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¿Mujeres diácono? ¡Ya es hora!

Christoph Strack14 de mayo de 2016

¿Mujeres diácono en la Iglesia? Lo que el Papa quiere ahora someter a consideración no es ninguna revolución: los antecedentes teológicos ya fueron un éxito. Ahora sólo es cuestión de voluntad, opina Christoph Strack.

Papst Franziskus Rede Vatikan Ordensfrauen
Imagen: picture-alliance/dpa/Osservatore Romano

El papa Francisco se reunió el jueves (12.05.2016) con 850 madres superioras de órdenes femeninas. Las monjas abordaron la cuestión del diaconato de las mujeres. El pontífice se manifestó entonces de forma espontánea a favor de establecer una comisión que aclarase la cuestión.

Al principio hubo mucha confusión. Las monjas utilizaron sus celulares no solo para hacerse fotos con el pontífice, sino también para informar a los periodistas de lo acontecido. El Vaticano ni confirmó ni negó nada. Medios de todo el mundo se hicieron eco de sus palabras, que los blogs católicos más tradicionales calificaban de "supuestas" declaraciones del Papa que había que relativizar.

Menos de 24 horas después vino la confirmación oficial en un comunicado del Vaticano. El redactor jefe de Radio Vaticano en alemán, Bernd Hagenkord, dijo después: "Nada menos que el Papa reflexiona sobre el diaconato de la mujer". Una cuestión delicada que teológicamente ha sido muy debatida en Alemania durante décadas. Y que había vuelto a levantar hace unos días el cardenal Lehmann.

Valor para replantearse las reglas

¿Mujeres diácono? ¿Eso puede ser? (Nótese que ni siquiera existe, todavía, la palabra 'diácona'). En la Iglesia originaria el sacerdocio estaba abierto a hombres y mujeres diáconos. Esto cayó luego en el olvido. Sólo con el Concilio Vaticano II (1962-65) se retomó la cuestión. La Iglesia, que una vez fue valiente, ha podido en otras ocasiones adaptar sus esquemas a través de Conferencias Episcopales nacionales sin venirse abajo. Así que, ¡a por la comisión, manos a la obra en nombre del Papa!

Pero no hay que esperar ninguna revolución, a pesar del revuelo causado por Francisco. En el sínodo de la familia dejó claro que no quiere renovar el magisterio. Sus comentarios ocasionales, su insistencia en reformar la curia, su defensa de más sínodos en la Iglesia (lo que, hablando en plata, significa que, tanto el Papa como las altas jerarquías eclesiásticas deben apoyarse en consejos externos y, quizá, en una mayor participación de los feligreses)… Todo eso supone un aire fresco que antes era poco común, lo cual se acerca a una revolución. Pero no es una revolución. ¡Así que atrévanse!

Christoph Strack, corresponsal de DW.Imagen: DW

"Las reglas se pueden cambiar"

En estos días, el cardenal Walter Kasper, de 83 años de edad, dijo que en el cónclave para la elección papal podrían, en teoría, participar mujeres. Las reglas actuales no son una ley divina, sino que "se pueden cambiar", dijo. Otro ejemplo: hasta hace cien años, en esta Iglesia masculina las mujeres podían ser nombradas cardenal. No era un requisito haber sido ordenado sacerdote antes. Ver a laicos sentarse entre los cardenales no era una excepción.

Ahora viene un Papa con 79 años de edad desde la otra punta del mundo para mostrar lo que es posible.

Para aprender: aquí puede usted leer la versión original de este artículo en alemán.


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