El Tribunal Europeo de Justicia rechazó el recurso de Hungría y Eslovaquia contra la redistribución de refugiados. La decisión era de esperar, pero ahora es cuando empieza el problema, opina Barbara Wesel.
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Hungría y Eslovaquia argumentaron todo tipo de razones ante el Consejo Europeo para evitar la redistribución de refugiados. Sin embargo, el Tribunal de Justicia Europeo (TJE) declaró que esas cuotas de distribución acordadas hace dos años eran legales. Como acuerdo regulador, el Tratado de Lisboa permite que la mayoría tome decisiones y con eso debería ser suficiente. Pero ahora será cuando comience realmente el conflicto, porque se trata de política y no de jurisprudencia.
El Ministro de Asuntos Exteriores húngaro reaccionó inmediatamente y habló de un juicio deficiente e irresponsable. La "verdadera lucha" contra la decisión sobre los refugiados comienza ahora. Por otra parte, Eslovaquia quiere aceptar el veredicto y retrocede en su enfrentamiento con Bruselas. El Grupo de Visegrado ya no está unido y las posiciones más duras siguen estando en Polonia, seguida de Hungría.
En particular, la propaganda contra los refugiados, los extranjeros y los musulmanes se ha convertido en el núcleo de la política de Viktor Orbán. Él afirma que lucha por un Estado étnicamente homogéneo. En realidad, ese odio va dirigido sobre todo contra los musulmanes, a quienes califica vilmente de terroristas.
El caso de Polonia es aún peor. Parece que el líder del PiS, Jaroslaw Kaczynski, pretende luchar aún con más fuerza por la llamada pureza del pueblo polaco. En el caso de Orbán, nunca se sabe cuando dejará de lado el cinismo y las posturas radicales de derecha para pasar a la práctica. Por el contrario, el polaco es un delincuente por convicción. Y está claro que ambos gobiernos se alejan cada vez más de los principios europeos.
¿Qué hacer?
La Comisión Europea pretende retomar la lucha para aplicar el veredicto. Por lo menos, tendrá la potestad de imponer sanciones monetarias, que tendrían que ser confirmadas de nuevo por el TJE. Al final de este proceso se podrían revocar las ayudas europeas que reciben ambos países, aunque un proceso de tal magnitud podría durar años.
Aún así, también se pueden tomar medidas inmediatas contra ambos instigadores. La comisión no aprobó la ayuda de 400 millones de euros para construir un muro en la frontera con Serbia. Entonces se habló de que la solidaridad no es una vía de sentido único. Pero eso solo son heridas superficiales. Otros proponen que los países rebeldes puedan liberarse de la obligación de acoger a refugiados a cambio de pagar sumas de dinero, pero eso también sería demasiado barato.
Principios europeos
La UE tiene un problema de base y es que algunos de sus miembros de Europa Oriental se están alejando y emprendieron un camino hacia dominios autocráticos de un solo partido con ideologías marcadamente fascistas. En Varsovia y Budapest ya no se trata de diferencia de opiniones, sino de principios. Dos países miembros están poniendo en duda sistemáticamente la base de la comunidad, y al mismo tiempo exigen que se les paguen millones de los presupuestos de la UE porque es su derecho. Para ellos, Bruselas solo es la caja para financiar la ampliación de sus dominios.
No se trata solamente del hecho de que la solidaridad no es una vía de un solo sentido, sino de que las bases políticas de la Unión Europa son obligatorias para todos. En la UE no tienen cabida las dictaduras. Y los gobiernos de los demás países miembros no pueden ocultarse, sino deben afrontar las discusiones con esos países que se desvían por rutas antidemocráticas. No es que sea una situación cómoda, pero es necesario hacerlo.
Autor: Barbara Wesel (JG/VT)
El destino de los refugiados: huir hacia una vida incierta
Las imágenes de las grandes masas de refugiados de camino hacia Europa en 2015 y 2016 dieron la vuelta al mundo. Nunca se había documentado de forma tan amplia el sufrimiento que implica el proceso de la huida.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Messinis
El objetivo principal: sobrevivir
Un viaje vinculado a las penurias y a los peligros para el cuerpo y el alma: huyendo de la guerra y la miseria, más de un millón de personas, sobre todo de Siria, se pusieron en camino en 2015 y 2016 hacia Turquía y Grecia. En las islas de Lesbos, Quíos y Samos todavía aguantan más de 10.000 personas en los campamentos. Desde enero hasta mayo de 2017, llegaron más de 6.000 nuevos refugiados.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Messinis
A pie hacia Europa
Millones de personas intentaron llegar en 2015 y 2016 a Europa Occidental desde Grecia o Turquía siguiendo a pie la ruta de los Balcanes a través de Macedonia, Serbia y Hungría. Las masas de gente disminuyeron cuando se canceló oficialmente esta ruta y muchos países cerraron sus fronteras. Hoy, la mayoría de los refugiados llega a través de otra ruta muy peligrosa, de Libia a Europa por mar.
