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Opinión: la impía alianza de Theresa May

Barbara Wesel
26 de junio de 2017

Los gobiernos de coalición son comunes en Europa. Pero el acuerdo de Theresa May con el DUP podría poner en peligro la paz en Irlanda del Norte y restringir su margen de maniobra en el “brexit”, opina Barbara Wesel.

Großbritannien Theresa May mit Vertreter der DUP vor Downing Street
Imagen: Getty Images/AFP/D. Leal-Olivas

En principio, la formación de una coalición de gobierno en Londres no tiene nada de especial. Sobre todo, cuando en Holanda se está tratando de llegar a un gobierno de coalición con cinco partidos. Un pequeño cambio no hará daño al sistema bipartidista británico, después de la coalición de conservadores y liberales con David Cameron. Y ahora, los conservadores tendrán que colaborar con los partidos pequeños ante la falta de mayorías. Sin embargo, el DUP (Partido Unionista Democrático) no es un partido como cualquier otro y el precio político que Theresa May tendrá que pagar por su apoyo podría ser demasiado alto.

Mayoría dudosa

El DUP es un partido regional, cuya única meta es el poder en Irlanda de Norte. Social y políticamente son muy conservadores, se oponen al matrimonio homosexual, bloquean la liberalización del aborto y parecen una reliquia del siglo XIX. Además, el partido es vehementemente protestante, algo que podría crear problemas en una Gran Bretaña más moderna. Para los críticos, los nacionalistas del Ulster son sectarios y hace tiempo que se acusa al DUP de haber tenido relación con extremistas y terroristas, por lo menos entre la generación de los fundadores.

Barbara Wesel, de DW. Imagen: DW/G. Matthes

El partido del gobierno en Londres no debería aliarse con este grupúsculo. Sobre todo, podría ser peligroso para el Acuerdo de Viernes Santo en Irlanda del Norte.  Ahora mismo, en el castillo de Stormont no hay gobierno y la división de poderes acordada por el Sinn Feinn, el partido católico irlandés y los Unionistas ha fracasado. Londres tiene que mantenerse neutral y no inclinarse por ningún bando. Algo que Theresa May hace abiertamente al prometer a DUP mil millones más de presupuesto por su apoyo, además de otras concesiones respecto a los gastos. Un desequilibro que podría provocar una gran explosión en vista de la delicada situación de Belfast.

¿Apoyo para el brexit?

La premier británica necesita el apoyo del DUP para aprobar la legislación sobre el "brexit” en el Parlamento. Sin los votos de los norirlandeses tendría escasas posibilidades. En realidad, bastaría con que siete Tories cambiasen de opinión para terminar de derrumbar esta frágil construcción. Por ejemplo, si un puñado de pro-europeos se niega a aprobar este complicado proceso legislativo que pretende eliminar el derecho europeo, Theresa May tendrá que hacer las maletas.

En principio, el DUP es útil para un "brexit” duro y podría cubrir las espaldas a Theresa May. Sin embargo, limitaría el campo de actuación de la premier porque los norirlandeses pretenden mantener abierta la frontera con Irlanda y ambas cosas son imposibles. Sobre este punto habrá que llegar a algún compromiso. Y el margen de maniobra de May a la hora de negociar el "brexit” en Bruselas dependerá de la buena voluntad y los intereses del DUP.

¿Gobierno fuerte y estable?

Tanto sus amigos como sus enemigos de Londres creen que la permanencia de Theresa May en el gobierno será muy limitada. Algunos predicen que saldrá en septiembre, mientras que otros le dan un par de meses más. Su sucesor heredará también el dudoso acuerdo con el DUP. Tener que apoyarse en esa base tan tambaleante significa que en Londres no hay mayorías sólidas para negociar un "brexit” medianamente favorable. Además, será difícil llegar a compromisos sociales y económicos, puesto que en el DUP son fundamentalistas.

Más que ese gobierno fuerte y estable que soñaba May en campaña electoral, este es frágil y tambaleante. Al final, saldrán especialmente beneficiados los adversarios del "brexit”. El caos en el gobierno abre puertas que parecían estar ya cerradas. Y, por ahora, todas las opciones siguen estando en Londres encima de la mesa.

 

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