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Nico Rosberg puede estar orgulloso

Joscha Weber
3 de diciembre de 2016

Nico Rosberg termina su carrera deportiva cinco días después de haber ganado el campeonato mundial de Fórmula 1. Para los aficionados fue toda una sorpresa. Pero para él es un paso lógico, opina Joscha Weber.

Formel Eins Grand Prix Qualifikation in Japan Nico Rosberg
Imagen: Picture-Alliance/AP Photo/T. Takahashi

Antes que nada una cosa: para muchos fanáticos del automovilismo, y en especial para los alemanes, el viernes (02 de diciembre de 2016) fue un día triste. Nico Rosberg anunció e fin inmediato de su carrera deportiva en la Fórmula 1. Uno de los mejores pilotos de su tiempo se va, apenas con 31 años de edad. Las primeras reacciones en las redes sociales reflejan sorpresa y conmoción. En cambio, para Nico Rosberg fue un gran día. Un día del cual puede estar orgulloso.

Solo unos cuantos héroes del deporte han conseguido retirarse en la cúspide de sus carreras. En el momento de su gran triunfo, se ven rodeados de personas que les dan palmadas en el hombro, de aficionados y de patrocinadores que tratan de cerrar lucrativos contratos publicitarios. La tentación de continuar es muy grande. Pero también lo son los riesgos. Cuando se está en la cima ya no se puede subir más. Medios, críticos y espectadores esperan que los éxitos se repitan. Nico Rosberg está condenado a ganar. Y por eso asume las consecuencias.

Una frase que desarma a los críticos

¿Por qué renuncia ahora Rosberg? ¿Acaso no es un paso demasiado apresurado? No. La carrera de Rosberg ha durado bastante, y le ha costado mucha energía. "En los 25 años de mi carrera siempre fue mi sueño ser campeón de la Fórmula 1. Mi único y más grande sueño”, explicó el piloto y con ello dio un indicio de las razones que a muchos les parecen un misterio. Ya desde niño, el hijo del campeón de Fórmula 1, Keke Rosberg, comenzó a correr autos tipo kart con un permiso expedido en Finlandia. Fue la primera etapa de un camino largo y exigente hacia la cima. Rosberg entrenó duro y con eficacia. Y sin embargo, al principio de su carrera en la Fórmula 1 quedaba a la zaga. Luego de algunos fracasos vinieron dudas en sí mismo, y más aún cuando su compañero de escudería, Lewis Hamilton, comenzó a correr más rápido que él.

Joscha Weber, redactor de deportes de DW

Rosberg es un perfeccionista. Un hombre que quiere ganar. Y las "decepciones”, como llamaba él a los triunfos que se le escapaban por poco, hicieron su efecto y le costaron energía. "Como loco” trabajaba para "darlo todo” a fin de alcanzar el éxito. El automovilismo fue lo más importante en su vida por más de 25 años. Y esto dejó huella en él y en su familia. Para su esposa Vivian y su hija Alaia será ahora "un verdadero esposo y papá”: les dedicará el tiempo del que antes tuvieron que prescindir. "Sigo a mi corazón”. Esa sola frase desarma cualquier intento de crítica a su decisión.

Hay cosas mas importantes

Seguramente, Rosberg hubiera conquistado más victorias, sobre todo ahora que cuenta con un auto de holgadas capacidades. ¿Pero cuál sería el precio? Los amargos duelos con los rivales y con su colega Hamilton lo llevaron al límite, como lo mostró el espectacular choque entre ambos en el Gran Premio de España, en mayo pasado. Rosberg ya tiene suficiente de esta lucha. Hay cosas más importantes que dar vueltas y vueltas a bordo de un bólido.

 

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