Tras unas cortas vacaciones de invierno, Angela Merkel deberá enfrentarse ahora a una desafiante tarea. ¿Continuará gobernando? ¿Con quién? ¿Y por qué? Esta decisión ya no está más en sus manos, opina Christoph Strack.
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El lunes por la mañana, al cumplirse la primera semana del año, regresarán las coronas a la Cancillería federal. Más de 100 niños y niñas vestidos como Reyes Magos llamarán la atención sobre el destino de sus pares más necesitados en el mundo. Túnicas coloridas, cantos, buen humor y un mensaje de humanidad: durante un cuarto de siglo, este evento ha sido una cita obligatoria tanto para el canciller de turno como para el departamento de relaciones públicas.
Sin embargo, este año la llegada de los Reyes Magos estará marcada por un especial desafío. Angela Merkel, que ocupa de momento el cargo de canciller en funciones, necesita hoy más que nunca las relaciones públicas, así como, por qué no, el apoyo de una bendición. Los niños disfrazados como Reyes Magos entrarán a la Cancillería federal justo en los días cruciales en que tendrá lugar la decisión preliminar sobre si el tambaleante Partido Socialdemócrata (SPD) querrá integrar nuevamente un Gobierno con la debilitada Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel.
Pathos y promesas
Merkel está en su decimotercer año al frente de la Cancillería federal. Tres veces ha hecho, poco después de prestar juramento, una declaración gubernamental en el Parlamento señalando el camino de su accionar político. En 2005, en su primera alianza con los socialdemócratas, habló de una "coalición de nuevas posibilidades", prometió nuevos años de prosperidad para la República Federal y advirtió: "¡Permitámonos más libertad!"
En 2009, en tiempos de la crisis financiera y del euro, este entusiasmo previo había desaparecido. "No debemos cerrar los ojos a la realidad", dijo Merkel como jefa de un Gobierno federal formado por la CDU/CSU y el Partido Liberaldemócrata (FDP). Alemania está "en la peor recesión de su historia". Merkel quería "asegurar un buen futuro" para el país. ¿Y 2013? En la segunda gran coalición con los socialdemócratas liderada por ella, su primera declaración de Gobierno –tal como quería Bruselas– fue sobre Europa: "Alemania será fuerte a largo plazo solo si Europa es fuerte". El país tiene "responsabilidad por todo nuestro continente", aseguró.
La visión y tal vez el entusiasmo desbordado de principios de 2005 pronto desaparecieron. Claro, uno podría atribuir esto a la crisis financiera global. Pero entonces uno podría haber contrapuesto un gran relato contra el caos de los bancos. Cualquiera que haya seguido a la CDU en las elecciones federales de 2017 habrá leído la frase: "Por una Alemania en la que vivamos bien y a gusto". Y nadie puede estar en contra de eso. No obstante, la frase sonó más a slogan publicitario de una compañía de seguros que a lema de una campaña política.
Una cuestión de liderazgo
Merkel a menudo ha actuado tratando de dar seguridad, como ocurrió ante la crisis financiera mundial (cuando dio garantías a los pequeños ahorradores) o después de Fukushima (cuando quiso transmitir tranquilidad a los angustiados alemanes). Pero Alemania, y, por cierto, también el partido de Merkel, la CDU, necesita más que palabras de seguridad. En tiempos del populismo a mayor y menor escala, en tiempos de búsqueda de identidad y cohesión social, se requiere liderazgo. Emmanuel Macron lleva tiempo intentando esto en Francia, un país que económicamente se encuentra peor que Alemania. La atención que ha recibido internacionalmente Macron por su liderazgo muestra cuán grande es el déficit de este en Berlín.
Formar Gobierno, el primer objetivo de Merkel
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Para Alemania, que a diferencia de Francia tiene una economía boyante, lo que está sobre el tapete es el concepto de una sociedad abierta y sus fronteras. Pero para Merkel estos meses tendrán que ver más con su supervivencia política. Si no llega a formar una gran coalición, ella preferirá convocar a nuevas elecciones. En tal caso, cabría dudar que Merkel lidere nuevamente la campaña electoral como candidata principal de la CDU. Pero el veredicto final sobre la grandeza de Merkel como líder del Gobierno y del partido ese verá también determinado, en última instancia, por cómo prepare a su partido para los tiempos que vendrán después de ella. Habrá que ver si este momento llegará en 2021 o en este 2018.
Autor: Christoph Strack (few/)
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Breve historia de las coaliciones de gobierno alemanas
Solo una vez el gobierno federal ha sido liderado por un solo partido con mayoría parlamentaria. Por ello, puede decirse que la norma es que Alemania sea gobernada por coaliciones. Acá revisamos todas las combinaciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Gambarini
CDU/CSU - FDP - DP (1949-1957)
El primer gobierno demócratico que hubo en Alemania Federal tras la Segunda Guerra Mundial fue liderado por el dirigente de la Unión Cristianodemócrata Konrad Adenauer, quien formó alianza con los liberales (FDP) y el desaparecido Partido Alemán (DP, conservador). Cuando la CDU/CSU volvió a ganar las elecciones 4 años más tarde, Adenauer mantuvo los mismos socios de coalición.
