Opinión: no subestimar las leyes migratorias de Trump
Michael Knigge
22 de febrero de 2017
A diferencia de la polémica prohibición de ingreso a ciudadanos de ciertos países, las últimas normas de migración de Trump no despertaron demasiado interés, pese a suponer un gran cambio en EE.UU., dice Michael Knigge
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A la administración de Trump hay que concederle el crédito que merece. El hecho de que el Departamento de Seguridad Nacional informase a los periodistas, que la aplicación de las normas dictadas por el presidente no derivaría en deportaciones masivas de indocumentados ni afectaría a los llamados Dreamers (personas introducidas ilegalmente en el país cuando eran niños), fue un movimiento inteligente.
Este movimiento estaba dirigido a mitigar el impacto de las nuevas medidas y evitar protestas públicas similares a las que siguieron a los primeros decretos de Trump sobre migración. Sin embargo, aunque no se vaya a deportar masivamente a los Dreamers ni a otros, esta nueva regulación es crucial y supone un punto de inflexión en la posición del gobierno estadounidense frente a los indocumentados.
"Deportador en Jefe"
En contra de lo que muchos piensan, la política de Washington no ha sido exactamente laxa con la inmigración ilegal. De hecho, el ex presidente Barack Obama deportó a más personas que cualquiera de sus predecesores republicanos o demócratas. Durante el mandato de Obama, las cifras alcanzaron un récord en 2013, con casi 440.000 deportaciones. El entonces presidente fue etiquetado como "Deportador en Jefe” por la directiva del mayor grupo de defensa de los hispanos en Estados Unidos.
Si en sus últimos años la administración de Obama había limitado el número de deportados, centrándose en los que tenían antecedentes penales, ahora la administración Trump endurecerá aún más la postura contra los indocumentados. Pero todavía más importante es que aumentará el número de personas sujetas a estas deportaciones. Cualquiera que haya violado las leyes de migración podría ser un candidato potencial para ser expulsado.
Además, la llamada "Deportación Acelerada” del Departamento de Seguridad Nacional ampliará aún más el alcance de tales medidas, dando más margen de maniobra a las autoridades estatales y regionales para determinar quién es susceptible de deportación, y a los oficiales de migración para decidir quién representa una amenaza para la seguridad nacional. En conjunto, estas reglas de Trump derivarán probablemente en un aumento de las deportaciones.
Reglas equivocadas
Aunque las nuevas medidas de Trump gocen de cierta popularidad – no solo entre sus partidarios sino también entre otros muchos estadounidenses – son medidas equivocadas. Una cosa –y correcta- es deportar a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales que supongan un claro peligro para la seguridad nacional. Otra cosa- errónea- es estigmatizar a un grupo de población como los indocumentados. Estos ya están de por sí suficientemente estigmatizados y, de acuerdo a las últimas investigaciones, cometen menos crímenes que los propios nativos estadounidenses. La medida aumentará aún más la profunda la división del país.
Sin embargo, esa no es la única razón para considerar que esta es una política equivocada. Concentrar tantos recursos financieros y humanos del Departamento de Seguridad Nacional y otros cuerpos gubernamentales en un grupo de población que, comparado con otros retos, implica un riesgo muy limitado para la seguridad nacional, es simplemente un desperdicio.
¿Quién gobierna en Estados Unidos?
Banqueros, generales y escépticos del clima conforman el gabinete de Donald Trump. Aquí un panorama del equipo original de asesores y ministros, en que ya ha habido algunas bajas.
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Los ministros y asesores de Donald Trump
Los asesores y ministros del multimillonario Donald Trump conforman juntos el más rico gabinete en la historia de los Estados Unidos. Muchos de ellos ganaron millones en el banco de inversiones Goldman Sachs. Trump nombró también a varios exgenerales como ministros, algo desacostumbrado en el país.
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Alexander Acosta, secretario del Trabajo
Nacido en Miami (Florida), Alexander Acosta es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad de Harvard. Acosta fue miembro de la Junta Nacional de Relaciones Laborales, trabajó como abogado en la División de Derechos Civiles durante el Gobierno del expresidente George W. Bush y, más recientemente, fue decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Florida.
