Es hora de discutir sin tabúes sobre si la necesidad de proteger a los ciudadanos ante ataques terroristas pesa más que la de proteger sus datos y su privacidad, comenta Ines Pohl desde Washington.
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Estas semanas han estado llenas de exhortaciones a resistir a como de lugar la tentación de cuestionar nuestros principios inmanentes al estado de derecho para luchar contra el terrorismo. Con ello los terroristas habrían logrado exactamente lo que querían: que renunciemos a nuestros principios democráticos en lugar de defenderlos incondicionalmente.
Queda bien twittear frases como esta, compartirlas en Facebook o, simplemente, decirlas. ¿Pero son las reglas mediante las que organizamos nuestra convivencia y nuestra privacidad realmente intocables en estos tiempos del terrorismo sin fronteras?
¿Participación de Estado Islámico en San Bernardino?
En las últimas semanas ha habido un considerable debate en los Estados Unidos sobre si los proveedores como Apple deben ser forzados, básicamente, a instalar una puerta trasera en sus dispositivos para que las agencias de seguridad, en casos de emergencia, puedan acceder a los datos almacenados.
El detonante de la discusión fue el codificado del iPhone del hombre que mató a disparos, junto con su esposa en San Bernardino, a catorce personas. El Departamento de Justicia de Estados Unidos confiaba poder establecer, con la ayuda de los datos almacenados en el teléfono inteligente, si el autodenominado Estado islámico tuvo algo que ver en el ataque. Apple negó cualquier ayuda, pero, de alguna manera, las autoridades lograron, aun así, entrar en el sistema de la minicomputadora. Cómo, no se ha hecho público.
Con ello se resuelve este caso concreto, pero el dilema fundamental continúa abierto. El argumento de Apple es cierto: una puerta trasera incorporada puede siempre ser instrumentalizada y puede provocar abusos. La cuestión es: ¿qué pesa más?, ¿la promesa de proteger los datos o la obligación de impedir ataques terroristas contra los ciudadanos por cualquier medio disponible?
Los miedos del pasado
Un espacio cultural necesita límites para no recaer en la barbarie de la ley del más fuerte, que también puede venir representado por un poder dictatorial del Estado. La reciente historia alemana ofrece dos ejemplos de esta evidencia. Pero la absoluta protección de datos alemana no refleja tanto el miedo al pasado, sino la búsqueda de una adecuada manera de afrontar las amenazas del presente.
Las normas de protección de datos se establecieron para proteger a la gente de abusos e intromisiones. Pero, ¿no las llevaríamos al absurdo si, al final, sirven para proteger a quienes utilizan las posibilidades de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para realizar atentados, cometer asesinatos múltiples y tratar de destruir así las sociedades libres?
Todo tiene su precio. También el disfrute del nuevo mundo multimedia. Es el momento de discutir, abiertamente y sin tabúes, los requisitos modernos de protección de datos. Incluso cuando esto pueda ir en contra de la seguridad de nuestros datos.
El estudio anual Brandz analiza el valor de las distintas marcas de renombre mundial, de acuerdo a factores financieros y a la opinión de los consumidores. Estas son algunas de las marcas más valiosas del 2014.
Imagen: Fotolia/contrastwerkstatt
Google, en el primer puesto
El gigante de internet dejó atrás a Apple como marca más valiosa del mundo, al menos en el ranking Brandz. Las gafas Google Glass, así como las inversiones de la compañía en inteligencia artificial y nuevas cooperaciones con empresas automotrices para el sistema operativo Android aumentaron su valor de marca en un 40 por ciento, hasta llegar a los 159.000 millones de dólares.
Imagen: Reuters
La manzana, segunda
Apple está en segundo lugar, tras haberse mantenido primera durante tres años. Ahora, su valor de marca bajó en un 20 por ciento, a cerca de 148.000 millones de dólares. Muchos temen que, después de la muerte de Steve Jobs, merme el éxito del fabricante de iPhones, iPads y computadoras Mac.
Imagen: Reuters
IBM, tercera
La firma estadounidense IBM ocupa el tecer puesto con un valor de marca de 108.000 millones de dólares. Es la novena vez que se evalúan las cien marcas más valiosas del mundo por encargo de la red publicitaria WPP. El estudio de Brandz también toma en consideración la opinión de los consumidores.
Imagen: AFP/Getty Images
El dinosaurio de la computación
Microsoft es aún una marca omnipresente. Tras haber elevado su valor de marca en un 30 por ciento, a 90.000 millones de dólares, se ubica en el cuarto puesto. Según este estudio, las marcas del sector tecnológico incrementaron mucho su valor.
Imagen: imago/Friedrich Stark
McDonald's pierde
Según el estudio, la marca McDonald's vale aproximadamente 85.000 millones de dólares. Sin embargo, los consumidores cuidan más de su salud, ya que, en comparación con el año anterior, la marca perdió un cinco por ciento de su valor, descendiendo un puesto.
Imagen: DW/A. Brenner
Coca Cola, en el sexto puesto
Hasta en el rincón más alejado de la selva se puede encontrar una Coca Cola. La compañía está en el sexto lugar, con un valor de marca de 80.000 millones de dólares.
Imagen: DW/P. Hille
La marca alemana más cara
SAP es la marca más cara de Alemania, y aumentó su valor en un seis por ciento, a más de 36.000 millones de dólares. Además, figuran en el ranking de Brandz también Deutsche Telekom (puesto 27), BMW (32), Mercedes-Benz (42), Siemens (59), y DHL (73). El puesto 100 lo ocupa el supermercado Aldi, con un valor de marca de 9.500 millones de dólares.
Imagen: picture-alliance/dpa
Facebook
Facebook aumentó su valor en un 68 por ciento, pero eso solo le valió el puesto 21. La empresa china de internet Tencent, por su parte, duplicó su valor de marca hasta alcanzar los 54.000 millones de dólares, y logró ocupar el puesto 14 en el ranking.
Imagen: Fotolia/Thesimplify
La marca del pajarito
Nuevo en el ranking Brandz es la mezcla de servicio de mensajería y red social que supone la estadounidense Twitter. La compañía logró alcanzar un valor de marca de 14.000 millones de euros, aunque nadie sabe bien aún qué hará para obtener ganancias. También LinkedIn figura este año por primera vez en la lista.