Aunque la paz parezca muy cerca, puede ser aún inalcanzable, si sus enemigos ganan la puja por la Colombia que quieren, una del ayer. ¿Quién se impondrá? Los colombianos están a punto de decidir sobre su futuro.
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No pocos extranjeros se sorprenden de que en Colombia pueda existir alguien en contra de la paz, o por lo menos, en contra del Acuerdo de Paz, impulsado por el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, y aceptado por la guerrilla de las FARC.
Pero lo que algunos -extranjeros como nacionales - no tienen en cuenta es que lo que en Colombia ha tenido lugar durante más de medio siglo es una guerra, que solo ha sido posible mantenerse porque, amén de los 250.000 muertos y 6 millones de desplazados, siempre ha habido ganadores: empezando por las mismas guerrillas FARC y ELN, como representantes de la ultraizquierda armada, y siguiendo con la ultraderecha, surgida de la contraguerrilla paramilitar, con la colaboración y el auspicio de caudillos políticos y usurpadores de tierras.
Una fatídica alianza a la que luego se unirían católicos y “cristianos” ultraconservadores que mantiene el sueño de la “refundación de la Patria”. Una Colombia de pesadilla ubicada en algún lugar de un siglo pasado que se creía superado.
El botín de la guerra
Los ganadores de la guerra, tanto de la ultraizquierda como de la ultraderecha, se definen en Colombia por la cantidad de tierras robadas, tanto a civiles como al Estado: 6 millones 500 mil hectáreas de tierra, el 15% del territorio nacional de Colombia. Este es el mayor botín de la guerra en Colombia, un despojo de dimensiones “coloniales” que no tiene parangón en el mundo actual, a no ser que se vincule con “limpieza étnica”, como otrora en Serbia. No falta recordarlo: este es un crimen de colombianos contra colombianos. Eso sí, de armados contra desarmados.
Una guerra se acaba porque la supremacía de las armas de uno de los bandos es tan efectiva que aniquila totalmente al enemigo o porque el poder de disuasión surte el mismo efecto. O, porque las partes enfrentadas reconocen que ninguna podrá imponerse por la vía de las armas y prefieren sentarse a negociar la paz. Esto es lo que, después de más de 30 intentos en Colombia, ha logrado concretarse en La Habana. Un proceso y un Acuerdo tan completo como nunca se había hecho antes, gracias a que las experiencias de varios continentes fueron allí reunidas.
La quimera de otra negociación
Pero no por ello, este Acuerdo de Paz es un tratado perfecto. Nunca lo ha habido ni lo habrá. Por triste que sea, no hay sistema que garantice que todos los crímenes cometidos en una guerra sean esclarecidos, y menos resarcidos. Los procesos de Núremberg, un hito ejemplarizante de la Justicia internacional, solo lograron llevar al banquillo al 2% de los criminales de la dictadura nazi.
La guerra genera una cadena interminable de crimen, venganza, odio y traumatismo que solo es posible romper, como ya anotamos, o con un arma supraletal o con el poder del diálogo. Desde luego que es mejor tener a 5 senadores de las FARC en la Cámara de Representantes debatiendo con argumentos, y sin armas, y no ordenando atentados contra civiles, soldados y policías. No por eso va a resucitar Chávez en Colombia, como hacen creer algunos.
Odiar para vencer
¿Pero quién quiere aceptar esto si la guerrilla secuestró, mutiló, mató o despojó a su familia? Es comprensible que aún algunas víctimas no quieran saber de “paz” alguna con las FARC. La arrogancia de las FARC es aún tan grande como los daños que cometieron en cinco décadas. Lo menos comprensible es que muchos colombianos, que solo conocen la guerra de la televisión, crean que la guerra debe continuar. A sus hijos empero, no los envían a pagar servicio militar.
Así como es cierto que el rechazo a sus crímenes se ha convertido en algunos en patológico aborrecimiento, igual de detestable es la utilización de ese trauma por parte de líderes políticos para reunir adeptos contra el Acuerdo de Paz. La quimera de que otro líder o partido puede luego negociar una mejor paz, es eso, una quimera. Lo demás es ahondar el ya profundo odio que impide cualquier paz y reconciliación. Y este parece ser el verdadero objetivo de quienes en Colombia aún sueñan con la “Refundación de la Patria”. Un "divide et impera" convertido en "Odi et impera".