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EE. UU.: Jeff Sessions, nuevo fiscal general
Jeff Sessions, senador por Alabama, fue confirmado por la Cámara alta estadounidense como fiscal general. Un largo debate –en el que los republicanos forzaron a callar a la senadora demócrata Elizabeth Warren para que no criticara a Sessions– terminó con 52 votos a favor y 47 en contra del septuagenario, una figura controvertida debido a sus posturas en materia de migración y de género. (8.2.2017)
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Steve Bannon, asesor jefe
Steve Bannon, periodista, fue jefe de campaña de Trump. Bannon es responsable de la página web de noticias "Breitbart News Network", de extrema derecha, racista y antisemita. El grupo mediático Bloomberg lo ha calificado de "uno de los más peligrosos estrategas políticos de Estados Unidos". Ganó millones como empleado de Goldman Sachs.
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Jared Kushner, primer asesor en la Casa Blanca
Jared Kushner es el esposo de la hija de Trump Ivanka. En realidad, un presidente no puede emplear a familiares. Kushner argumenta que eso no vale para puestos de asesores. Kushner es empresario inmobiliario y gestor de medios. En 2006 compró el periódico New York Observer, uno de los pocos diarios que apoya a Trump.
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Rex Tillerson, secretario de Estado
Rex Tillerson fue elegido para el cargo de secretario de Estado. El texano de 64 años es CEO de ExxonMobil desde 2006. Conoce a Vladímir Putin desde hace más de 20 años. Como jefe de la diplomacia, deberá decidir sobre las sanciones contra Rusia. Otros temas importantes: la guerra en Siria, las relaciones con China y las provocaciones de Corea del Norte.
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Scott Pruitt, secretario de Medio Ambiente
Donald Trump eligió como nuevo responsable de la política medioambiental de Estados Unidos a Scott Pruitt; un veterano fiscal de Oklahoma que no cree en la contribución del ser humano al cambio climático y que ha dedicado los últimos años a bloquear en los tribunales las regulaciones de Barack Obama para luchar contra el calentamiento global.
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Linda McMahon, titular de la Agencia para el Desarrollo de la Pequeña Empresa
Hace nueve años, Donald Trump afeitó la cabeza del marido de la magnate de la lucha libre Linda McMahon, en directo y por televisión; y ahora la designó para dirigir la Small Business Administration, una posición a nivel de gabinete encargada de las pequeñas empresas. McMahon está casada desde hace 50 años con el multimillonario Vince McMahon.
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Ryan Zinke, secretario de Interior
En EE. UU., el ministerio del Interior nada tiene que ver con seguridad interna. De ello son responsables el Ministerio de Seguridad Nacional y la Justicia. Tarea de Zinke es controlar un quinto de los terrenos públicos, entre ellos los parques nacionales. Zinke aboga por reducir los controles ambientales, por ejemplo, en relación con la explotación de petróleo y la mineria.
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Michael Flynn, asesor de Seguridad Nacional
El primer asesor de Donald Trump en Seguridad Nacional es el exgeneral Michael Flynn. Durante la campaña, Flynn calificó a Barack Obama de "mentiroso", dijo que la Justicia está corrompida y comparó a Hillary Clinton con las milicias de Al Qaeda. Otros generales lo han criticado por sus posiciones en política de seguridad y está considerado hoy un "outsider".
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Dan Coats, jefe de Inteligencia Nacional
El jefe de Inteligencia Nacional es Dan Coats. Es el principal asesor en temas de inteligencia y supervisa y coordina las acciones de todo el aparato militar y civil de los servicios de información y de espionaje. El exsenador fue embajador de Estados Unidos ante Alemania durante el primer gobierno del presidente George W. Bush. A diferencia de Trump, está considerado un crítico de Rusia.
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Rick Perry, secretario de Energía
Donald Trump eligió al exgobernador de Texas Rick Perry como su secretario de Energía. El político de 66 años fue uno de los rivales de Trump en las primarias del Partido Republicano. Perry se retiró prematuramente. Apoya a la industria del petróleo. Su objetivo es asegurar la independencia energética de EE. UU. a todo precio.
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Sonny Perdue, secretario de Agricultura
El veterinario Sonny Perdue fue gobernador de Georgia desde 2003 hasta 2011, y previamente, legislador de su estado. Es republicano desde 1997. Anteriormente había apoyado a los demócratas. Fundó una empresa de exportación .Los críticos lo acusan de recibir sueldos de grandes grupos agrícolas y químicos.
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Mike Pence, vicepresidente
Pence es un político experimentado. Luego de trabajar como abogado y conducir un programa de radio de corte conservador, trabajó doce años en la Cámara de Representantes antes de convertirse en gobernador de Indiana, en 2013. Se opone al aborto y al matrimonio homosexual. Se describe como "cristiano, conservador y republicano", en ese orden.
