detrás, dos serios competidores esperan su oportunidad y ambos están volando alto actualmente en las encuestas: Markus Söder, primer ministro de Baviera y jefe de la CSU, y Jens Spahn, socio de Laschet en la candidatura a liderar el partido, quien como ministro de Salus ha estado por supuesto constantemente en los medios durante la pandemia, por lo que incluso superó en ocasiones a la canciller Merkel en las encuestas de popularidad.
Katharina Kroll, jefa de la sección de política en DWImagen: K. Kroll
La voluntad de gobernar: en pos de este objetivo, la CDU siempre se ha acabado uniendo. El partido tiene una clara aspiración a seguir en el poder. Y eso depende del candidato con más opciones. A pesar de toda su voluntad personal de poder, se puede confiar en que Laschet vigilará quién tiene más posibilidades de éxito para la CDU en las elecciones de otoño. Eso lo distingue de su competidor inmediato, Friedrich Merz. Y esta es una de las razones por las que ganó más votos de los delegados.
La tarea más importante de Laschet ahora es posicionar a la CDU de manera inteligente en términos de contenido y estrategia. Y mantenerla unida. El partido se enfrentó a una verdadera elección de dirección. Se opuso a un giro hacia la derecha y, por tanto, contra Merz, quien quería darle a su partido un perfil mucho más conservador y económicamente liberal. Laschet, por su parte, no romperá con la estrategia de éxito de Merkel de resultar elegible para todos aquellos que tienden a quedar en el centro. No es de esperar en él una refundación del partido. En el mejor de los casos, Laschet cambiará de rumbo moderadamente y enfatizará lo social.
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Mediación y equilibrio
Solo si logra unir completamente al partido detrás de él, Laschet tendrá la oportunidad de convertirse en candidato a canciller. Merz, sin embargo, ha apostado por la polarización. Tiene seguidores ardientes que ahora están amargamente decepcionados. Porque Laschet es sinónimo de mediación y equilibrio, que es probablemente una de las razones por las que los delegados lo eligieron.
Mediación, equilibrio, búsqueda de soluciones y compromisos: Merkel también defiende este estilo de política. Por ello es valorada en el extranjero, especialmente en Europa, donde se le considera la encarnación del diálogo paciente y la búsqueda de compromisos. Con Laschet, los socios internacionales de Alemania no deben esperar confrontación. También en política exterior, él encarna la continuidad: Laschet es un europeo acérrimo. Un transatlántico. Pone el acento en la seguridad, interna y externa. Y apoyó activamente la política de refugiados de Angela Merkel.
La carrera por la candidatura a canciller está abierta
Al postularse, Laschet puso el espíritu de equipo en primer lugar. No solo se presentó a las elecciones junto con Spahn, sino que su comportamiento es integrador, no exclusivo. Rezuma la calidez y alegría renana. La fría política del poder no le va. Como ministro presidente del estado de Renania del Norte-Westfalia ha traído un equipo fuerte al gabinete, sus ministros suman con su experiencia y contribuyen a la popularidad de Laschet.
La CDU es indiscutiblemente el partido más fuerte actualmente en las encuestas. Esto se debe a la popularidad de Merkel. La mayoría de los alemanes, en cambio, no quiere a Laschet como futuro canciller por el momento. Pero en la pandemia del coronavirus, la política es más impredecible que nunca. Todo depende de dar las respuestas adecuadas a la crisis y de una mejor gestión. La siguiente fase en la lucha por suceder a Merkel en la cancillería ya está en marcha.
(lgc/))
Merkel y los próceres de la CDU
Angela Merkel anunció que renunciará a la presidencia de la CDU. Fue la primera mujer que ocupó dicho cargo hace 18 años. ¿Quiénes fueron los antecesores de Merkel?
