Retirada de Trump del acuerdo medioambiental es irrelevante
Jens Thurau
5 de noviembre de 2019
No extraña que el presidente de Estados Unidos se retire del acuerdo de París sobre el medioambiente. La protección internacional del clima es más estable de lo que algunos creen, dice Jans Thurau.
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Una vez más se trata de un encuentro entre opuestos, tal como a muchos medios de comunicación les gusta: por un lado, los científicos advierten cada vez con mayor urgencia de las consecuencias del cambio climático, cientos de miles de jóvenes de todo el mundo se lanzan a las calles y exigen que algo finalmente suceda. Y por otro lado, hay políticos ignorantes como el presidente de Estados Unidos que defienden el viejo mundo fósil y sus beneficios. Asimismo, el nacionalismo y el populismo impiden también que el mundo trabaje realmente de forma conjunta para reducir los gases de efecto invernadero. ¿No tuvo Chile que cancelar la organización de la conferencia anual de la ONU sobre el clima porque los disturbios en el país significan que ya no se puede garantizar una reunión segura con miles de personas?
187 de 193 Estados se unen
Sí, todo eso es cierto, pero sorprendentemente rápido se encontró a Madrid, ciudad que reemplazará a Santiago de Chile. Y Donald Trump anunció hace dos años y medio que se retiraría del Tratado de París, así que la acción ya no es una verdadera sorpresa. Menos atención se presta al hecho de que 187 de los 193 Estados miembros de la ONU ya han aceptado el tratado; Rusia más recientemente. En respuesta a la decisión de Trump, Francia y China también quieren adoptar una declaración que establezca que los objetivos del Tratado de París de 2015 son "irreversibles".
El tratado climático de París no es suficiente. No está claro si sus disposiciones conducirán a un aumento promedio de la temperatura en la Tierra de dos grados, o incluso mejor, de 1,5 grados. Pero en medio del cada vez más histérico debate mundial sobre la protección medioambiental, cabe recordar que este marco internacional sigue existiendo. Los progresos realizados en las reuniones anuales sobre el clima suelen ser mínimos, y también se registran retrocesos. Pero no podría esperarse que fuera diferente tratándose de un intento por reconciliar los intereses de casi todos los países del mundo.
La protección del medio ambiente no se verá favorecida si el debate sobre quién lo hace mejor, o si el cambio climático existe o no, continúa intensificándose. Los que, probablemente, se beneficiarán más de este entusiasmo, son los populistas de derecha, que junto al rechazo de la migración, están haciendo del "no” a la protección del medio ambiente su próximo gran problema.
Los compromisos siguen siendo necesarios también en el futuro
Donald Trump desprecia los acuerdos internacionales, no sólo el efecto invernadero. Jóvenes manifestantes exigen cambios rápidos. Sería fatal si las posturas de ambas partes llevaran a la gente a creer que los arduos compromisos ya no están al día.
La revuelta de los jóvenes contra la falta de acción de sus padres es correcta e importante. De esta forma aumenta la presión sobre los responsables para que se muestren menos indecisos y finalmente tomen decisiones impopulares. La postura que enfrenta a Donald Trump, el villano de un lado, y Greta Thunberg, la activista climática del otro, no es muy útil. El hecho es que la protección internacional del medio ambiente es un negocio muy complejo para el que existen pocas alternativas en este momento. Un oponente climático como Trump es simplemente irrelevante para este proceso.
(ee/jov)
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Huelga mundial por el clima
El punto de partida de la huelga mundial por el clima fue en Australia. Alrededor de 150 países participan en las manifestaciones contra el calentamiento global. DW hace un repaso de algunas de ellas.
Imagen: Reuters/C. Platiau
Islas Salomón: el calentamiento global de cerca
Niños en las Islas Salomón protestan en la playa, con faldas tradicionales, contra el aumento global de la temperatura. La existencia del archipiélago en el Pacífico Sur está directamente amenazada por el aumento del nivel del mar.
Imagen: 350 Pacific via Reuters
Nueva Caledonia: solidaridad del Pacífico
Protesta también en Noumea, capital del territorio francés de ultramar de Nueva Caledonia. Aquí, por ejemplo, los arrecifes de coral están gravemente amenazados por la acidificación de los océanos, que provoca el aumento de la concentración de CO2 en el agua.
Imagen: 350 Pacific via Reuters
Australia: máscaras de gas en lugar de clases
En Australia, decenas de miles de personas salieron a las calles para exigir una mejor protección del clima, como esta chica de Sydney.