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Jeff Sessions, secretario de Justicia
Senador de Alabama, fue uno de los primeros en manifestar su apoyo a Trump. Se le conoce por su línea dura contra la inmigración. Además es acusado de racismo. Aún no fue confirmado en el cargo. Sally Yates, ministra interina en el cargo, fue expulsada por Trump del Gabinete el 30.01.2017 por oponerse a la prohibición de entrada al país de ciudadanos de algunos países mayoritariamente musulmanes.
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John Kelly, secretario de Seguridad Nacional
Especial conocedor de América Latina, lideró de 2012 a 2016 el Comando Sur de EE. UU., encargado desde el combate al crimen organizado hasta la ayuda en desastres naturales, pasando por entrenamientos de militares de América Central, del Sur y el Caribe. Fur supervisor de la controvertida prisión militar de Guantánamo. Su hijo mayor fue muerto en Afganistán durante un combate en 2010.
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Ben Carson. secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano
Carson es un neurocirujano retirado. Una de sus primeras incursiones en la política fue como opositor a Trump en las primarias republicanas. Durante la campaña, Carson hizo controvertidas declaraciones acerca de la evolución y el cambio climático. La homosexualidad es en su opinión una decisión voluntaria.
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Betsy DeVos, secretaria de Educación
DeVos es promotora de las llamadas "charter schools", instituciones escolares financiadas con fondos públicos pero operadas de manera privada. Desde hace mucho hace generosas contribuciones al Partido Republicano y su suegro es Richard DeVos, multimillonario, fundador de la empresa Amway. Quiere animar a los padres a enviar a sus hijos a escuelas privadas en lugar de las públicas.
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Mike Pompeo, director de la CIA
Mike Pompeo, diputado por Kansas, es el nuevo director de la CIA. Durante la campaña, fue uno de los más duros críticos de Hillary Clinton. El anterior director de la CIA, John Brennan, advirtió a Trump de que sería "desastroso" y una "locura" abandonar el acuerdo nuclear con Irán, como quiere Pompeo. Trabajó como abogado, fundó una empresa de seguridad y trabajó en la industria del petróleo.
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James Mattis, secretario de Defensa
El secretario de Defensa, el general retirado James Mattis, no sólo es conocido por sus capacidades como soldado o estratega, sino por sus polémicas declaraciones. Apodado "perro loco", a Mattis se le atribuye la frase: "Sé educado, pero ten un plan para matar a todo el que te encuentres". Es adversario del acuerdo atómico con Irán.
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Steven Mnuchin, secretario de Hacienda
Steven Mnuchin es un exbanquero. Fue jefe de Finanzas deTrump durante la campaña. Es considerado un insider de Wall Street y un defensor de una "mano flexible" con bancos y fondos. Mnuchin quiere rebajar el impuesto a las empresas a un 15 por ciento y simplificar las declaraciones impositivas para ciudadanos con ingresos medios.
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Tom Price, secretario de Salud
Tom Price, un acérrimo crítico de la reforma sanitaria de Barack Obama, es el secretario de Salud de Trump. Este médico, nacido en Atlanta (Georgia) lleva años haciendo campaña para abolir el aborto. Anteriormente fue presidente de la comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados.
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Wilbur Ross, secretario de Comercio
Wilbur Ross es un inversionista multimillonario. Ross es conocido por comprar empresas de acero y del carbón y revenderlas para obtener ganancias múltiples. Tiene tanta mala fama que lo llaman "el rey de las bancarrotas". En el banco de inversiones Rothschild fue especialista en quiebras de empresas.
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Nikki Haley, embajadora ante las ONU
Nikki Haley, gobernadora más bien moderada de Carolina del Sur, es hija de inmigrantes indios. Aunque Haley no hizo activamente campaña con Trump, fue escogida por él para presentar una cara amable ante el mundo.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Reynolds
Elaine Chao, secretaria de Transporte
Elaine Chao fue secretaria de Trabajo durante el Gobierno de George W. Bush y es esposa de Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Congreso. Nació en Taipei, Taiwán. Es una de las pocas mujeres en el entorno político de Trump. Los sindicatos la acusan de tratar con preferencia a empresas y grupos económicos.
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Reince Priebus, jefe de Gabinete
Reince Priebus está considerado el arquitecto de la victoria de Trump. Como jefe de Gabinete, está al tanto de todas las actividades de Trump. Este experimentado político mantiene estrechas relaciones con la cúpula del Partido Republicano, particularmente con el presidente de la Cámara de Diputados, Paul Ryan.