El mundo al revés: quien invierte en deuda alemana, tiene que pagar. Los bajos intereses llevan así durante años y la situación alcanza ahora un nuevo punto culminante. Para Henrik Böhme, esto no puede acabar bien.
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Los títulos de deuda alemana a 10 años son algo así como un clásico entre los bonos de deuda del mundo. A principios de la década de los 80, quien invertía en ellos, lograba un rendimiento de más del 10 por ciento. Pero esos tiempos quedaron atrás ya hace mucho. Desde hace tres décadas y media desciende su rédito y en el día de ayer (14.06.2016) a las 9:24 de la mañana sucedió que, por primera vez, el interés cayó bajo el cero por ciento.
¡Bienvenidos a Absurdistán!
De esta manera, Alemania ingresa en el club de países en los que se paga por comprar bonos. No es una situación totalmente nueva. Ya hace cuatro años, un muy comentado artículo de Deutsche Welle advirtió del curso que podría tomar la cosa. La desastrosa situación ya se inició con el dinero barato a continuación de la crisis financiera de 2009. El remate lo puso en 2012 Mario Draghi, director del Banco Central Europeo. Su famosa frase de que “se hará todo lo posible” (“whatever it takes”) para salvar el euro terminó de abrir definitivamente todas las compuertas. Daba comienzo la mayor expropiación a los ahorradores de la historia reciente.
El BCE es corresponsable
Para cualquiera está claro que, si ya no se obtienen intereses por una inversión a 10 anos, hay algo que no está yendo bien en los mercados financieros. Los bonos de deuda son la herramienta más importante para la financiación del Estado alemán. Prácticamente la mitad de la deuda alemana recae sobre estos títulos. Pero la necesidad de invertir es, en cierto modo, tan grande, que los inversionistas que quieran poner su dinero en un lugar seguro, se ven obligados a morder la manzana, aunque esté amarga. ¡Una inversión con pérdidas! ¿Quién hace algo así voluntariamente? ¡Nadie, por supuesto! Pero todo esto ya no tiene nada que ver ni con la lógica ni con la sensatez. Han ocurrido varias cosas que han conducido a la absurda situación actual, pero lo definitivo ha sido la gigantesca operación de compra de deuda llevada a cabo por el Banco Central Europeo. Desde abril, esta institución ha comprado deuda alemana por unos 19 mil millones de euros. Esta demanda generada artificialmente hace subir el precio de la deuda y reduce su rédito. Los vaivenes externos que a veces surgen, como el actual miedo al “brexit”, actúan como catalizadores de esa situación.
Miedo a la burbuja
Todo esto no puede terminar bien. Los planes de pensiones de millones y millones de personas de todo el mundo se esfuman por la ventana del BCE y otros bancos emisores. La mitad del mundo tiene deuda estatal que no le reporta interés alguno. Pero un mundo sin intereses no funciona: el capital, el interés y el interés compuesto son el principal pilar sobre el que descansa nuestro orden económico. Los mercados financieros están destruidos y la confianza de las personas también. Y lo peor es que cuando alguna vez alguien quiera subir los intereses, todo podría estallar. Porque entonces bajará repentinamente la cotización de los bonos y todo el mundo querrá vender. Cuando la burbuja explote, mejor tener los ahorros a resguardo y estar bien lejos.
El remolino de los precios del petróleo (enero, 2016)
Casi a diario, los precios del petróleo alcanzan mínimos históricos. Una coyuntura mundial débil y la sobreproducción causan incertidumbre desde hace ya más de un año. Algunos países resienten los duros efectos.
Imagen: picture-alliance/dpa/W. Hong
Resaca de una larga fiesta
¿Quién lo hubiera dicho? La rica Noruega convierte su economía. Durante muchos años, el país sacó provecho del auge petrolero. El hidrocarburo del Mar del Norte transformó a Noruega, que pasó de ser un país agrario pobre, a uno de los más ricos del mundo. Ahora los noruegos dan marcha atrás: en vez de apostar todo por el petróleo y el gas, vuelven a concentrarse cada vez más en la pesca.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Hagen
Doble impacto
Además de las sanciones occidentales, los bajos precios del petróleo afectan a Rusia. En 2015, el crecimiento económico del país gobernado por Vladimir Putin disminuyó en casi cuatro por ciento. Consecuencia: el rublo ha perdido casi la mitad de su valor frente al dólar. Analistas de la consultoría financiera Bloomberg estiman que 2016 será otro año de recesión para Rusia.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Druzhinin
Ritmo decreciente
Nigeria es el más grande productor petrolero de África. El nuevo presidente, Muhammadu Buhari, prometió aumentar el gasto público. Pero esta promesa podría caer, víctima de las bajas cotizaciones petroleras. Según el Banco Mundial, tres cuartas partes de los ingresos del país provienen de la industria del petróleo. Muchos proyectos de infraestructura permanecen congelados.
Imagen: picture-alliance/dpa
Nuevas realidades
Además de Nigeria, muchos otros países elaboran sus presupuestos usando como referencia estimados de los precios petroleros. Si el cálculo es demasiado alto, se produce un vacío presupuestario. La gráfica muestra los precios del petróleo necesarios para que los respectivos países logren un equilibrio en sus presupuestos.
Luego de las sanciones
Irán pretende introducir medio millón de barriles adicionales de petróleo en los mercados, tras el levantamiento de las sanciones económicas. Con ello, el país persa parece resultar perjudicado, pues el incremento ejercerá mayor presión sobre los precios. Pero Irán culpa a su archirrival Arabia Saudita por los bajos precios petroleros.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Taherkenareh
Subvenciones y lujos
Arabia Saudita se opone a una disminución en las cuotas de producción a fin de contener a Irán y al fracking estadounidense. Pero ahora incluso el segundo mayor productor de petróleo del mundo se halla en dificultades. El FMI habla de un “déficit masivo” en el presupuesto saudita. El régimen de Arabia Saudita quiere ahora compensarlo introduciendo nuevos impuestos y eliminando subvenciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Grimm
¿Cuánto aguantará la olla?
Al igual que en Arabia Saudita, en Catar, Omán y los Emiratos Árabes Unidos se recurre a las reservas. Estos países poseen amplios fondos estatales. Pero también tienen en conjunto un déficit presupuestario de 260.000 millones de dólares, según estimaciones de JP Morgan.
Imagen: M. Naamani//AFP/Getty Images
¿Cambio de poder?
Venezuela dispone una de las mayores reservas petroleras del mundo. Durante años, el gobierno socialista financió programas sociales con los ingresos petroleros. Pero ahora, el presidente Nicolás Maduro se ve forzado a declarar una emergencia económica. Entre la población, el apoyo al chavismo cae casi tanto como los precios del petróleo.
Imagen: Reuters
Taladros peligrosos
Gracias a la tecnología del fracking, Estados Unidos se ha transformado en el mayor productor de petróleo del mundo. Pero los bajos precios hacen que esta tecnología no sea rentable. Estados Unidos es uno de los mayores consumidores de energía del mundo. Los conductores se alegran por los bajos precios de la gasolina e invierten en autos más grandes. Esto es un peligro para el medio ambiente.