Imagen: picture-alliance/Vack
CDU/CSU - FDP (1961-1966)
Luego de gobernar Alemania Federal sin necesidad de forjar alianzas entre 1957 y 1961, la Unión (CDU/CSU) perdió su mayoría en el Bundestag y se vio forzado a formar una alianza nuevamente con los liberales. Adenauer renunció en 1963 en medio del llamado "escándalo Spiegel" y su ministro de Asuntos Económicos, Ludwig Erhard (izq.), fue elegido por el Parlamento para tomar el cargo vacante.
Imagen: picture-alliance/dpa
CDU/CSU - SPD (1966-1969)
La primera "Gran Coalición" no fue producto de una elección. Ludwig Erhard fue reelegido en 1965 y continuó gobernando junto a los liberales. Sin embargo, al año siguiente estos dejaron el gobierno en medio de disputas sobre el presupuesto. Erhard renunció y Kurt Kiesinger (der.) lo reemplazó. Sin los liberales, eligió como socios a los socialdemócratas, liderados por Willy Brandt (izq.).
Imagen: dpa
SPD - FDP (1969-1982)
Willy Brandt se convirtió en el primer canciller socialdemócrata de la Alemania de posguerra. Pese a obtener menos votos que la Unión, Brandt forjó una alianza con los liberales que le dio una ligera mayoría en el Bundestag. No sería la primera vez que los liberales recibirían acusaciones de falta de lealtad. En 1974, Brandt fue reemplazado por Helmut Schimdt, quien ganó dos elecciones más.
Imagen: picture-alliance/akg-images
CDU/CSU - FDP (1982-1998)
La amistad de 13 años entre socialdemócratas y liberales terminó en 1980 cuando las diferencias entre ambos partidos se tornaron irreconciliables. Los liberales cambiaron de bando ese año, dejando la coalición y buscando un acuerdo con los conservadores. Esto provocó el colapso del Gobierno del SPD y abrió las puertas al renacimiento del pacto Unión/Liberales, liderado esta vez por Helmut Kohl.
Imagen: AP
CDU - DSU - Despertar Democrático (1990)
Tras la caída del Muro de Berlín, Alemania Oriental celebró sus primeras elecciones. Los cristianodemócratas liderados por Lothar de Maiziere obtuvieron más del 40 por ciento de los votos y formaron alianza con dos pequeños partidos: la Unión Social Alemana (DSU) y Despertar Democrático, entre cuyas filas estaba Angela Merkel. En octubre, el Gobierno firmó la reunificación con Alemania Federal.
Imagen: picture-alliance/dpa/Wolfgang Kumm
SPD - Verdes (1998-2005)
En 2002, la era de Helmut Kohl llegó a su fin y los socialdemócratas, liderados por Gerhard Schröder, volvieron a la cancillería. El SPD formó alianza con los Verdes, que se convirtieron en partido de Gobierno menos de 20 años después de su fundación. A diferencia del período de Brandt, esta vez el SPD lideró un gobierno de izquierda más que de centroizquierda. La coalición gobernó hasta 2005.
Imagen: picture alliance/dpa/W. Baum
CDU/CSU - SPD (2005-2009)
Cuando los primeros sondeos se dieron a conocer tras las elecciones, tanto Schröder (der.) como Angela Merkel (izq.) se declararon vencedores. Al final, los conservadores derrotaron al SPD por apenas un 1 por ciento. Tras fallidas negociaciones para formar la "coalición Jamaica" (CDU/CSU, Verdes y liberales), finalmente los dos partidos más grandes acordaron otra vez una "Gran Coalición."
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Bensch
CDU/CSU - FDP (2009-2013)
La "Gran Coalición" llegó a su fin en 2009, luego de que el SPD alcanzara un decepcionante 23 por ciento en las elecciones federales. Los liberales, en cambio, ganaron 5 puntos y llegaron hasta el 14 por ciento de los votos. Merkel y el liberal Guido Westerwelle (izq.) formaron alianza con relativa facilidad. Fue, después de todo, la undécima vez en que liberales y conservadores formaron Gobierno.
Imagen: Getty Images/A. Rentz
CDU/CSU - SPD (2013-?)
Tras obtener más del 40 por ciento de los votos, los conservadores seguramente no esperaban tener que negociar con el SPD. Pero cuando sus aliados liberales obtuvieron menos del 5 por ciento, sus opciones se vieron reducidas. Merkel entonces llamó a los socialdemócratas a unirse a ella y "tomar la responsabilidad de constituir un gobierno estable". Cuatro años más tarde, repite el mismo discurso.