Es muy preocupante que los ministros de Finanzas de los 19 países tuvieran que aplazar la reunión después de 16 horas de negociaciones infructuosas. Las preguntas sobre cómo abordar las consecuencias económicas de la crisis del coronavirus y cómo financiar conjuntamente la reconstrucción se quedaron sin respuesta. Nueve países de la eurozona quieren contraer deudas colectivas, cuatro países, incluida Alemania, están en contra. Aquí no se trata de obstinarse con ciertos principios, sino de la pura supervivencia económica. A diferencia de la aparentemente modesta crisis de deuda soberana en Grecia hace cinco años, ahora no se trata de si los países ricos del norte ayudan a los países pobres de la Unión Europea (UE), garantizándoles préstamos.
¿Al final quién tendrá dinero?
No, al final de esta catástrofe del coronavirus, nadie sabe exactamente si habrá países ricos que puedan ayudar a los otros. La mayor recesión en 90 años no solo afecta a Francia, Italia, España, Grecia, sino también de lleno a Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos y, de hecho, a toda la economía global. Por lo tanto, es comprensible que el ministro de Finanzas alemán, que ya garantizó créditos de alrededor de 1.200 mil millones de euros solo para la economía alemana, sea reacio a hacer las mismas promesas a los otros países de la eurozona. La implementación de eurobonos o coronabonos o deudas conjuntas no sería diferente.
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De igual manera es comprensible que, por ejemplo, el primer ministro italiano insista en adoptar deudas conjuntas, porque sabe muy bien que su país no podrá financiar solo, en los mercados financieros, los 400 mil millones de euros que prometió a sus compatriotas. Italia habría incluso amenazado con abandonar la eurozona o la Unión Europea si no obtiene los créditos solicitados. En esta ronda de ministros de Finanzas se trata de la supervivencia económica y del futuro de la Unión Europea. Entonces, no es de extrañar que la canciller alemana haya dicho que, desde su fundación, esta es la prueba más dura que la UE ha tenido que enfrentar.
Todo está en juego
Los ministros de Finanzas volverán a intentarlo este jueves (09.04.2020). Los jefes de Estado y de Gobierno, de por sí distanciados por este asunto, tendrán que volver a lidiar con una prueba aún mayor: tomar una decisión. Cada día que pasa sin acuerdos mantienen la economía en coma, lo que cuesta decenas de miles de millones de euros. Hasta ahora, entre los países de la UE no ha habido consenso a la hora de encontrar una vía para salir de la crisis. La presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, que quería presentar este miércoles una hoja de ruta para normalizar la vida en la UE, fue llamada por teléfono por enojados jefes de Estado y de Gobierno. Debido a la percepción de amenaza existencial, cada país de la UE actúa por sí solo para proteger a sus propios ciudadanos. No existen casi medidas de apertura coordinadas. Así que pasarán meses antes de que la vida económica y social en Europa vuelva a funcionar. ¿Tenemos tanto tiempo? ¿Puede la Unión Europea resistir esta situación? (rmr/few)
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