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Konrad Adenauer, presidente de la CDU desde 1950 hasta 1966
Cuando Konrad Adenauer fue elegido presidente de la CDU, ya era canciller. El antiguo alcalde de Colonia había ayudado significativamente a construir la CDU en Alemania. La concentración de la presidencia del partido y la cancillería en una sola persona la mantuvieron otros sucesores. Merkel siempre ha estado a favor de que una sola persona dirija la cancillería y el partido.
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1966: Ludwig Erhard, sucesor de Konrad Adenauer
Durante 16 años, el primer presidente y cofundador de la CDU, Konrad Adenauer, dejó su propia huella en el partido. Cuando entregó la presidencia del partido a Ludwig Erhard el 23 de marzo de 1966, el "padre del milagro económico alemán" había sido canciller durante dos años y medio. Dadas las diversas intrigas de Adenauer contra su sucesor, la relación entre ambos era, digámoslo así, compleja.
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Cancillería, presidencia de la CDU y gran coalición
Después de que Erhard perdiera el respaldo en la CDU/CSU, Kurt-Georg Kiesinger se convirtió en canciller en 1966 y luego, en 1967, fue elegido presidente de la CDU. Fue el primero que consiguió ser líder del partido y gobernar una gran coalición con el SPD. Al final del experimento, la CDU/CSU pasó a formar parte de la oposición, tras las elecciones generales de 1969.
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Rainer Barzel, de 1971 a 1977
Kiesinger fue presidente de la CDU hasta 1971. Rainer Barzel se convirtió entonces en el nuevo presidente del partido. En 1972 intentó, a través de una moción de censura contra el canciller Willy Brandt, convertirse en canciller. Sin embargo, a la CDU le faltaron dos votos para que pudiera llevarse a cabo el cambio.
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1973: el comienzo de una nueva era
Barzel no se recuperó del todo del fracaso de la moción de censura contra Brandt: en 1973 renunció a la presidencia del partido. En la posterior convención del partido, un joven político de la CDU de Renania-Palatinado se presentó como sucesor: Helmut Kohl, quien se llamaba a sí mismo el "nieto de Adenauer".
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Primer presidente de la CDU alemana, tras 1989
Helmut Kohl, elegido líder del partido en junio de 1973, dirigió el destino de los cristianodemócratas durante un cuarto de siglo. Especialmente desde su elección como canciller en 1982, lideró el partido con un estilo patriarcal. Conocido como el "canciller de la unificación", organizó, tras 1990, la integración de la CDU de la RDA y otros partidos democráticos.
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La hora del sucesor: Schäuble
Las elecciones generales en 1998 fueron una amarga derrota: no solo el final de la cancillería, sino también del patriarca del partido; Helmut Kohl. En noviembre, se presentó ante una reunión de la CDU con su designado sucesor,Wolfgang Schäuble y la futura secretaria general de la CDU, Angela Merkel.
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Schäuble renunció a sus cargos
Wolfgang Schäuble, considerado el hijo adoptivo político y el príncipe heredero de Kohl, finalmente se vio envuelto en el torbellino de la financiación ilegal de la CDU bajo Kohl. Schäuble dimitió de sus cargos como jefe de la fracción de la Unión y de presidente de la CDU. Angela Merkel era entonces secretaria general de la CDU.
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Todo comenzó en Essen
Schäuble se vio envuelto en el torbellino de la financiación ilegal de la CDU, lo que también contribuyó al ocaso de Kohl. Tras la retirada de Schäuble comenzó la lucha por el poder. La carrera por la presidencia, en la convención del partido en Essen en 2000, la ganó Angela Merkel, quien contó con el apoyo de las bases de la CDU y se convirtió en la primera mujer en liderar el partido.
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Se acabó después de los resultados de Hesse
Durante más de 18 años, Angela Merkel dejó su huella en la CDU. Ahora anunció, como consecuencia de las fuertes pérdidas del partido en las elecciones en el Estado de Hesse, que no se postulará para la presidencia de la CDU ni aspirará a convertirse de nuevo en canciller tras 2021.