Tras el referéndum británico, muchos ven a Europa naufragar en una ola de populismo. Pero la sensatez no ha claudicado por completo, opina Peter Sturm, del periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung.
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Tras el referéndum de Gran Bretaña, ha llegado la hora de los populistas en Europa. Eso es lo que muchos dicen. En efecto: basta imaginar cómo serían Europa y el mundo si Francia fuera liderada por una presidenta Le Pen, si en Austria el canciller fuera de los populistas liberales del FPÖ o si Holanda fuera gobernada por el partido de Geert Wilders. Y, como broche de oro, con un presidente Donald Trump en Washington. Nadie puede –ni debe- descartar que al menos parte de ese escenario terrorífico pueda hacerse realidad.
Pero, por otra parte, nadie debe caer en pánico. Las últimas elecciones de España no reportaron mucha más claridad que las de hace seis meses, pero los populistas de izquierda se debilitaron. Tal parece pues que la sensatez no ha claudicado por completo, tampoco entre el electorado. Este diagnóstico tranquilizador se contrapone, por cierto, a un núcleo probablemente creciente de personas que creen hasta el mayor de los disparates si este apunta contra el establishment, la “élites” o “Europa”. ¿Por qué? Muchas personas se sienten dejadas de lado por el mundo (económico) globalizado. Y si son articulados con suficiente estridencia y persistencia (internet lo hace posible), estos sentimientos difusos adquieren relevancia política. El populismo político reacciona “conforme a las leyes de mercado”. Satisface una a todas luces existente demanda de respuestas, en lo posible, fáciles.
El citado núcleo de frustrados no debe convertirse en mayoría. Es fácil plantear tal demanda. Pero ¿qué se deriva de ello? Se espera que los políticos tengan, ante cada situación, una solución buena para la mayoría, en lo posible, de inmediato. Dado que eso rara vez resulta factible, porque el mundo es complejo, muchos se sienten rápidamente muy decepcionados. No hay otra salida: la opinión pública y el electorado deben darle a la esfera política tiempo y oportunidad para reflexionar a fondo sobre determinadas cosas. Suena a primera vista muy ingenuo, en una época en que todo se comunica en “tiempo real”. Pero ¿cómo habría de funcionar de otro modo cualquier cosa en el mundo?
¿Vienen ahora el nexit, el frexit y otros "exit"? (2015)
El triunfo del brexit supone un shock para Europa. Pero el voto de los británicos es agua para los molinos de los populistas de derecha y los euroescépticos, que olfatean una oportunidad. ¿Se producirá un efecto dominó?
Imagen: Reuters/T. Melville
UKIP: "La UE fracasa, la UE muere"
El jefe del partido independentista británico UKIP, Nigel Farage, proclamó este viernes el #IndependenceDay: "La UE fracasa, la UE muere". Farage demanda rápidas negociaciones para la salida. "Espero que hayamos sacado el primer ladrillo del muro. Espero que este sea el primer paso hacia una Europa de naciones soberanas".
Imagen: Reuters/T. Melville
Wilders: "Holanda será la próxima"
"Bye bye, Brüssel", escribió el populista holadés Geert Wilders, advirtiendo: "¡Holanda será la próxima!" Wilders demanda desde hace tiempo un referéndum sobre la permanencia de su país en la UE. De acuerdo con las encuestas, una mayoría de los neerlandeses quiere que se realice una consulta sobre un "nexit".
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Wainwright
Frente Nacional: "Triunfo de la libertad"
También la derecha francesa espera beneficiarse del brexit: "Triunfa la libertad", tuiteó Marine Le Pen, líder del Frente Nacional. "Como lo vengo pidiendo desde hace años, debemos celebrar ahora un referéndum similar en Francia y en otros píses de la UE", apuntó. La demanda de un "frexit" podría darle un nuevo impulso a su campaña para las elecciones presidenciales de 2017.
Imagen: Reuters/H.-P. Bader
AfD: "Fin de la esclavitud"
La jefa del partido populista Alternativa para Alemania (AfD), Frauke Petry, reaccionó más bien fríamente en Twitter: "Ha llegado el tiempo de una nueva Europa". Un parlamentario de AfD de Turingia fue más duro: "Yo sé que el pueblo alemán también quiere en su mayoría liberarse de la esclavitud de la UE", dijo Björn Höcke, añadiendo que los británicos abandonaron "la senda de la locura colectiva".
Imagen: Getty Images/J. Koch
PP de Dinamarca: "La UE subestimó el escepticismo"
Kristian Thulesen Dahl, el mayor euroescéptico de Dinamarca y jefe del Partido Popular danés, aplaudió en facebook el triunfo del brexit. "La UE subestimó por completo el escepticismo de los ciudadanos. La UE despojó de su poder a los estados nacionales y ahora paga la cuenta". También él quiere que se celebre un referéndum en su país.
Imagen: picture alliance/dpa/L. Kastrup
Derecha austriaca: "Contra la locura migratoria"
"Tras el brexit se requieren profundas reformas en la UE; ¡y sin Schulz y Juncker!" tuiteó el jefe del partido derechista FPÖ, Heinz-Christian Strache.También esa colectividad piensa en un referéndum sobre la UE. "Felicitamos a los británicos por su recuperada soberanía", dijo Strache. En el portal del FPÖ se lee además que el resultado es una señal "contra la locura migratoria que perdura".
Imagen: Reuters/H.-P. Bader
Hungría: ¿Referéndum sobre cuotas de refugiados?
El premier conservador húngaro Viktor Orban debe sentirse reforzado en lo referente a su política antirrefugiados. Dijo creer en una Europa fuerte, pero subrayó que eso requiere soluciones para "problemas significativos como la inmigración". Poco antes del referéndum británico, el Tribunal Constitucional de Hungría dio luz verde para realizar una consulta sobre las cuotas de refugiados de la UE.
Imagen: picture alliance/AA/D. Aydemir
República Checa: Parlamento rechaza discutir un "chexit"
Si fuera por los populistas de derecha de la República Checa, tras el brexit vendría el "chexit". Entre los más duros críticos de la UE se cuenta el expresidente Vaclav Klaus. A comienzos de mayo, sin embargo, fracasó una moción del partido populista Usvit para discutir en el Parlamento de Praga acerca de un referéndum sobre la permanencia del país en la UE.