Opinión: ¿Por qué el veredicto sobre Facebook nos importa?
Martin Muno
12 de julio de 2018
Con el fallo del Tribunal Supremo Federal sobre los derechos hereditarios de una cuenta de Facebook, el mundo digital se ha acercado un paso más al real, opina Martin Muno.
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Hoy, el Tribunal Supremo Federal dio a conocer en última instancia el veredicto sobre una cuenta de Facebook. Una chica de 15 años murió en circunstancias no aclaradas. No se puede descartar que fuese un suicidio. Y, por supuesto, los padres quieren saber qué pasó. ¿Estaba la menor desesperada? ¿Fue víctima de acoso? En el mundo analógico, es posible leer las cartas o los diarios del difunto para encontrar respuestas a estas preguntas angustiosas. Pero en las redes sociales sí hay algunos obstáculos abstractos en el camino: datos de acceso, el secreto de las telecomunicaciones y, sobre todo, los términos y condiciones de las correspondientes compañías.
El Tribunal Federal Supremo de Justicia de Karlsruhe decidió que los padres tengan acceso a la cuenta de Facebook de la hija fallecida. Es un veredicto aislado, que equipara las cartas materiales, los diarios y las cuentas virtuales de las redes sociales.
En 2018, se trata de un veredicto tardío, pero así y todo plantea ciertas preguntas. ¿Qué pasa si realmente hubo acoso? ¿O la adolescente fue animada a suicidarse en uno de esos nefastos foros? Al final, ¿incluso por un amigo? ¿Ayuda tal información a procesar el dolor u origina nuevas heridas? Son preguntas a las que la Justicia no puede dar respuesta.
Nuestros datos vivirán para siempre
Aunque se trató como un caso excepcional y dramático, su principio fundamental, el veredicto nos atañe a todos: porque cuando muramos, sobrevivirán montañas de datos nuestros. Hay textos, fotos, videos en Facebook, WhatsApp, cuentas de correo electrónico, foros en línea o datos en nubes virtuales. Alguna que otra información puede contener información íntima que, bajo ninguna circunstancia, queremos que se haga pública a nuestros herederos. O, visto desde el lado positivo, tal vez hayamos acumulado una pequeña fortuna de criptomonedas en algunos servidores a los que los herederos no pueden acceder.
Si no queremos perder el control sobre todo esto, tenemos que encargarnos de nuestro patrimonio digital. Aquí nosotros mismos tenemos que actuar, porque la ley de cien años de derecho hereditario en Alemania no está diseñada para la realidad digital actual. Incluso tras la muerte, Internet sigue siendo un territorio desconocido.
Martin Muno (rmr/jov)
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Así es Facebook por dentro
Una visita a la sede de Facebook es inspiradora, pero también da miedo. Desde el Menlo Park en California, la red social afecta la rutina diaria de cerca de 2 mil millones de personas en todo el mundo.
Imagen: DW/C. Chimoy
Un típico patio en la sede de Facebook
Al llegar a la sede de Facebook uno se siente como en una verdadera ciudad, o como en la pelicula "The Truman Show". Sobre pantallas gigantescas se muestran permanentamente historias de éxito de los empleados de la compañía.
Imagen: DW/C. Chimoy
Las cifras son importantes
En la sala de entrada se encuentra una pantalla táctil donde el visitante puede comprobar el número actual de usuarios en todos los países del mundo. Aquí también se recibe la clave para el Internet interno. Ésta es "move fast" (muévete rápido).
Imagen: DW/C. Chimoy
Los piratas informáticos son buenos
La sede de Facebook se encuentra en la calle "Hacker Way". E incluso en los interiores uno tropieza a menudo con "decoraciones" como ésta. Aquí todavía se preserva la imagen del buen "hacker", consciente de la seguridad en Internet.
Imagen: DW/C. Chimoy
El amigable compañero permanente
La confianza es buena, pero el control es mejor. El visitante no puede dar un paso sin la compañía del "personal de seguridad". Tiene cierta ironía: en la red, Facebook anima a sus usuarios a revelar todos sus datos privados, pero en la sede misma andan con los labios apretados.
Imagen: DW/C. Chimoy
¿Sede de una empresa o parque de atracciones?
Esta es la zona verde ("green area") en el campus de Facebook. Los empleados no tienen horarios fijos de trabajo, disponen de restaurantes y cafeterías y las reuniones no duran más de 30 minutos. Una vez a la semana, Mark Zuckerberg responde en un video a preguntas previamente entregadas por el personal.
Imagen: DW/C. Chimoy
Ciclismo con Facebook
Para llegar al destino en este campus enorme se necesita zapatos resistentes o una bicicleta. Las bicicletas azules en la imagen son de Facebook y los 5.000 empleados las pueden usar gratuitamente.
Imagen: DW/C. Chimoy
Recuerdos, recuerdos
"Recuerdos, recuerdos de un gran tiempo son los sueños coloridos de nuestra soledad" decía la letra de un gran éxito en Alemania del cantante popular Bill Ramsey en 1959. Parece que ese hombre ya pensó de manera profética en la tienda de recuerdos de Facebook cuando compuso la canción.
Imagen: DW/C. Chimoy
Escribe algo
Incluso a los empleados de Facebook se les anima constantemente a escribir sus pensamientos sobre una "pared de ideas". También se puede observar por pantalla a otros empleados y "paredes de ideas" en las otra 16 oficinas de Facebook en todo el mundo.
Imagen: DW/C. Chimoy
Tantas ideas, tan poco espacio
La "pared de ideas" es algo que gusta mucho en Facebook. Con tantas ideas, el espacio puede ser apretado. Los empleados deben vivir la filosofía de revelar todo lo que piensan a todos en cualquier momento. En contraste, se cuenta que Mark Zuckerberg tiene la cámara de su ordenador portátil tapado con una etiqueta engomada.
Imagen: DW/C. Chimoy
Ser cool es todo
En otra pared se pueden leer otros mensajes sobre pedazos de papel, adhesivos y carteles: "Muévete rápido", "sigue adelante", "busca nuevas formas de ver", "enfoca en el impacto", y muchos más. En inglés suelen llamar esto "Bullshit-Bingo".
Imagen: DW/C. Chimoy
¿Cuarto de guerra o cafeteria?
Al final de la visita buscas refugio en una de las muchas cafeterías. Pero incluso en la "zona chill" encuentras a empleados de Facebook manejando una pantalla enorme que parece simular un ataque con misiles balísticos intercontinentales contra Estados Unidos.