Imagen: Getty Images/J. Mitchell
Conmoción mundial
La imagen del niño de tres años, Aylan Kurdi, muerto en una playa turca dio la vuelta al mundo, causando una gran conmoción. Las imágenes de dicha tragedia se hicieron virales y se convierton en el símbolo de la crisis de los refugiados sirios. Europa no debe mirar hacia otro lado, era el mensaje que aparecía en las redes sociales.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/DHA
Caos y desesperación
Avalancha en el último minuto. Muchos sabían que su única vía de escape a través de Europa ya no estaba abierta, así que miles de personas intentaron desesperadas tomar trenes y buses abarrotados en Croacia. Unos días más tarde, Hungría también cerró sus fronteras. Al mismo tiempo, adecuaron contenedores, para que los refugiados pudieran quedarse hasta que llevasen a cabo su proceso de asilo.
Imagen: Getty Images/J. J. Mitchell
Ataques contra los refugiados
La irritación de la opinión pública fue enorme cuando una camarógrafa húngara puso una zancadilla a un hombre con su hijo en brazos, que intentaba cruzar un bloqueo principal en Röszke, Hungría, cerca de la frontera. En uno de los momentos más críticos de la crisis de los refugiados, en Alemania también aumentaron los altercados y ataques contra los refugiados.
Imagen: Reuters/M. Djurica
Fronteras cerradas
Cuando se cerró la ruta de los Balcanes en marzo de 2016, se produjeron muchos tumultos en las zonas froterizas. Miles de refugiados se quedaron atascados y la policía reaccionó de forma ruda. Muchos intentaron, como estos refugiados cerca de la frontera entre Grecia y Macedonia, evitar las fronteras, que se habían cerrado hacía poco tiempo.
Un niño bañado en polvo y sangre. La foto de Omran en Alepo, de cinco años de edad, dejó a la opinión pública en estado de shock y se convirtió en el símbolo de la crueldad de la guerra civil siria y la miseria del pueblo sirio. Un año más tarde, la red mostró nuevas fotos del menor en buen estado de salud. Los seguidores de Al Assad criticaron entonces que la imagen se usó como propaganda.
Imagen: picture-alliance/dpa/Aleppo Media Center
Incertidumbre en la nueva patria
Un hombre sirio carga a su hija, bajo la lluvia, en la frontera griego-macedonia, cerca de Idomeni. Espera encontrar seguridad para su familia en Europa. Según el Reglamento de Dublín, las solicitudes de asilo se deben procesar en el país de llegada de la UE. Muchos tuvieron que regresar al país de llegada. Grecia e Italia están sobre todo superados por la cantidad de solicitudes de asilo.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Esperando el apoyo de Alemania
Alemania es el país de destino número uno de los refugiados, aunque su política de refugiados y de asilo se haya vuelto más restrictiva debido al gran flujo de inmigrantes. En Europa, ningún país ha acogido a tantos refugiados como Alemania: 1,2 millones. La canciller Angela Merkel se convirtió en un ícono para muchos de ellos.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Hoppe
Estado de emergencia en los campamentos de acogida
El campamento de acogida de refugiados en el norte de Francia, en Calais, fue desalojado. El lugar se incendió y las cerca de 6.500 personas tuvieron que ser evacuadas y ubicadas en otros centros. Medio año más tarde, los informes de organizaciones humanitarias aseguran que muchos menores siguen merodeando y viviendo en los alrededores de Calais.
Imagen: picture-alliance/dpa/E. Laurent
Ahogados en el Mar Mediterráneo
Las embarcaciones de salvamento marítimo civiles y estatales no paran. A pesar del peligro extremo que pueden correr sus vidas, muchos refugiados huyen de la pobreza o de la guerra en sus países con la esperanza de tener un futuro mejor en Europa. Solo en 2017, 1.800 personas han perecido en el viaje. En 2016, 5.000.
Imagen: picture alliance/AP Photo/E. Morenatti
Sin ley en Libia
Cientos de miles de refugiados del África subsahariana y de Oriente Próximo esperan en los campamentos de Libia para poder cruzar a Europa por mar. La situación en dichos campamentos es catastrófica, advierten las organizaciones humanitarias. Hay testigos que hablan de esclavitud y prostitución forzada. Y a pesar de todo, no dejan de soñar con Europa.
Imagen: Narciso Contreras, courtesy by Fondation Carmignac