El destino del régimen de Venezuela preocupa a Moscú, que teme un "Maidán latinoamericano". Pero el margen de maniobra del Kremlin es escaso, a juicio de Konstantin Eggert.
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"Los gobiernos socialistas siempre provocan un desastre financiero. Siempre se les acaba en algún momento el dinero ajeno”. Esta cita de Margaret Thatcher es la que mejor describe a Venezuela bajo el gobierno del fallecido Hugo Chávez y su sucesor Nicolás Maduro. El llamado "socialismo bolivariano" está que revienta bajo la presión del creciente número de ciudadanos hartos de la galopante inflación, la carencia de alimentos y medicamentos y la violencia desenfrenada de las autoridades policiales.
El régimen de Maduro tiene dos posibilidades: retirarse inmediatamente (poco probable), o convertir a Venezuela en una dictadura total, para luego colapsar (más probable).
El Kremlin mira con nerviosismo hacia Caracas
El fantasma de un "Maidán” en América Latina pone nervioso a Moscú, que teme un levantamiento popular contra el autoritarismo en cualquier parte del mundo. Pero Venezuela es un caso especial. Moscú respaldó por más de 15 años a Chávez y a su sucesor. No solo por ayudar a un enemigo de Estados Unidos, como siempre.
Hay otra razón: la petrolera estatal venezolana PDVSA es el segundo mayor socio extranjero de la petrolera rusa Rosneft, después del grupo estadounidense ExxonMobil. Rosneft tiene grandes proyectos en Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo conocidas en el mundo, donde goza de privilegios. Justamente en Venezuela es donde el gerente general de Rosneft, Igor Setschin, quiere demostrar de lo que es capaz una empresa controlada por el Kremlin en el exterior.
Solo por ese motivo Moscú ha respaldo a los chavistas. El pasado 10 de julio, el presidente ruso, Vladimir Putin, llamó por teléfono a Maduro. Supuestamente discutieron proyectos energéticos conjuntos, pero lo más probable es que Maduro le haya pedido a Putin reestructurar la deuda venezolana con Rusia estimada en mil millones de dólares. Y, a lo mejor Moscú incluso le condona esa deuda a Caracas. Rusia es uno de los pocos países que apoya la Constituyente de Maduro.
La fuerza de Trump y la impotencia del Kremlin
Estados Unidos ha impuesto sanciones tanto contra el régimen de Maduro como contra el Kremlin. Esto ha despertado la solidaridad de Moscú, que quisiera hacer más que condonar la deuda y expresar apoyo verbal.
Moscú no le puede ofrecer ayuda militar al régimen de Maduro, que tampoco la necesita. Maduro no necesita ser presionado por Moscú para que use la violencia contra los opositores, como en el caso de Viktor yanukovich, en Ucrania. Maduro está dispuesto a encarcelar a los opositores políticos, o a hacerlos matar.
El Kremlin sólo puede esperar el final del drama venezolano y preguntarse si Donald Trump va a imponer un embargo al petróleo venezolano. Esto llevaría probablemente al rápido colapso del régimen Maduro, pero también afectaría a los consumidores estadounidenses.
¿Qué pasará tras la caída de Maduro?
Está claro cómo terminará el drama venezolano a largo plazo: el régimen de Maduro va a caer. La única pregunta es cuándo, cómo y cuántas personas se va a llevar a la sepultura. Posteriormente, un gobierno pro-occidental modificará radicalmente la política venezolana hacia Rusia. Entonces, la posición de Rosneft va a tambalear y podría incluso ser expulsada del país. Si la oposición asume el poder, entonces se podría beneficiar ExxonMobil, el otro socio de Rosneft.
Chávez ya sacó alguna vez a ExxonMobil de Venezuela. Su retorno sería un final irónico de la aventura venezolana del Kremlin. Apostarle a una dictadura siempre daña la reputación y los negocios, a largo plazo. Pero esta lección nunca la va a aprender el Kremlin.
Konstantin Eggert (jov/er)
Estas aerolíneas ya no vuelan a Venezuela (agosto 2018)
La crisis, la debilidad del mercado, el temor a la situación política... muchas razones han tenido las compañías aéreas para sacar de sus rutas al país sudamericano.
Imagen: LEO RAMIREZ/AFP/Getty Images
Air Canada, pionera
La primera compañía aérea que decidió suspender sus vuelos hacia Venezuela fue Air Canada. Entre las razones que entregó en marzo de 2014 se encontraba el temor a que los "disturbios civiles" significaran un peligro para la seguridad de las operaciones de la empresa. El presidente Nicolás Maduro respondió entonces que "aerolínea que se va, aerolínea que no vuelve". Y no ha vuelto.
