Hace un año, el acuerdo nuclear con Irán fue proclamado como un gran éxito diplomático. Sin embargo, su continuidad depende del resultado de dos elecciones, dice Friederike Böge, del periódico Frankfurter Allgemeinen.
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Un año después de la firma del acuerdo nuclear, quienes creyeron que Irán se convertiría en un socio confiable en el escenario mundial, o incluso, que Teherán iniciaría una era democrática, deben estar desilusionados. Ni en Siria, donde el dictador Bashar al Assad apoyó a Teherán, ni frente a Israel, la política iraní ha cambiado.
La situación de los derechos humanos en el país ha empeorado en los últimos doce meses. El número de ejecuciones ha aumentado: artistas, científicos y opositores son detenidos.
Reducir el riesgo de una bomba atómica
Pero si se mide el acuerdo según su objetivo principal, es decir, reducir el riesgo de una bomba atómica iraní, entonces es un éxito. Ahora el régimen necesita al menos un año, en lugar de los dos o tres meses de antes, para conseguir el material suficiente para fabricar una bomba.
También el renovado nexo diplomático entre Washington y Teherán ha mostrado ser útil en la lucha contra el Estado Islámico en Irak. Además, el presidente Hassan Rohani pudo, gracias a la finalización de las negociaciones nucleares, involucrar a la fuerza conservadora en una alianza con el centro, y así romper el claro predominio de la línea dura en el Parlamento.
Que esto se mantenga en los próximos años depende en gran medida de la elección presidencial estadounidense en noviembre y de la elección presidencial iraní en junio próximo. El republicano Donald Trump ya anunció que anulará el acuerdo si sale elegido. Y en Irán el presidente Rohani debe preocuparse por su reelección si el levantamiento de las sanciones nucleares no da pronto un alivio económico a la población. Aunque innumerables delegaciones económicas han visitado el país, apenas se han anunciado algunos cierres de negocios. Encuestas recientes muestran que la decepción es cada vez mayor y que la confianza en Rohani, aunque todavía está en niveles altos, va disminuyendo.
Sanciones todavía en vigor
Esto se debe en parte a estructuras económicas anquilosadas y poco transparentes en el país. Pero también a que no todas las sanciones de Estados Unidos contra Irán fueron levantadas y los grandes bancos europeos temen penas pecuniarias o la exclusión del mercado estadounidense si violan las reglas. Sería desastroso si la línea dura de Teherán tiene éxito y la mayoría de los iraníes se convence de que todo el acuerdo fue una maniobra estadounidense para debilitar a Irán.
Imágenes que el régimen iraní no muestra
Milad Alaei trabajó de 2009 a 2014 para las agencias de noticias iraníes. Sus imágenes, poco favorecedoras para el régimen, le costaron el puesto de trabajo y amenazas de enjuiciarlo. Desde 2015 vive en Austria.
Imagen: Milad Alaei
Moda es "pecado”
Dos mujeres en un chador frente a una vitrina de una boutique. El objeto de su deseo: ropa con algo de escote. La policía moral impide tales compras. Deutsche Welle publica estas fotos inéditas de Milad Alaei.
Imagen: Milad Alaei
Músicos callejeros
La música pop occidental es ilegal en Irán. Tras las protestas en 2009 y la consiguiente ola de capturas, los jóvenes iraníes emprendieron la retirada de los medios estatales iraníes.
Imagen: Milad Alaei
Limosnera con “bebé“
Si esta imagen se observa dos veces, nos damos cuenta que la mujer en chador tiene a un niño grande en sus brazos. El fotógrafo tomó la escena en un bazar de Teherán. Para los censores de la moral en Irán, la imagen de esta indigente es "inaceptable".
Imagen: Milad Alaei
Dopada para mendigar
"La niña no se dio cuenta de que era fotografiada", cuenta Alaei. Es muy posible que esta niña se encontrara bajo la influencia de drogas tranquilizantes. Las pandillas de la mendicidad en Teherán son conocidas por utilizar niños “prestados” de familias pobres.
Imagen: Milad Alaei
Jomeini, más importante que el alfabeto
Gracias a la iniciativa privada, los niños de la calle pueden asistir a clase en un barrio pobre de Teherán. Una foto que los censores de prensa iraníes tampoco dejaron publicar. ¿Por qué? La imagen del ayatolá Jomeini, líder político y espiritual de la Revolución Islámica no es lo suficientemente grande en el texto escolar.
Imagen: Milad Alaei
También esta foto de un hombre sin hogar es "indeseable"
La imagen fue tomada en Darvazeh Ghar, un distrito en el sur de Teherán, con una alta tasa de delincuencia y drogadicción.
Imagen: Milad Alaei
En las afueras de la ciudad, y de la sociedad
Foto de la miseria no deseada : una pareja de padres drogadictos con su bebé
Imagen: Milad Alaei
Hay drogadicción, pero no se puede mostrar
La drogadicción es oficialmente la segunda causa más común de muerte no natural en Irán, después de los accidentes de tráfico. Las ejecuciones de traficantes de drogas son comunes, aunque también hay programas de prevención y rehabilitación. Pero fotos como esta, que muestran la realidad, no son aceptadas por el régimen.
Imagen: Milad Alaei
Vida en un cuarto de costura en el bazar de Teherán
Aquí trabajan jóvenes afganos, pero los censores de Noticias Fars no permitieron publicar esta imagen porque un torso desnudo, aunque sea famélico como el de este obrero afgano, es una ofensa, sobre todo cuando en el fondo se ve la bandera iraní.