Tras siete años, la batalla por Siria sigue librándose duramente con sangre y sufrimiento, porque esta guerra decide sobre muchas cosas, por ejemplo, si Rusia e Irán sustituirán a la Paz Americana, si Turquía saldrá de la OTAN y se seguirá acercando a Rusia, si Israel en el futuro se sentirá amenazado por la masiva presencia iraní en Siria y si el Estado Islámico, en cuanto haya un hueco, regresará.

 

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Rusia debe alegrarse de ser el ganador provisional tras estos siete años de guerra en Siria, porque el Kremlin salvó al régimen de Al Assad con su intervención militar en septiembre de 2015. Con su iniciativa política después burló el proceso de paz de las Naciones Unidas. Esto provocó la tragedia que se está viviendo en la actualidad en Guta Oriental.
Rusia desacopló en las cumbres de Astaná el cese de hostilidades de la transición política en Siria. Se consiguió crear zonas de distensión, el régimen sirio quería retirar sus tropas temporalmente, también de Guta Oriental. Después de que el régimen reconquistara la región Deir al Zor ocupada por EI, Guta Oriental debería otra vez volver a estar bajo el mando del régimen sirio.

Lo novedoso, por el contrario, es el frente en la frontera entre el cantón kurdo Afrín y Turquía. El 20 de enero, Turquía comenzó una operación con el cínico título "Rama de olivo” contra Afrín. Rusia hizo posible esta operación al haber abierto el espacio aéreo sobre Afrín a las fuerzas aéreas turcas. Putin fue el primer político relevante que felicitó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por reprimir el intento de golpe de Estado el 15 de julio de 2016. Próximamente, el Kremlin enviará el sistema de defensa aérea S400 a Turquía, lo que desencadenará el alejamiento de Turquía de la alianza occidental. Rusia no valora de igual manera a Turquía y a Siria. Rusia quiere la salida de Turquía de la OTAN.

En este punto, chocan los intereses de Rusia con los del régimen sirio. Rusia, por su parte, está dispuesta a dejar Afrín a Turquía, mientras que el régimen de Assad quiere recuperar su poder sobre todo el territorio. Quiere controlar la frontera de Afrín hacia Turquía y conquistar, luchando a brazo partido, la provincia de Idlib, el último bastión de los rebeldes islamistas.

Siria, ¿el nuevo frente contra Israel?

Irán es un estrecho aliado de Al Assad. Sus milicias son las tropas de tierra más importantes para el régimen sirio. Irán construye en Siria bases y fábricas de armamento. Siria será, según los deseos de Irán, el nuevo frente contra Israel. Rusia ofrece, por lo tanto, a Israel una garantía existencial, lo que demuestra lo potente que se siente Rusia en Oriente Próximo.

Siria se ha convertido en el juguete de las potencias. Los sirios están en verdad cansados de la guerra, pero son los actores externos los que lideran la lucha por Siria. Y no la acabarán hasta no haber conseguido sus objetivos. Ellos no sufren, sino la población siria. Todos los llamados a detener las operaciones militares, se esfuman, porque no hay nadie que coja el sartén por el mango y siente a Rusia, Irán y al régimen sirio a la mesa de negociaciones para que cedan. Occidente decidió, por razones fundadas, no intervenir militarmente. Con el empeño con el que los aliados del régimen han liderado esta guerra, Occidente solo la hubiese ganado, si acaso, con un alto saldo de víctimas. Teniendo en cuenta esta situación, en los próximos años regresarán antiguos frentes, pero también se abrirán nuevos en Siria.

Rainer Hermann

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(RMR/VT)

 

  

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