Opinión: ¿Retirada de EE.UU. de Siria? Una mala idea
2 de abril de 2018Sacar a las tropas estadounidenses de Siria es la última de las ideas de Donald Trump sobre política exterior, unos días después del nombramiento de John R. Bolton como asesor de Seguridad Nacional y de Mike Pompeo como secretario de Estado. Ambos políticos no son conocidos como apologistas de un curso cauteloso en las relaciones internacionales, sino precisamente por lo contrario: ambos son la representación de los fieles defensores del patriotismo, incluso en lo que se refiere al uso de la fuerza militar. Entonces, ¿cómo es compatible este nombramiento con la retirada de soldados y asesores militares de Siria?
No sería de extrañar que luego se dijera que la idea de Trump fue una propuesta espontánea que no significará la salida real de Estados Unidos de Siria, pues hacerlo sería reconocer que la política anterior de ese país para Siria no ha ayudado mucho. Sobre todo, sería un paso geoestratégico considerable más hacia la insignificancia estadounidense en la región. Y eso le costaría caro a Medio Oriente. A diferencia de 2003, cuando EE.UU. invadió Irak sobre la base de mentiras flagrantes y sumió no solo a Irak en el desastre.
Posibilidades pasadas
Ciertamente, Estados Unidos nunca tuvo una relación particularmente relajada con el régimen de Al Assad y habría preferido ver la caída tanto del padre como del hijo Al Assad. Las razones fueron por una parte la cercanía de ambos presidentes sirios con Irán, el mayor adversario de Estados Unidos en la región. Y segundo, su actitud hostil hacia Israel, el aliado más importante de Estados Unidos en Medio Oriente.
Durante siete años, EE.UU. ha estado trabajando en vano por la caída de Assad junior. ¿Debió haber sido más enérgico? ¿Podría haberse mantenido al margen, lo que por supuesto debería haber sucedido también con el resto de los otros actores relevantes (Turquía, Arabia Saudita, Irán y Rusia)? No se puede decir. Podrían haberse tomado demasiados caminos según las circunstancias.
El ganador se llama Irán
Una cosa se puede decir: la retirada de Estados Unidos en este momento no sólo determina el futuro de Siria, sino el de toda la región durante décadas. Se esperaría un dominio ruso, y una menos discreta supremacía de Irán en gran parte de Siria y a través de allí del Líbano hasta las fronteras de Israel. La "Media Luna Chiíta” se convertiría en una realidad.
La dura política interior del régimen del Mulá en Teherán, así como su aparición previa en Siria, indican cuán despiadadamente afirmarían sus intereses en la región. Estos son intereses económicos, propagandísticos y, sobre todo, mostrarse como un poder que triunfa en la región, especialmente en un momento en que Israel usa la fuerza militar para silenciar las protestas en la Franja de Gaza.
Escenario sombrío
La consecuencia de la retirada de Estados Unidos podría ser el triunfo de Irán, lo que podría llevar a la región al borde de otra guerra. La admisión en el anuncio de Trump de que Estados Unidos no logró mucho en la guerra siria más allá de la eficaz lucha contra los terroristas del Estado Islámico, es cierta. Hay muchas razones para creer que este retiro de tropas hará caer a la región en una oscuridad aún mayor.
Autor: Kersten Knipp (MN/EAL)
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