Antes que la élite mundial se reúna en Davos, Oxfam confirma que las 62 personas más ricas del mundo poseen tanto como la mitad más pobre del planeta. ¿Sirve de algo indignarse?, pregunta Vanessa Fischer.
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Cada vez más capital se concentra en menos manos. Es un hecho. Genera polémica. Y no tiene nada que ver con el tema de la envidia, frecuentemente traído a colación en estos casos. Sabemos que esta desigualdad es caldo de cultivo para muchos males. Sin embargo, la observamos indefensos. Al menos, muchos ricos hacen también bastante por los pobres. ¿No nos consuela? Claro, alguien como Bill Gates −el más rico del mundo según la lista de Forbes− ha traído muchas mejoras a muchos sitios con su fundación. Eso sí, la decisión sobre a quién beneficiar con tales ayudas depende únicamente del donante.
La riqueza es masculina
¿Quiénes son esos 62 más ricos? El fundador de H&M, Stefan Persson, ocupa el puesto 28 de la lista con su fortuna de 24.500 millones de dólares. Su compañía de moda crea puestos de trabajo en todo el mundo. Especialmente en las fábricas textiles asiáticas, en las que trabajan sobre todo mujeres, a quienes sus salarios no les alcanzan para alimentarse. Por cierto: 445 de las 500 personas más ricas del mundo son hombres. Un detalle al margen.
El informe de Oxfam está basado en una investigación seria, que incluye ocho páginas de notas al pie. Cita a expertos del Banco Mundial, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), del Fondo Monetario Internacional (FMI), así como a fuentes de Nigeria o Brasil, que dibujan una relación directa entre el dinero y la política. Cita también un nuevo estudio de Estados Unidos e Inglaterra. En él, el 34 por ciento de los encuestados del sector financiero –personas que ganan más de 500.000 dólares al año− reconoce que allí donde trabajan se producen comportamientos erróneos, o sea, fraude. ¿Y eso, a nosotros, de qué nos sirve?
La riqueza no tiene que ver con el desempeño
La concentración de capital sigue su curso. Cada vez tenemos más monopolistas: Apple, Google, Monsanto, InBev (la mayor cervecera del mundo), y su cabildeo consiste en evitar impuestos. Oxfam ya llamó la atención el pasado año sobre el hecho de que los más ricos del mundo ingresan millones cada día, solo por concepto de intereses. Así que la riqueza extrema no tiene necesariamente mucho que ver con el desempeño.
Como sea, es poco previsible que alguien coloque esta creciente discrepancia en el centro de la agenda del venidero Foro Económico Mundial, en Davos. Aunque, quién sabe, si alguno de los participantes halle tiempo en su cada vez más apretado calendario de citas para echar un vistazo al sitio web de la revista Forbes. La frase del día de hoy citaba muy convenientemente al Dr. Martin Luther King Jr: “La pregunta más persistente y urgente de la vida es: ¿qué estás haciendo por los demás?”
El año de los refugiados
Nunca antes hubo tantos refugiados como en 2015. Muchos han llegado a Alemania. "Es un desafío histórico", señaló la canciller Angela Merkel. Una mirada retrospectiva a un año estremecedor.
Imagen: Reuters/O. Teofilovski
Grecia: una puerta hacia la UE
Estos jóvenes procedentes de Siria superaron una peligrosa etapa de su viaje. Llegaron a Grecia y, por ende, a la Unión Europea. Pero con ello no alcanzaron todavía su meta. Quieren seguir rumbo al norte, hacia otros países de la UE. La mayor parte huyó en 2015 a Alemania y Suecia.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Peligro en el Mediterráneo
El camino que han recorrido encierra peligros mortales. Reiteradamente zozobraron embarcaciones no aptas para la travesía. Estos niños sirios y su padre tuvieron suerte. Fueron rescatados en el Mediterráneo por pescadores griegos de la isla Lesbos.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
La imagen que conmovió al mundo
Aylan Kurdi, de tres años de edad, no sobrevivió. A comienzos de septiembre se ahogó con su hermano y su madre en el Egeo, cuando intentaban llegar a la isla de Kos. La foto de este niño sirio muerto dio la vuelta al mundo, conmoviendo a miles de personas.