Así lo prueba su sangrienta oposición a la Ley de Restitución de Tierras, en vigencia desde 2011. Solo la ONG Forjando Futuros cuenta 79 asesinatos de personas que han buscado recuperar sus tierras. El rechazo a devolver lo robado está conectado al rechazo a la paz.
Así mientras la ultraderecha busca parar la paz, la guerrilla quiere lograrla sin pagar mucho por sus crímenes. El Acuerdo obligará a ventilar buena parte de la verdad y con los tribunales del posconflicto se propone esclarecer muchos de los crímenes cometidos por quienes han sacado partido de la guerra: los despojadores de tierras.
Este es el gran temor de los líderes del rechazo a la paz, que - ¡vaya coincidencia! - han sido los mismos ganadores de la guerra. Aquellos que quieren refundar el país tras parar el progresismo impulsado por la Constitución de 1991 porque no encuentran versículo en la Biblia que hable de igualdad de género, y menos de diversidad sexual. Hay pocos momentos en la historia de los países, en los que sus sociedades tienen el privilegio de decidir sobre su propio destino. Aún no es claro si los colombianos votarán en plebiscito por un salto adelante, o uno atrás.
Cronología del proceso de paz en Colombia
El histórico acuerdo alcanzado en la Habana es la culminación de un largo y complicado proceso. DW lo presenta un una selección de imágenes con los momentos más destacados.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Ernesto
Colombia: la paz soñada
Repasamos la cronología del proceso de paz que llevó al histórico acuerdo del miércoles 23 de septiembre entre Santos y Timochenko.
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Lage
Llegada de Santos, primeros contactos
Agosto de 2010 - Según Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, las primeras conversaciones informales con las FARC se remontan al período inmediatamente posterior a su toma de posesión en el cargo, lo cual tuvo lugar el 7 de agosto de 2010.
Imagen: AP
Diálogo exploratorio en La Habana
23 de febrero de 2012 - Da comienzo en La Habana (Cuba) un diálogo exploratorio directo con los representantes de los rebeldes. Este finaliza el 26 de agosto con la firma del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera.
Imagen: AP
Se inician las conversaciones del proceso de paz
19 de noviembre de 2012 - Comienzan formalmente las conversaciones del proceso de paz en La Habana, con Cuba y Noruega como garantes y Venezuela y Chile como países acompañantes. En este momento, el jefe de la delegación gubernamental es Humberto de La Calle y el de las FARC, Iván Márquez. Un mes antes, en octubre, habían iniciado negociaciones en Oslo, Noruega.
Imagen: dapd
Acuerdo parcial sobre desarrollo agrario
26 de mayo de 2013 - La negociación da el primero de sus frutos: se alcanza un acuerdo parcial sobre desarrollo agrario, que formaba parte de la hoja de ruta de seis puntos pactada por ambos bandos. "Es el inicio de transformaciones radicales de la realidad rural y agraria de Colombia, con equidad y democracia", señalan en un comunicado conjunto.
Imagen: AFP/Getty Images
Suspensión temporal del diálogo
Del 23 al 26 de agosto de 2013 - Se produce una suspensión temporal del diálogo por parte de las FARC en respuesta a la propuesta gubernamental de de realizar un referéndum sobre el probable acuerdo de paz y no convocar una Asamblea Constituyente. Según la guerrilla, la "pausa era para centrarse exclusivamente en el análisis del referendo".
Imagen: Reuters
Segundo acuerdo entre el Gobierno y las FARC
6 de noviembre de 2013 - El Gobierno colombiano y las FARC anuncian el acuerdo en torno al segundo de los seis puntos de la agenda de paz. En este caso giraba en torno a la cuestión de la participación política. El resultado consensuado incluía garantías para el ejercicio de la oposición política y el acceso a medios de comunicación, así como medidas para promover una mayor participación política.
