Los republicanos en la Cámara baja del Congreso de EE. UU. aprobaron un proyecto de ley de Trump que desmonta parcialmente el seguro médico asequible que entró en vigor durante la gestión de Obama. Miodrag Soric comenta.
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Cada estadounidense debe poder regir su propio destino. Con esas palabras, el portavoz de la Cámara baja del Congreso, el republicano Paul Ryan, promovió la reforma de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, conocida como "Obamacare” por haber sido uno de los proyectos emblemáticos de la gestión presidencial de Barack Obama (2009-2017). Ryan hablaba como si sus compatriotas corrieran el peligro de ver sus vidas conducidas por burócratas de Washington. ¡Patrañas! En realidad la sociedad pierde una manera de mostrarse solidaria con aquellos que ya no están en capacidad de ayudarse a sí mismos.
"Trumpcare”, así han bautizado los republicanos el proyecto de ley que desmonta parcialmente la iniciativa de seguridad sanitaria de Obama y supone un paso más en la retirada del Estado de los ámbitos que le competen. Millones de estadounidenses podrían perder su seguro médico, por más que los republicanos insistan en que eso no pasará. Se ha dicho que aquellos con enfermedades preexistentes o dolencias crónicas seguirían estando asegurados; pero no está claro de dónde saldrá el dinero para cubrir su asistencia médica.
Hasta ahora el proyecto de ley promovido por el presidente Donald Trump no ha sido aprobado definitivamente. Todavía falta que el Senado lo someta a votación. Antes de que eso ocurra, la Cámara alta sugerirá enmiendas. Eso significa que el maratón de negociaciones continuará, nadie sabe por cuánto tiempo. Esas negociaciones pueden durar meses. No obstante, a los ojos de Trump, la votación en la Cámara baja del Congreso fue un éxito: los republicanos vienen jurando desde hace siete años que anularán "Obamacare” y lo remplazarán por un sistema mejor. Los intentos han fracasado hasta ahora. La reciente votación en la Cámara baja del Congreso sugiere que, bajo el mandato de Trump, los republicanos han adquirido margen de maniobra y capacidad de mando.
Se ganó la batalla, no la guerra
Este éxito le dará más ímpetu al Partido Republicano. En Washington, tras bastidores, ahora se trabaja con mayor ahínco en una reforma tributaria que reduzca los impuestos pagados por los más pudientes. Wall Street debe estarse frotando las manos de alegría. Una reducción de los impuestos y de las prestaciones sociales suele traducirse en cotizaciones de acciones más altas. Como comentó un corredor de bolsa cínicamente: "La Bolsa no es una oficina de servicios sociales”.
El triunfo en la Cámara baja del Congreso permitirá que Trump y Ryan se entiendan mejor. El vocero de la Cámara baja le avisó al mandatario sobre su primera "victoria legislativa”. Ese tipo de cosas lima asperezas y une. Todas las especulaciones sobre la inminente sustitución de Ryan en Washington se han disipado.
Pero, ¿tiene el resto del mundo que prestar atención a lo que ocurra con la reforma sanitaria estadounidense o con las querellas internas del "gigante norteamericano”? Por supuesto que sí. Esos asuntos son los indicadores de la distribución del poder político en Washington. Los republicanos tardaron mucho en acostumbrarse a Trump como representante de sus intereses. Ahora lo siguen. Eso también robustece la postura de Trump de cara a la escena internacional. Por otro lado: el desmontaje de las prestaciones sociales en Estados Unidos atiza miedos. ¿Qué pueden esperar de Estados Unidos las naciones más pobres cuando Trump se deslinda de sus responsabilidades con los más débiles de su propio país?
Donald Trump, el presidente impredecible
Son los primeros tres meses de una larga presidencia. No hay nada semejante a Trump. El presidente 45 de Estados Unidos hace que el mundo aguante la respiración.
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Discurso inaugural
El primer discurso presidencial tras la toma de posesión el 20 de enero en las escaleras del Capitolio fue una extensión de la campaña. Casi de manera agresiva anunció los lineamientos de su nueva política: “Primero Estados Unidos”. El país estaría experimentando una masacre, dijo, y eso debe acabar. Frente al asombro de todo el mundo, la pregunta era: ¿qué planea este hombre?
