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Opinión: Un alegato convincente contra célula neonazi

12 de septiembre de 2017

La presunta terrorista de derecha Beate Zschäpe podría ser condenada a cadena perpetua y posterior custodia de seguridad por homicidio múltiple. Marcel Fürstenau respalda la pena que solicita la fiscalía alemana.

La principal acusada Beate Zschäpe.
La principal acusada Beate Zschäpe.Imagen: picture-alliance/dpa/P. Kneffel

Los acusadores en el caso de la célula neonazi NSU rechazan la aplicación de circunstancias atenuantes para Beate Zschäpe. Tanto la cadena perpetua como la subsiguiente custodia de seguridad solicitadas por la fiscalía federal alemana están bien fundamentadas. Y es que, en los cuatro años y cuatro meses que ya dura el proceso ante el Tribunal Regional de Múnich, la principal acusada hizo todo para confirmar su imagen de "novia nazi" de sangre fría.

Ya tras su detención, en noviembre de 2011, la prensa amarilla la había tildado de esa forma. Eso fue injusto, sin duda. También para Zschäpe vale la presunción de inocencia hasta que se compruebe su culpa. De acuerdo con su propia lógica, la alemana de 42 años solo se considera culpable a nivel moral, como manifestó en diciembre de 2015 después de haber callado durante dos años y medio. Independientemente de los motivos que la llevaron a este sorpresivo cambio de estrategia, el tiro le salió por la culata. Con su declaración, leída por uno de sus cinco (¡!) abogados defensores, confirmó una cosa: los cargos que se le imputan.

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La presentación del alegato de la fiscalía federal de Alemania, que comenzó en julio, duró más de 20 horas. Los ocho días de sesiones fueron una especie de resumen del proceso maratónico; un resumen convincente. Únicamente la teoría del presunto trío neonazi NSU, conformado por Beate Zschäpe, Uwe Böhnhardt y Uwe Mundlos, sigue siendo bastante controvertida. El hecho de que el exfuncionario del partido de extrema derecha NPD Ralf Wohleben y otros tres presuntos cómplices estén en el banquillo de los acusados sugiere que debe haber existido una red de apoyo.  

Sin embargo, la figura central fue y sigue siendo Beate Zschäpe, quien entre 1998 y 2011 vivió en la clandestinidad con los presuntos asesinos. Evidentemente integró el grupo conspirador. Sobre todo el dictamen psiquiátrico del experto Henning Saß, que analizó el comportamiento de la acusada en el proceso NSU, sirvió para justificar el alegato de la fiscalía.

Zschäpe no se arrepiente 

Marcel Fürstenau cubrió el caso NSU para DW.Imagen: DW

Zschäpe se negó a hablar con el experto. En lugar de ello, declaró ante un psiquiatra de su elección, que emitió un escandaloso dictamen pericial a favor de la acusada. Sin embargo, este fue el último intento inútil de Zschäpe de pulir su imagen. Lo único que logró con ello fue confirmar ser una persona que "no se arrepiente de nada", en palabras del abogado Herbert Diemer.

Fracasó en su intento de echarle toda la culpa a sus difuntos cómplices Böhnhardt y Mundlos. Debido a su tardía declaración, solo reforzó la impresión de ser "una persona fría y calculadora". De ahí que los acusadores rechacen tajantemente la aplicación de circunstancias atenuantes para Zschäpe.

Para los acusados Ralf Wohleben y André E. se solicitó una condena de 12 años de prisión. A diferencia de otros acusados, como Carsten S. y Holger G., ambos no colaboraron en la investigación para esclarecer los crímenes de la célula neonazi NSU. Según el abogado Diemer, se envió una "clara señal jurídica de disuasión" contra el extremismo de derecha y de izquierda. Este es un importante mensaje del alegato de la fiscalía.

Autor: Marcel Fürstenau (VT/ERS)

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