Imagen: Yamil Lage/AFP/Getty Images
Escándalo de espionaje
3 de febrero de 2014 - Estalla un escándalo de espionaje en el país relacionado con las negociaciones de paz: las autoridades colombianas detienen a tres militares por su presunta vinculación con el hackeo y espionaje de los correos electrónicos de Santos, Humberto de la Calle (jefe del equipo negociador del gobierno) y Sergio Jaramillo (Alto Comisionado para la Paz).
Imagen: Reuters/John Vizcaino
Tercer acuerdo: cuestión de las drogas ilícitas
16 de mayo de 2014 - Llega el tercer acuerdo entre ambas partes, por el cual las FARC adquieren el compromiso de contribuir en la búsqueda de la “solución definitiva al problema de las drogas ilícitas” y, en un escenario de fin de conflicto, de “poner fin a cualquier relación (…) que se hubiese presentado con este fenómeno”.
Imagen: picture alliance/dpa
Las víctimas toman la palabra
15 de agosto de 2014 - Llega a La Habana el primero de los cinco grupos de 12 víctimas para reunirse con los negociadores del Gobierno y de las FARC. En total son 60 las víctimas escogidas por la ONU y la Universidad Nacional de Colombia para participar en la discusión.
Imagen: YAMIL LAGE/AFP/Getty Images
Nace la Comisión Histórica del Conflicto
21 de agosto de 2014 - Creación de la Comisión Histórica del Conflicto, integrada por 12 expertos y dos relatores, con la tarea de investigar los “principales factores y condiciones que han facilitado o contribuido a la persistencia del conflicto”, así como sus “orígenes”, sus “múltiples causas” y “los efectos e impactos más notorios sobre la población”.
Imagen: Presidencia de Colombia
Secuestro de Rubén Darío Alzate
Del 16 de noviembre al 10 de diciembre de 2014 - Se suspenden temporalmente las conversaciones por el secuestro por parte de las FARC del general Rubén Darío Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada al servicio del Ejército Gloria Urrego.
Imagen: Reuters//Colombian Army press office
Primera tregua unilateral de las FARC
20 de diciembre de 2014 - Comienza la primera tregua unilateral e indefinida de las FARC. El 10 de marzo de 2015 Santos ordena por un mes de los bombardeos contra la guerrilla. Entre ambas fechas, las FARC anuncian que no reclutarán a más menores de 17 años (12 de febrero) y se alcanza un acuerdo de desminado conjunto entre militares y guerrilleros (7 de marzo).
Imagen: Getty Images/ Y. Lage
Mortal ataque de las FARC pone fin a la tregua
15 de abril de 2015 - Mueren 11 militares en un ataque de las FARC, días después de que Santos renovase por un mes la tregua de bombardeos. El 23 de mayo las FARC ponen fin a la tregua unilateral e indefinida, tras un bombardeo del Ejército colombiano en el que murieron 27 guerrilleros, entre ellos el negociador de las FARC “Jairo Martínez”, su nombre real era Pedro Nel Daza Martínez.
5 de junio - Creación de la Comisión de la Verdad, un mecanismo “independiente e imparcial de carácter extrajudicial” que deberá “promover el reconocimiento de las víctimas” cuyos derechos fueron vulnerados durante el conflicto armado, según anunciaron los representantes de Cuba y Noruega.
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Lage
FARC: Tregua unilateral de un mes
17 de septiembre - Las FARC anuncian una nueva tregua unilateral. Cinco días después, Santos ordena la suspensión de los bombardeos.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Pujol
Las FARC quieren ser un movimiento político
17 de septiembre de 2015 - Las FARC anuncian que están listas para convertirse en movimiento político. “Nosotros estamos listos para proseguir la marcha concertada de la voluntad nacional hacia el acuerdo definitivo, punto de partida para las transformaciones democráticas y progresistas. La paz está tocando la puerta de Colombia”, anuncia su jefe negociador, Iván Márquez.
Imagen: Reuters/Presidency-Peace Office/Handout
"Ha llegado la hora de la paz"
23 de septiembre de 2015 - Santos y Timochenko se encuentran en La Habana y anuncian un acuerdo por el cual se crea una “jurisdicción especial”. Se fijan el objetivo de firmar la paz en marzo de 2016, como máximo.