Opinión: ¿Qué cara de Trump verá EE. UU. el 9 de noviembre?
23 de octubre de 2016
Los índices de popularidad en este momento indican que probablemente Trump no ganará las elecciones presidenciales de Estados Unidos. ¿Qué ocurrirá entonces? Miodrag Soric, desde Washington.
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Donald Trump sólo aceptará el resultado de la elección si gana. ¿Y qué pasa si pierde? ¿Llamará a una revolución? Trump es vago respecto a sus intenciones. Obviamente está buscando jugar un nuevo rol después de su previsible derrota. Es probable que se presente a sí mismo como un líder extra gubernamental de una oposición no partidista, voz de los hombres blancos enojados, y campeón de los perdedores de la globalización.
¿Desaparecerá tan rápido como apareció?
Mucha gente piensa que debería desaparecer, pero no es tan simple. El éxito de su populismo es un síntoma que se ve en muchas sociedades occidentales. Es obvio que la brecha entre ricos y pobres en Estados Unidos es cada vez mayor y un número creciente de puestos de trabajo paga tan poco que no alcanza para vivir. Muchas mujeres ni siquiera tienen la posibilidad de elegir entre trabajo o quedarse en casa con sus hijos. Simplemente tienen que trabajar porque necesitan el dinero.
Nadie puede negar el hecho de que los puentes de Estados Unidos, las calles y vías de tren se están cayendo a pedazos, mientras que miles de millones de dólares se gastan en guerras. Parece que siempre hay dinero suficiente para las armas, pero no para los veteranos de guerra, que a menudo recurren a la mendicidad.
¿Quién puede negar el hecho de que cientos de miles de niños -en su mayoría latinos y afroamericanos- crecen en barrios donde las escuelas son tan malas que los estudiantes no tienen casi ninguna posibilidad de conseguir un buen trabajo en el futuro? La cohesión social no se puede mejorar mediante la reducción del gasto para los pobres.
Las aflicciones estadounidenses son bien conocidas. Sin embargo, los demócratas y los republicanos se han visto tan enredados en la lucha por el poder que han perdido la mirada objetiva sobre su trabajo para gobernar el país. La desilusión de la gente con las élites y los efectos de la globalización han allanado el camino para el populismo al estilo de Trump. Trump actúa como un extraño, pero ha dado dinero a las campañas demócratas y republicanas durante décadas, y ahora dice que quiere luchar contra la corrupción.
La democracia está cuestionada
¿Por qué Trump es tan peligroso? Él no sólo cuestiona el resultado de una elección democrática, sino también la propia democracia, ya que incita a la desconfianza en las instituciones públicas, e incluso cita a los padres fundadores de Estados Unidos como una razón para hacerlo. Trump dice que ellos también eran escépticos sobre el gobierno central, aunque por otras razones.
En este momento, no existe una amenaza a la paz social en Estados Unidos. No hay señales de la "revuelta de la clase baja” que la periodista y escritora alemana Inge Klöpfer predijera años atrás. La mayoría de los estadounidenses ven a través de la fachada de Trump: primero, incita temor; luego, viene al rescate. Como sea, el próximo presidente de EE.UU. debería construir rápidamente puentes hacia los oponentes políticos, hacia las minorías y hacia los millones de personas que quieren vivir el sueño americano pero no pueden hacerlo por razones económicas.
Autor: Miodrag Soric
Para aprender: usted puede leer aquí una versión en alemán de este editorial.
Pobreza en Estados Unidos
En EE.UU., millones de personas ya no poseen lo básico para poder vivir. El problema de la desigualdad social es uno de los grandes temas del discurso del presidente, Barack Obama, a la nación.
Imagen: Getty Images
Sin techo en Los Angeles
Pasados 50 años de que el presidente Lyndon Johnson le declarara la guerra a la pobreza, en su discurso sobre el estado de la nación, el 8 de enero de 1964, ese mal sigue afectando a la mayor potencia económica mundial.
Imagen: Frederic J. Brown/AFP/Getty Images
Cuando el hambre acecha
La pobreza causa diversos males, como la falta de una vivienda y el hambre. Según un estudio del Ministerio estadounidense de Urbanismo, en 2013 aumentó el número de personas sin hogar en Nueva York. El mayor incremento porcentual de los "sin techo" se produjo en Los Angeles.
Imagen: Getty Images
Comedor comunitario
En las grandes ciudades estadounidenses, la entrega gratuita de alimentos es una medida que forma parte de la ayuda a los más necesitados. El "Food Bank for New York" entregó 400.000 comidas gratis en 2013.
Imagen: Getty Images
Tiempos duros
La Oficina Federal de Estadísticas de EE. UU. informa que casi uno de tres estadounidenses vivió al menos dos meses en la pobreza durante la recesión global, de 2009 a 2011.
