Alemania conmemora el ataque incendiario de Solingen hace 25 años, en el que murieron cinco mujeres y niñas. Y una mujer, singular e impresionante, dejó en claro de qué se trata esto, cuenta Jens Thurau.
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¿Puede uno realmente soportar esto, como ciudadano alemán, como político, como periodista? Mevlüde Genc, de 74 años, habla al micrófono en la Gobernación de Düsseldorf. Hace 25 años, esta mujer perdió en las llamas - en una sola noche - a dos hijas, dos nietas y una sobrina, en el ataque de un grupo de extrema derecha que le prendió fuego a su casa en Solingen.
Y ahora ella habla de amor, de la importancia de su hogar, en Turquía y en Alemania. Pero también dice la siguiente frase, mientras el tiempo parece detenerse: "Sólo Dios conoce el dolor que se siente desde que vivo en las tinieblas en un mundo de luz. Y entre más vivo, más intenso es ese dolor”.
Solingen siguió siendo su casa
Las palabras de esta mujer llena de dignidad y verdad, reducen al mínimo todas las discusiones en la Alemania de hoy sobre quién hace parte o no de esta sociedad, sobre la llamada "Leitkultur” o sobre si el islam pertenece o no a Alemania. Y Solingen, donde la familia de Mevlüde Genc fue destrozada, sigue siendo su hogar.
Pero también Turquía. Sí, eso es posible. Tan simple y llano como eso. Ella quiere mirar hacia el futuro para ayudar a unir culturas y nacionalidades. Sus palabras irradian una fuerza que enmudece.
Y, sin duda, es la presencia de esta mujer la que lleva a los políticos a ver la realidad entre Alemania y Turquía, a pesar de todas las dificultades. El canciller turco, Cavusoglu, le expresó sus respetos a su familia. Y se abstuvo de hacer campaña política por el AKP del autócrata de Ankara, el presidente Erdogan, como muchos temían de antemano.
La Canciller Merkel habla de la vergüenza que significan para la Alemania de hoy la xenofobia, el racismo y el antisemitismo. Angela Merkel lo dice tan nítidamente como pocas veces en el Bundestag. Ella habla del actual populismo de derecha, que rompe tabúes de forma calculada y lo llama "jugar con fuego”.
Pero también en Solingen, el lugar del terrible crimen de hace 25 años, la mirada está puesta en el futuro. Heiko Maas, ministro alemán de Exteriores, envió un claro mensaje: Hasta que no se dejen de lanzar objetos incendiarios contra mezquitas, no se deje de atacar a jóvenes que portan kipá o no se pare de golpear en las calles a hombres homosexuales por ir de la mano, no hay ninguna razón para tranquilizarnos. "Estos son ataques a la esencia de Alemania, en su gran mayoría", concluye el ministro.
Pero Maas vuelve a dirigirse a Mevlüde Genc cuando dice que Solingen ya no solo es un lugar de terror, sino también un símbolo de la reconciliación, un lugar en el que la unidad se ha fortalecido.
Abrir horizontes
Y una y otra vez los pensamientos vuelven a la frase: "Tinieblas en un mundo de luz”. Sí, en Alemania el mundo brilla, en comparación con otras partes del planeta. Casi nadie sufre de hambre, y aquí vivimos en paz, aunque muchas personas temen que esto cambie pronto.
Para Mevlüde Genc, esta Alemania no brilla del todo, pero esta mujer logra abrir el horizonte. En un momento de creciente hostilidad y nacionalismo, enciende una luz. Justo ella.
Jens Turau (jov/er)
¿Por qué toda Alemania habla tanto de AfD? (15.03.2016)
El partido de extrema derecha apeló a un discurso antiinmigración y obtuvo excelentes resultados en las últimas elecciones regionales alemanas.
Imagen: Getty Images/A. Hassenstein
Al comienzo era el euro
En abril de 2013 se realizó en Berlín el primer congreso del partido Alternativa para Alemania (AfD), que acababa de ser fundado en febrero. Bajo el liderazgo del profesor de Economía de la Universidad de Hamburgo Bernd Lucke, el partido surgió como una variante un poco a la derecha de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y tuvo como principal tema la crítica a la política de rescate del euro.
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Los "euroescépticos"
El objetivo de AfD era convertirse en una alternativa real a los partidos de centro. Numerosos militantes de la Unión Cristianodemócrata (CDU), del partido liberal FDP e incluso de La Izquierda se plegaron a la propuesta, que buscaba el fin de los millonarios rescates financieros, el retorno de las monedas nacionales y la disolución de la eurozona. La prensa empezó a llamarlos "euroescépticos".
Imagen: Reuters
Los tres presidentes
Lucke compartió la presidencia del partido con la empresaria Frauke Petry y Konrad Adam, un reconocido periodista que había trabajado en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Con las bases listas para competir, se presentaron en las elecciones federales de 2013 con Lucke como principal rostro. Obtuvieron el 4,7 por ciento, muy poco por debajo del 5 por ciento necesario para ingresar al Bundestag.
Imagen: picture-alliance/dpa
Los primeros éxitos electorales
Tras un fracaso en las elecciones regionales de Hesse, AfD comenzó a dar sus primeros golpes electorales en 2014, cuando obtuvo el 7 por ciento en las elecciones al Parlamento Europeo, lo que permitió que Lucke y otros seis militantes se convirtieran en eurodiputados. Luego obtuvo asientos en los parlamentos de Sajonia, Turingia y Brandeburgo, donde alcanzó un 12,2 por ciento de la votación.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las dos almas se separan
Pese a nuevos éxitos en Bremen y Hamburgo, las dos almas del partido poco a poco empezaban a chocar. Por un lado, los liberales económicos capitaneados por Lucke, y, por el otro, los ultraconservadores tutelados por Frauke Petry. En el congreso de julio de 2015, Petry fue elegida presidenta y se produjo un cisma. Cinco de los siete europarlamentarios dejaron el partido, entre ellos Lucke.
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Giro a la derecha
Lucke se llevó consigo a unos dos mil militantes de AfD, algo así como el 10 por ciento del total. Con muchos de ellos fundó ALFA, Alianza para el Progreso y el Resurgir. Petry organizó el giro hacia la derecha de Alternativa para Alemania. Hubo reuniones con los islamófobos de Pegida e incluso Petry dijo que la policía debería usar armas de fuego, como último recurso, para proteger las fronteras.
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Discurso antiinmigración rinde frutos
El discurso contra la política de refugiados propugnada por la canciller Angela Merkel, así como la radicalización en distintas áreas, las soflamas nacionalistas y la cercanía con la ultraderecha rindió sus frutos. En las elecciones regionales de Baden-Wurttemberg, Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt (13.03.2016), la AfD obtuvo sus mejores resultados históricos.
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El tiempo hablará
Nadie quiere negociar con ellos. Pero la AfD se ha convertido en un actor de la política alemana, sin que le afectaran las críticas por la cercanía con Pegida o las apariciones de miembros del partido en manifestaciones junto a neonazis.