Opinión: Se abre el telón de la dictadura en Venezuela
21 de octubre de 2016
El régimen chavista ha parado el referéndum contra Nicolás Maduro. Los dos tercios de mayoría de la oposición en el Parlamento no sirven para nada. En este país, nadie puede hablar ya de democracia, opina Uta Thofern.
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¡Qué espectáculo indigno! La pandilla que gobierna Venezuela da una patada a la democracia y el mundo observa, en el mejor de los casos, con interés. ¿Qué tiene que suceder en el país para que finalmente se produzca una reacción digna de tal nombre? Desde hace casi un año, la oposición tiene en el Parlamento venezolano una abrumadora mayoría, lograda en unas elecciones democráticas reconocidas. Dos tercios de los votantes dijeron alto y claro que ya no querían el Gobierno chavista dirigido por el presidente Nicolás Maduro. Pero, desde entonces, esta mayoría democrática se ve sistemáticamente ignorada, obstaculizada y anulada.
Nuevos trucos para actuar contra la mayoría
Los esforzados burócratas de Maduro fraguan siempre con diligente refinamiento estratagemas para minar los derechos constitucionales del Parlamento. Primero fue la reasignación de puestos en el Tribunal Constitucional, que en los años venideros garantiza el control chavista sobre todas las decisiones de la más alta instancia judicial. Después vino la suspensión de la mayoría de dos tercios en el Parlamento y las dudosas denuncias contra los opositores. Las tácticas de demora de los chavistas dominaron las actuaciones de las autoridades electorales en todos los pasos que hasta ahora se han llevado a cabo en la preparación del referéndum. A ello se añade la represión contra quienes apoyan el proceso revocatorio.
Ahora, cinco días antes del inicio de la segunda recogida de firmas, se para el referéndum contra el presidente. Naturalmente, solo de forma provisional, no hay motivos para alarmarse. No hacen falta protestas a nivel internacional: sencillamente, en Venezuela todo se comprueba siempre de forma extraordinariamente exhaustiva… ¡Qué espectáculo indigno!
No es posible seguir reaccionando ante el teatro seudodemocrático de esta tropa de leguleyos chavistas mirando avergonzadamente hacia otro lado o con un par de amonestaciones a media voz. No es necesario verificar los detalles de esta reciente y cuestionable decisión: un vistazo a los acontecimientos de los últimos meses basta. El hecho de que, al mismo tiempo, se impusiera la prohibición de salir del país a varios dirigentes opositores lo deja bien claro: el régimen chavista se aferra por todos los medios al poder. Los demócratas de este mundo no pueden seguir aceptando esta situación si no desean perder por completo su credibilidad.
¿Cuál podría ser la reacción internacional?
Y eso es lo que ocurrirá. Estados Unidos se encuentra en plena campaña electoral, Europa tiene otros problemas y se ocupa principalmente de sí misma, los países latinoamericanos vecinos no se ponen de acuerdo. Y ¿qué puede hacerse? ¿Sanciones económicas contra un país al que el socialismo ha conducido a la más grave crisis de abastecimiento de su historia? La amarga lección para la oposición venezolana es la siguiente: no merece la pena actuar de forma justa y democrática. Hasta ahora, la alianza opositora esperaba que se produjera un cambio pacífico por medio de las urnas y ha conseguido evitar los incidentes violentos. Pero, al parecer, la atención internacional solo la logran los conflictos sangrientos. O los que provocan desplazamientos masivos a otros países. ¡Qué espectáculo indigno!
Autora: Uta Thofern
Los diez "pecados capitales" de Caracas
Además de la dificultad que representa que la detención y encarcelamiento hace un año y medio del alcalde metropolitano Antonio Ledezma, Caracas también debe afrontar otros problemas urbanísticos.
Imagen: DW/O. Schlenker
Una ciudad fragmentada
El principal problema de la ciudad es gobernabilidad ya que la ciudad está político-
administrativamente fragmentada. Caracas se divide en 5 municipios. Los alcaldes
de la capital no se unen en proyectos por pugnas políticas. De la armonía entre las
alcaldías deriva la gestión, buena administración y gerencia que pueda tener la
capital venezolana pero las divisiones políticas no lo permiten.
Imagen: DW/O. Schlenker
Inseguridad ciudadana
La inseguridad es un problema que sufre la ciudad inmensamente. El centralismo
que ha impuesto el Estado venezolano ha llevado a que exista una sola Policía
Nacional y no se respeten las policías municipales. Hoy en día algo tan sencillo como
caminar por una acera libremente se convierte en peligro en la ciudad más violenta
del continente americano.
Imagen: DW/O. Schlenker
Asentamientos informales
En la periferia existen muchos cauces de quebradas ocupados por asentamientos
informales donde cada vez que hay una lluvia medianamente fuerte trae
consecuencias trágicas. Pero también ocurre en pleno centro citadino. Esta
quebrada está a escasos metros del Tribunal Supremos de Justicia y esta comunidad
informal se ve afectada.
Imagen: DW/O. Schlenker
Cloaca al aire libre
La contaminación del principal río que atraviesa la ciudad, el Río Güaire, afecta a
todos los ciudadanos. Podría ser un activo para la ciudad, un espacio público ideal,
pero es una cloaca abierta. Recientemente culminaron nuevas ampliaciones de
autopista Valle-Coche sobre el río sin hacer los estudios apropiados, por lo que
ahora se inundan zonas aledañas.
Imagen: DW/O. Schlenker
Basurero en las afueras
Existe un grave problema de generación de basura y donde ponerla. El sitio de
disposición queda muy lejos de la ciudad y no hay manera de que los traslados y
recorridos se hagan eficientemente. La planta de transferencia de desechos 'Las
Mayas' está justo al lado de un proyecto en construcción de residencias del Estado.
Imagen: DW/O. Schlenker
Un sistema de transporte caótico
Caracas adolece de un sistema de transporte público eficiente, coordinado, puntual,
y sobretodo suficiente. Solo en Caracas hay cerca de 500 cooperativas
independientes de buses, que cada una maneja su ruta y sus unidades de transporte.
Con un sistema así no hay manera para ofrecer, ordenar o sistematizar el transporte
desde las alcaldías.
Imagen: DW/O. Schlenker
Falta de vivienda
Hace 4 años DW hizo un reportaje sobre la Torre David en Caracas, el
rascacielos más alto del mundo invadido por sin techos. Hace 2 años fue desalojado
y hoy es nuevamente una ruina abandonada con una capa fresca de pintura. Sin
embargo, el problema de viviendas sigue siendo serio y las invasiones también.
En Caracas es común ver obras abandonadas, clausuradas o descontinuadas. La
crisis financiera y el control cambiario unido a la inflación más alta del mundo han
supuesto el alto a muchos proyectos.
Imagen: DW/O. Schlenker
Una planificación pobre
Durante el año 2014 el gobierno invirtió 1.515 millones de bolívares para la
construcción de 14 obras que suman 7,2 kilómetros de nueva vialidad para Caracas.
Pero la pobre planificación, estudio y construcción ha dejado fallas en estructuras
nuevas y sin mantenimiento las ya existentes.
Imagen: DW/O. Schlenker
Urbanismo informal
Petare es uno de los barrios mas grandes de América Latina y representa uno de los
problemas más grandes de la ciudad, el urbanismo informal. Las periferias fueron
construidas de manera precaria, no cuentan con servicios básicos, vialidad ni
transporte público.