Imagen: picture-alliance/W. Mendorf
Gol dice adiós tras ocho años
Las razones para no volar a Venezuela pueden ser muchas. Una de ellas es la deuda que mantiene el Estado venezolano con muchas aerolíneas, a las que bloqueó pagos en su esfuerzo por evitar la fuga de divisas. La brasileña Gol, por ejemplo, exigía el pago de más de 89 millones de dólares. Ante el fracaso de las negociaciones, en febrero de 2015 se despidió del país, tras 8 años de servicios.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Lacerda
Una deuda forzó a Alitalia a partir
Mientras abría nuevas rutas, como Roma-Santiago de Chile-Roma, cerraba otras: Alitalia abandonó Venezuela en 2015 debido a la deuda de 177 millones de dólares que tiene el Estado con la firma. El avión que operaba la ruta Roma-Caracas fue asignado a vuelos a Colombia. Los venezolanos tienen cada vez menos opciones de salir del país, que poco a poco queda aislado del mercado aéreo internacional.
Imagen: picture-alliance/dpa/Telenews
Latam no va más
En mayo de 2016 la compañía aérea chilena Latam decidió sumarse a la lista de aerolíneas que no trabajan en Venezuela, suspendiendo indefinidamente sus vuelos desde Santiago, Sao Paulo y Lima. Si bien la firma aseguró que Venezuela es un "mercado relevante", argumentó razones económicas para justificar la medida.
Imagen: Divulgação/Latam Brasil
Lufthansa se suma a la larga lista
La aerolínea alemana Lufthansa anunció en mayo de 2016 que el control de cambios que rige en el país desde 2003 le ha impedido repatriar las ganancias obtenidas en Venezuela, por lo que suspendió sus vuelos entre Frankfurt y Caracas en junio de 2016. Además, explicó que la demanda de viajes en esa ruta ha disminuido sin parar en los últimos años, haciendo poco rentable seguir operando.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Ismar
Aeroméxico: "Complejo entorno económico"
En junio de 2016, Aeroméxico anunció que abandonaba sus servicios en Caracas "de forma indefinida debido al complejo entorno económico que impera" en Venezuela. Tras cinco años operando la ruta Ciudad de México-Caracas, una de las mayores aerolíneas latinoamericanas se sumó a una lista que no deja de crecer. La firma aseguró que evaluará en el futuro "su regreso a la capital venezolana".
Imagen: picture alliance/dpa
United Airlines no vuela más
La incesante caída en la venta de boletos, provocada en gran medida por la crisis económica que enfrenta el país y por el encarecimiento de los tickets, forzó a United Airlines a abandonar Venezuela. El último vuelo se realizó el 1 de julio de 2017 desde Maiquetía hacia Houston. Casi un año antes, la también estadounidense Dynamic Airways había abandonado la ruta Caracas-Fort Lauderlade.
Imagen: picture-alliance/dpa/L. Faerberg
Avianca: razones de seguridad
Otro golpe al mercado aéreo lo asestó la colombiana Avianca, que el 27 de julio de 2017 decidió adelantar la suspensión de sus vuelos hacia Venezuela, que inicialmente comenzaría a regir el 16 de agosto. La empresa explicó que sufrió "limitaciones operativas y de seguridad" que la obligaron a cesar sus operaciones desde Bogotá y Lima. La firma llevaba 60 años volando hacia Venezuela.
Imagen: Divulgação/Avianca Brasil
Delta vuela por última vez en septiembre
A la larga lista de aerolíneas que no prestarán más servicios en Venezuela se sumó en julio Delta Airlines, que anunció que el último vuelo de la ruta Atlanta-Caracas-Atlanta tendrá lugar el próximo 17 de septiembre de 2017. La empresa estadounidense aseguró que la decisión responde a las "condiciones inestables del mercado".
Imagen: picture alliance/AP Photo/D. Goldman
Suman y siguen...
Aerolíneas Argentinas no operará su vuelo semanal a Caracas el 5 de agosto de 2017 por cuestiones operativas y de seguridad. No está claro que los retome. Air France e Iberia también suspendieron sus últimos vuelos a Caracas por seguridad y tampoco se sabe si los reanudarán. Meses antes, Tiara Air Aruba y la ecuatoriana Tame habían dejado el país, aunque luego retomaron algunos servicios.
Imagen: picture-alliance/Demotix/C. Santisteban
¿Y cuáles siguen volando?
Las alternativas se reducen, pero aún quedan algunas. Por ejemplo Cubana conecta Caracas con La Habana. Desde EE.UU. vuela American Airlines. La panameña Copa Airlines y la chilena LAW ofrecen rutas regionales. La conexión con Europa es posible, hasta ahora sin interrupciones, con TAP, Turkish Airlines y Air Europa. Sin embargo, muchas de ellas han reducido drásticamente sus frecuencias de vuelos.