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Ilusión óptica
¿Se ven más personas a la izquierda que a la derecha? ¡Se equivoca! Lo que pasa es que usted aún no puede aceptar las “verdades alternativas”. Exactos ocho años separan a las fotografías. Las manchas blancas de la derecha muestran la ausencia de visitantes el día de la posesión de Donald Trump el 20 de enero. El interés por la asunción de Barack Obama el 2009 fue indiscutiblemente mayor.
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La mujer a su lado
No se sabe mucho de ella. Melania Trump, la tercera esposa del presidente, es de Eslovenia. Exmodelo y madre de Barron William (2006), el hijo presidencial más joven desde John F. Kennedy Jr. Por eso se la compara a veces con Jackie Kennedy, por lo menos en lo que respecta a la moda.
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Muchos detractores animados
Protestas en masa contra el nuevo jefe de la Casa Blanca. Y esto ya desde el segundo día. Sólo en Washington había alrededor de 500.000 manifestantes en las calles en la “Marcha de las Mujeres”. En protestas paralelas, desde Nueva York hasta Los Angeles, se movilizaron más de cuatro millones de personas. Ya desde el principio, Trump polarizaba y agravaba las divisiones en el país.
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Un decreto tras otro
Trump gobierna por decreto. ¿Cómo? Los decretos los firma en serie utilizando el instrumento de poder de sus facultades ejecutivas, que utiliza frente al Congreso, siempre de manera legal. Sin embargo, con su prohibición de entrada para los musulmanes de varios países se excedió. Los tribunales federales detuvieron su aplicación. Mucho se preguntan: ¿sabe él lo que está haciendo?
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Los murmuradores
Su punto de apoyo, su inspiración. Stephen Bannon se convirtió en jefe de estrategias en la Casa Blanca. El controvertido periodista y exdirector en jefe del derechista “Breibart News” se autoproclamó como un economista nacionalista y le recomendó a Trump desmantelar por completo el aparato estatal. Al día 76 de su mandato lo separó del círculo del Consejo Nacional de Seguridad.
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La manipuladora
Ella es la madre de los “hechos alternativos”. Kellyanne Conway, abogada e investigadora de mercado, es la consejera oficial del presidente. Ya es conocida en el ámbito político como un “camaleón” muy notorio. Ya sea inventando una masacre, para legitimar la prohibición del ingreso de musulmanes, o a través de su apariencia “adolescente” en la Oficina Oval.
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Una entre millones
Guadalupe García de Rayos es el rostro del decreto presidencial del 25 de enero. La madre mexicana de dos niños nacidos en los Estados Unidos es una de las más de once millones de “indocumentados” que viven en el país. La mujer, de 36 años, fue detenida y deportada a México sin su familia. Exactamente lo que anunció Trump en la campaña electoral.
Su política recuerda a un permanente “Estado de Emergencia”. Comentadores y caricaturistas han ejercitado su creatividad con un presidente que abiertamente gobierna sin tabúes. En los carnavales de Alemania los diseñadores de carros fueron poco delicados a la hora de representar a Trump, haciendo referencia a la elocuente y famosa “Libertad” norteamericana.
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Frontera cerrada
Lo que aún está por decidirse será noticia en los próximos años. La frontera sur de Estados Unidos deberá convertirse en un obstáculo insuperable para los mexicanos. Eso también prometió Trump en la campaña electoral. Las familias separadas ya se reúnen en la valla, pero apenas les queda espacio para tocarse los dedos.
Imagen: Reuters/J. Duenes
Así lucen los perdedores
Siete años han luchado los republicanos contra “Obamacare”, la reforma de salud del gobierno saliente. Cuando tuvieron la oportunidad de realizar el cambio de sistema, el ala ultraconservadora empujó su reemplazo total. Paul Ryan, vocero de los republicanos en el Congreso, tuvo que reconocer la derrota. La imagen de Trump como “negociador” se vio debilitada.