Imagen: Reuters/Stringer
Contrastes a la vista
Kos, a menos de cinco kilómetros de Turquía, es la meta de muchos refugiados. Llegan a las playas donde solo solía haber turistas. Este grupo de refugiados paquistaníes logró arribar con un bote inflable.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Caos total
Muchos refugiados quedan varados en Kos, porque solo pueden continuar viaje a tierra continental tras haberse registrado. En el verano, la tensión escaló cuando las autoridades hicieron esperar a los refugiados en un estadio para hacer ese trámite, a pleno sol y sin agua.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Un transbordador para refugiados
Debido a la insostenible situación imperante en la isla se produjeron disturbios. Para reducir la tensión, las autoridades griegas arrendaron un barco en el que se habilitaron posibilidades de alojamiento para 2.500 refugiados y una oficina de registro.
Imagen: Reuters/A. Konstantinidis
El dilema de Europa
Por la misma época, más al norte, en la frontera greco-macedonia, policías fronterizos impiden el paso a la gente. En el tumulto hay niños que lloran, separados de sus padres. "Pura desesperación" se llama la foto tomada por Georgi Licovski. La Unicef la distinguió como la foto del año, ya que plasma "el dilema de Europa y su responsabilidad".
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Un símbolo negativo
A fines del verano, Budapest se convirtió en un símbolo del fracaso de las autoridades y de la xenofobia. Miles de refugiados acampaban en los alrededores de una estación ferroviaria de capital húngara. El gobierno les prohibió continuar su viaje. En consecuencia, muchos siguieron su camino a pie, rumbo a Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Roessler
Se abre el paso
El 5 de septiembre se despejó el camino para los refugiados. La canciller alemana, Angela Merkel, tomó con su par austríaco, Werner Feymann, la decisión de permitir a la gente continuar el viaje. Varios trenes especiales y buses se dirigieron por esos días a Viena y Múnich.
Imagen: picture alliance/landov/A. Zavallis
Bienvenidos, refugiados
El primer fin de semana llegaron a Múnich cerca de 20.000 refugiados. En la estación central de la ciudad se reunieron innumerables voluntarios para atender a los refugiados y proporcionarles alimentos y vestimenta.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Stollarz
"Lo lograremos"
Mientras Merkel era aclamada por los refugiados y los partidarios de darles asilo, en otros sectores de Alemania surgía el descontento. En una conferencia de prensa, Merkel respondió a las críticas con estas palabras: "Si tenemos que disculparnos por mostrar un rostro gentil en una situación de emergencia, este no es mi país". Otra frase se convirtió en su mantra: "Lo lograremos".
Imagen: Reuters/F. Bensch
Historias en el equipaje
A fines de septiembre, la policía publicó una imagen conmovedora. Una niña refugiada hizo este dibujo y se lo regaló a un policía de Passau. Muestra el horror que vivieron muchos refugiados y su gran alegría de estar por fin a salvo.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bundespolizei
El drama continúa
A fines de octubre habían llegado a Alemania más de 750.000 refugiados. Pero el flujo no cesaba. Los países de la denominada "ruta de los Balcanes" se veían superados y cerraron sus fronteras. Solo se siguió permitiendo el paso a sirios, afganos e iraquíes. Como una forma de protesta, algunos refugiados de otros países se cosieron los labios.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Sin final a la vista
"¡Ayúdanos, Alemania!", dicen los carteles de los manifestantes en la frontera con Macedonia. En Europa se acerca el invierno y miles de personas, incluyendo niños, se encuentran atrapadas en tierra de nadie. Entretanto, incluso Suecia, considerado un país abierto a los refugiados, estableció transitoriamente controles fronterizos. La UE cuenta para 2016 con otros tres millones de refugiados.