Por fin Rusia puede sorprender al mundo y mostrar su mejor cara. La de un país arreglado, hermoso, pulcro. Muy pulcro. Sospechosamente pulcro, opina Juri Rescheto.
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El personal del Centro de Higiene y el Departamento de Epidemiología de Ekaterimburgo informó haber tratado con éxito todos los lagos de la ciudad en su lucha contra las larvas de mosquitos. El objetivo es que ningún insecto ruso pique a los visitantes de Egipto o Uruguay que alojarán en la urbe.
La Oficina Regional de Seguridad y Anticorrupción de Moscú decidió que se restringirá severamente la venta de alcohol en un radio de dos kilómetros en torno a los estadios donde se jueguen partidos del Mundial en las próximas cuatro semanas. Así los fanáticos de Alemania y Argentina se evitarán el feo espectáculo estereotipado de los rusos borrachos.
También será difícil encontrar otras cosas en Rusia por estos días. Los mendigos, trabajadores migrantes de Tayikistán y los jóvenes con ideas opositoras brillarán por su ausencia. Para ello entrarán en vigor unos decretos especiales: por ejemplo, la prohibición de reunirse y manifestarse. Y el endurecimiento de las reglas migratorias, claro.
No hay basura en las esquinas, grafitis en las paredes ni nada de eso. En cambio, se ven caminos recién pavimentados, fachadas recién renovadas y árboles que aparecen de la noche a la mañana. Todo muy chic y hermoso.
En comparación con Nueva York, Berlín o París, los turistas que lleguen a ver el Mundial se sorprenderán con la limpieza de las urbes rusas. Es más: las amplias avenidas, los taxis a precios convenientes y pistas para bicicletas recién inauguradas los convencerán de lo segura y progresista que es la moderna Rusia. Realmente nadie puede quejarse de que todo esté limpio y sea tan seguro. ¡Todo perfecto en Rusia!
Relación especial
Lástima que los fanáticos del fútbol disfrutarán solos de esas amplias avenidas, porque la mayoría de los moscovitas arrendó sus departamentos a los extranjeros y se retiró a sus dachas en las afueras de la ciudad. Lástima que difícilmente alguien vea una bicicleta porque, de cualquier forma, los carriles para ellas se cuentan con los dedos de una mano. Lástima que difícilmente exista vida en las calles de Ekaterimburgo o San Petersburgo. ¿Una carne a la parrilla en el parque? ¡Por Dios, no! ¿Besos y abrazos en el banco de una plaza? ¡Solo si eres heterosexual!
Debido al Mundial de Fútbol, la relación entre el Estado ruso y los fanáticos extranjeros que quieren llegar al país es muy especial. Al menos en los once lugares donde se jugarán partidos. Desde el 25 de mayo rige una norma especial del Ministerio del Interior, que obliga a todos los viajeros llegados desde el extranjero a reportarse a la Policía o a la oficina de inmigración. Personalmente y en un plazo máximo de tres días. Los visitantes deberían estar felices: antes el plazo era solo un día.
Quienes no tengan ganas de ocuparse de asuntos difíciles, como la anexión de Crimea, la guerra en el Donbás o el envenenamiento del exespía Serguei Skripal la tendrán fácil. Pero quien quiera ver una Rusia distinta se encontrará con orden en lugar de alma y normativas en vez de entusiasmo: un reflejo de la limpieza gradual del espacio público que hace años se lleva a cabo en Rusia.
Cada vez más parecido a la URSS
Es un espacio público que cada vez recuerda más a la vieja Unión Soviética. ¿Quiere emprender un negocio? En teoría se puede, pero en la práctica es casi imposible: mucha burocracia. ¿Libertad de expresión? Asegurada en la Constitución, pero castigada en la realidad. ¿Críticas? Imposible.
Sólo queda la esperanza en el ruso promedio, uno que invite a un inglés promedio o a un alemán promedio a su casa y lo haga pasar a la cocina. Ahí, en esa comodidad hogareña donde incluso en la época soviética se hablaba con libertad y los cuadros en la pared colgaban un poco chuecos.
Autor: Juri Rescheto (DZC/CP)
La historia de los mundiales de fútbol en caricaturas
Los mundiales siempre deparan sorpresas, de las que hay montones en la historia de estos torneos. El caricaturista argentino Germán Aczel da una prueba en un libro lleno de humor que será la delicia de los fanáticos.
Imagen: Aczel / Edel Books
Había una vez...
En 1930 se jugó el primer Mundial en Uruguay. La mayoría de los participantes eran americanos, y solo hubo 4 representantes de Europa, que llegaron a Sudamérica en barco. En la final, los anfitriones derrotaron por 4-2 a sus archirrivales argentinos. En el dibujo, los capitanes José Nasazzi (Uruguay, a la izquierda) y Manuel Ferreira (Argentina) encabezan las formaciones rumbo al campo de juego.
Imagen: Aczel/Edel Books
El milagro de Berna
La primera Copa del Mundo en Europa después de la Segunda Guerra Mundial se jugó en Suiza en 1954. El gran equipo de la época era Hungría, que tenía en sus filas a Ferenc Puskas. En la ronda preliminar, Alemania perdió con Hungría por 8-3, pero en la final los alemanes se cobraron venganza y derrotaron a los húngaros por 3-2, consagrándose campeones por primera vez.