Imagen: Frederic J. Brown/AFP/Getty Images
Señales preocupantes
La clase trabajadora de EE. UU. tiene empleo, y sin embargo no posee lo suficiente para vivir. En EE. UU., el salario mínimo por hora es de 7,25 dólares (unos 5,30 euros). En 2013, una encuesta de Gallup reveló que uno de cada cinco estadounidenses tuvo dificultades para satisfacer sus necesidades básicas de alimento.
Imagen: Getty Images
El pavo de Acción de Gracias
El cupón para recibir un pavo gratis en el Día de Acción de Gracias es para muchos neoyorquinos una luz en medio de tanta desesperanza. En 2013, dos tercios de la población de esa ciudad vivía en hogares en los que no había suficiente para comer, según informa la "Coalición contra el Hambre de Nueva York" (New York City Coalition Against Hunger).
Imagen: Getty Images
Los niños, los más afectados
La entrega de paquetes de alimentos en el Manna Food Center, en las cercanías de la ciudad de Washington D. C. se realiza una vez por mes. Los alimentos ayudan a personas con un ingreso mínimo, entre ellas, a familias con hijos. Los niños son los más afectados: más de 16 millones de ellos viven en la pobreza en EE. UU.
Imagen: DW/Y. Zarbakhch
Ayuda del Estado
Cerca de 47 millones de estadounidenses -entre ellos, 13 millones de niños- vivieron en la pobreza en 2012. Antes de la recesión, unos 26 millones de personas recibían cupones del Estado para comprar alimentos. El número de personas que dependen de la ayuda estatal para vivir creció marcadamente desde 2010.
Imagen: Getty Images
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Las huellas de Katrina, después de diez años de la tragedia
En 2005, Carlos Barría fotografió la destrucción en Nueva Orleans. Diez años después volvió al lugar, otra vez con su cámara.
Imagen: Reuters/C. Barria
Devastación tras la tormenta
Carlos Barría tomó nuevas fotografías en los mismos escenarios donde obtuvo sus reconocidas imágenes en 2005. En ellas se puede apreciar cuánto ha progresado la ciudad desde la catástrofe, tanto en la reconstrucción como en el colapso de muchos barrios. Esta imagen, de 2005, muestra el noroeste de New Orleans y al vecino Michael Rehage sobre el techo de su auto, en medio de la destrucción.
Imagen: Reuters/C. Barria
Una ciudad bajo el agua
Errol Morning recorrió con su bote las calles inundadas de New Orleans. La tormenta dejó al 80 por ciento de la ciudad del Estado de Louisiana bajo el agua. Más de 1.800 personas perdieron la vida.
Imagen: Reuters/C. Barria
Diques destruidos, ataúdes flotando
La fuerza de las aguas incluso arrastró ataúdes fuera de sus tumbas. Katrina golpeó a buena parte de la zona sur estadounidense, aunque la peor parte se la llevó New Orleans: los diques de la ciudad colapsaron y las aguas no tuvieron impedimento para inundar la metrópolis, que en gran parte queda bajo el nivel del mar.
Imagen: Reuters/C. Barria
Miles de casas arrasadas
Esta foto de Barría, obtenida en 2005, muestra a Joshua Creek, quien revisa su casa e intenta determinar los daños causados por el agua. Más de 250.000 personas perdieron sus hogares por culpa del paso de Katrina. El número de habitantes en la ciudad cayó temporalmente, tras la tragedia, a casi la mitad.
Imagen: Reuters/C. Barria
La peor catástrofe natural de Estados Unidos
La infraestructura de la ciudad también fue afectada por el paso de Katrina. En primer plano vemos a un hospital devastado por la tragedia. El huracán es considerado como la peor catástrofe natural de la historia de Estados Unidos. Se estima que los daños causados por Katrina y las inundaciones ascienden a 100 mil millones de dólares.
Imagen: Reuters/C. Barria
Ayuda: poca y tarde
Una mujer y su perro se dirigen a un centro de acogida para las víctimas del huracán. Sobre muchas autoridades pesa la acusación de que fueron ineficientes: escasa mantención de los diques y lenta reacción son algunas de las críticas. También el entonces presidente George W. Bush fue alcanzado por estos comentarios, pues recién interrumpió su descanso tres días después de la catástrofe.
Imagen: Reuters/C. Barria
Los pobres son los que más sufren
Joshua Creek frente a lo que quedó de su casa, la que entretanto ya fue reparada. Las consecuencias de la tragedia provocada por Katrina golpearon con especial dureza a las minorías y a los pobres. Los negros se encontraban entre los más afectados, según un estudio realizado por el Congreso de Estados Unidos.
Imagen: Reuters/C. Barria
New Orleans después de Katrina
El huracán Katrina cambió New Orleans: la ciudad no es solo más pequeña hoy que entonces (un 20 por ciento de los habitantes se fueron después de la tragedia), sino que la estructura de la población se transformó: más pobreza y una mayoría de ciudadanos negros marcan ahora el panorama demográfico.