Imagen: Getty Images/J. Evans
Sydney: Greta, un modelo a seguir para los más pequeños
En el puente Harbour de Sydney, estas chicas muestran su apoyo al Movimiento Viernes por el Futuro, especialmente a su propulsora, Greta Thunberg.
Imagen: Getty Images/B. Mitchell
Japón: Visión escéptica
Este póster en la huelga climática en Tokio no está escrito en japonés, sino en inglés. Así la demanda puede entenderse en todo el mundo.
Imagen: Reuters/Kim Kyung-Hoon
Filipinas: consecuencias que ya se notan
Activista en Quezon, un suburbio de la capital filipina, Manila. Según las organizaciones de socorro, actualmente los efectos del cambio climático ya se notan en Filipinas. Las regiones costeras se inundan con mayor frecuencia y los tifones se vuelven más fuertes.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/B. Marquez
Indonesia: pobre oso polar
En Surabaya, en la isla de Java, Indonesia, esta niña ha pintado un oso polar con una mirada conmovedora: "¡Hambre!" dice el animal en un trozo de hielo que se desplaza en el Ártico y se derrite lentamente.
Imagen: AFP/Getty Images/J. Kriswanto
Tailandia: "¡Es nuestro futuro!"
En Bangkok, Tailandia, los estudiantes salen a la calle. Protestan enérgicamente cerca del Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente, exigiendo la preservación de su futuro.
Imagen: Reuters/Soe Zeya Tun
Bangladesh: Protesta en azul
Estudiantes en la capital de Bangladesh, Dhaka, también hacen huelga. Con sus 165 millones de habitantes, el país densamente poblado es particularmente susceptible al aumento del nivel del mar, ya que apenas hay áreas altas.
Imagen: Getty Images/A. Joyce
Sri Lanka: apoyo del mundo del cómic
Los políticos que niegan el cambio climático son criminales climáticos, dicen estos cuatro personajes en su pancarta en la capital de Sri Lanka, Colombo.
Imagen: Reuters/D. Liyanawatte
Kenia: crítica a los negacionistas
"¡La negación no es política!" También en Nairobi, la capital de Kenia, en el este de África, los activistas promueven una acción política decidida contra el cambio climático.
Imagen: Reuters/B. Ratner
Sudáfrica: "El carbón mata"
Varios cientos de personas, especialmente jóvenes, tomaron las calles en Johannesburgo, Sudáfrica. Las pancartas decían "no hay futuro en un planeta muerto", o "el carbón mata". Sudáfrica, productor de carbón, utiliza principalmente este combustible.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Spatari
Turquía: imágenes coloridas
Miles protestan contra el calentamiento global en la capital turca, Ankara, pero no solo los estudiantes, sino también los más pequeños.
Imagen: picturealliance/AA/E. Hacioglu
Chipre: el clima no conoce fronteras
Los estudiantes y sus familias se manifiestan en Nicosia, la capital de Chipre. ¿Y si el miedo al cambio climático los conecta con la gente del norte, más allá de la línea de demarcación de la isla mediterránea?
Imagen: AFP/Getty Images/I. Hatzistavrou
Polonia: El invierno no llega
En Gdynia, en la costa polaca del mar Báltico, esta manifestante afirma "El invierno no llega", recurriendo a la fantasía épica de "Juego de tronos" para advertir que el invierno podría desaparecer en el futuro. Polonia genera alrededor del 80 por ciento de su energía con carbón, más que cualquier otro país de la Unión Europea.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/M. Fludra
Múnich: el hielo se derrite
Alrededor de 250.000 personas participaron en la capital bávara, Múnich, en las protestas climáticas. Incluidos estos activistas, que estuvieron parados sobre trozos de hielo debajo de una horca, con un lazo alrededor del cuello.
Imagen: Reuters/M. Dalder
Bonn: "Haz que la tierra se enfríe de nuevo"
También en la Plaza de las Naciones Unidas de Bonn, cerca de la sede de Deutsche Welle, los empleados de DW y la vecina ONU, así como de la Deutsche Post, siguieron la convocatoria de huelga para los Viernes del Futuro.
Imagen: DW/A. Tasci-Steinebach
París: "Je suis Climat"
Huelga climática también en París: según informaron medios locales, alrededor de 9.400 jóvenes manifestantes recorrieron las calles. En el Acuerdo de París, en 2015, la comunidad internacional acordó limitar el aumento de temperatura a menos de 2 grados en comparación con niveles preindustriales.