Imagen: Aczel/Edel Books
Por única vez
Dicen que Inglaterra inventó el fútbol. Pese a ello, los ingleses solo han ganado una vez el campeonato, en 1966 y en su propia casa. En la final, derrotaron por 4-2 a Alemania. Hasta hoy se discute sobre el llamado "gol de Wembley", que marcaron los locales en el minuto 101 del alargue. Bobby Moore (con la copa) y sus compañeros dieron a Inglaterra su primer y, hasta ahora, único título mundial.
Imagen: Aczel/Edel Books
Brasil y Pelé bailan samba
En 1970 el Brasil de Pelé se consagró campeón del mundo por tercera vez. El para muchos mejor futbolista de la historia y sus compañeros derrotaron en la final a Italia por 4-1. Los brasileños marcaron 19 goles en apenas seis partidos. Ese equipo era una máquina imbatible. El tercer lugar fue para Alemania, tras un 1-0 sobre Uruguay. Por primera vez, todos los partidos fueron transmitidos a color.
Imagen: Aczel/Edel Books
El "Bombardero de la Nación"
El primer Mundial disputado en Alemania fue el de 1974 y tuvo varios puntos altos. La disputa del Káiser (Beckenbauer) contra el Rey (Cruyff), el choque Occidente contra Oriente y el debut de la nueva copa. En la final el anfitrión se enfrentó a la Holanda del extraordinario Johan Cruyff. Alemania ganó 2-1 gracias a un gol de Gerd Müller, conocido en su país como el "Bombardero de la Nación".
Imagen: Aczel/Edel Books
La mano de Dios
En el Mundial de 1986 disputado en México la estrella fue Diego Armando Maradona. Gracias a su genialidad, los argentinos ganaron por segunda vez la copa. Maradona hizo goles históricos -como esa maravilla que le marcó a Inglaterra tras recorrer toda la cancha esquivando rivales- y polémicos, como el gol con la llamada "mano de Dios". cosas del fútbol.
Imagen: Aczel/Edel Books
El escupitajo
En Italia 90, Alemania celebró su tercer título al superar en la final a Argentina por 1-0. En la memoria de muchos quedó, más allá del triunfo, el escupitajo que el neerlandés Frank Rijkaard (derecha) lanzó a Rudi Völler en octavos de final. Ambos fueron expulsados del terreno de juego. Con su triunfo 2-1, Alemania se cobró revancha por la derrota en la Eurocopa de 1988 ante Países Bajos.
Imagen: Aczel/Edel Books
El segundo de furia de Zidane
En 2006 Alemania volvió a organizar un Mundial. En la final, Francia cayó derrotada por penales ante Italia. Pero eso no fue lo que quedó en la memoria, sino el ataque de ira que llevó al capitán galo Zinedine Zidane a propinar un cabezazo en el pecho al defensa italiano Marco Materazzi. Su expulsión fue el triste final para una carrera extraordinaria.
Imagen: Aczel/Edel Books
El rey del regate
Lionel Messi llevó a Argentina a la final del Mundial de Brasil 2014, gracias a sus regates y extraordinario talento. Para desgracia de Messi, en la final se encontró con un equipo: Alemania. Los germanos venían de derrotar por 1-7 al anfitrión, y se consagraron campeones tras vencer a los argentinos por 1-0, en un partido de dientes apretados.
Imagen: Aczel / Edel Books
El equipo de la cuarta estrella
La final del Mundial 2014 se disputó en Río de Janeiro ante 75.000 espectadores, entre ellos la canciller alemana Angela Merkel y la entonces presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. El partido fue sentenciado en el alargue con un gol de Mario Götze tras centro de André Schürrle. Alemania se convirtió en el primer equipo europeo en ganar un torneo de este tipo disputado en América.
Imagen: Aczel / Edel Books
Mundial 2018: un anfitrión polémico
El anfitrión del Mundial de 2018 es Rusia. La adjudicación de la organización fue polémica, rodeada de escándalos de corrupción dentro de la FIFA y de las denuncias de dopaje que pesan sobre numerosos deportistas rusos. El partido inaugural lo disputará el local ante Arabia Saudita. La final tendrá lugar en el Estadio Olímpico Luschnik en Moscú el 15 de julio.
Imagen: Aczel / Edel Books
Viaje histórico a través del cómic
El libro "Wolrd Cup 1930-2018" fue publicado en Alemania por Edel Books y registra la historia ilustrada de los mundiales, con numerosos momentos inolvidables que cobran vida gracias a los dibujos del argentino Germán Aczel, que acompaña sus obras con textos llenos de humor. En la portada se reconoce a varios astros, como Cristiano Ronaldo, Manuel Neuer, Lionel Messi y Neymar.
Imagen: Aczel / Edel Books
El artista
El artista argentino Germán Aczel comenzó su carrera en Buenos Aires, su ciudad natal, donde entre otros trabajó para la reconocida revista "El Gráfico". A los 26 años llegó a Alemania, donde ahora vive. Desde su hogar en Múnich colabora con la reputada revista inglesa FourFourTwo, especializada en fútbol.
Imagen: Aczel/Edel Books
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