Siempre tras elecciones se hacen malabarismos de interpretación. El lema: endulzar los resultados para fines propios. Merkel se ve respaldada en su política de refugiados por un 85% de fantasmas, dice Bernd Grassler.
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En promedio, sólo el 15% de los electores votó en las tres elecciones regionales por el nuevo partido de derecha AfD, que exige parar de inmediato el recibimiento de refugiados. Eso es cierto. ¿Pero es también cierto que, el restante 85% de los votantes respalda incondicionalmente la política de refugiados de la canciller? O, ¿apoyan a los partidos que lo hacen? Al menos, eso es lo que afirman los autores de esta tesis, que quieren obviamente darse un parte de tranquilidad.
A primera vista, la afirmación es lógica: CDU, SPD, los Verdes y la Izquierda son vistos como partidarios de la política de refugiados de Merkel. Pero eso es demasiado simplista.
¿Qué es exactamente lo que aprueban los electores?
Para responder hay que hacer primero otras preguntas: ¿Qué política de refugiados de la canciller respaldan los electores? ¿La política de invitación con "cara amable" y selfie del otoño de 2015? Si esa política siguiera siendo válida, Merkel tendría que traer a los refugiados atrapados en Idomeni, como lo hizo otrora con los de la estación de trenes de Budapest. También en la frontera greco-macedonia se escuchan cánticos que invocan a la canciller alemana. O ¿se trata más bien de la aprobación al repetido mantra de reducción de número de refugiados y limitaciones del derecho de asilo?
Gobierno y oposición no quieren la misma cosa
Los partidos CDU, CSU, SPD, por un lado, y la Izquierda y los Verdes, por otro, tienen diferentes posturas frente a la cambiante política de refugiados de Merkel. El bloque del 85% de los presuntos seguidores de Merkel estaría profundamente dividido.
Entre los votantes es más claro, como lo demuestra la encuesta realizada por el instituto demoscópico Infratest Dimap. Según sus resultados no hay nada que sugiera un apoyo del 85% al curso de Merkel. Aunque la mayoría percibe a los migrantes y refugiados como un enriquecimiento social y cultural, las opiniones se dividen cuando se trata del gran número de nuevos refugiados.
Por lo tanto, en los Länder occidentales en donde se votó la semana pasada, el 40 por ciento piensa que la política de refugiados de la canciller es equivocada, y en Sajonia-Anhalt, en Este del país, esa desaprobación alcanza incluso el 60 por ciento. En todo caso, más de los que votaron por AFD.
Errónea suposición
La suposición de que el bloque de contradictores de la política de refugiados de Merkel, es idéntico al 15% que votó por AFD es equivocada. Probablemente muchos votaron por CDU, SPD o incluso los Verdes, a pesar de estar en desacuerdo con la política de refugiados del Gobierno Federal.
Sobre esta simple realidad no habría que agregar mucho. Sin embargo, el fantasma del 85% podría generar aún más confusión en el difícil debate sobre el curso apropiado. Sobre todo, porque no sería muy inconveniente para la coalición que se encuentra en una situación delicada. Sugiere un consenso que no existe en esas dimensiones. A pesar de que tras las elecciones, la misma canciller Merkel agradeció el "apoyo de la sociedad en general" a su política de refugiados y migración que, según ella, “va más allá de su propio partido”.
Merkel se beneficia
Eso suena mucho a "sigamos como hasta ahora", así como a la constante referencia a la "solución europea", que unos llaman “firmeza” y otros “negación de la realidad”. Esa "solución europea", es realmente una versión turca que, hasta el momento, no funciona y no se a ciencia cierta si funcionará alguna vez.
Volvamos a los hechos verificables: si cerca de dos tercios de los encuestados dicen sentirse "aliviados" de que en la actualidad no estén llegando tantos refugiados, es claro que esto no tiene nada que ver con la política de su propio Gobierno.
Si los países de los Balcanes no hubieran cerrado sus fronteras, miles de personas estarían llegando a las fronteras alemanas, todos los días. Por lo menos, la canciller admite ahora abiertamente que su Gobierno se "beneficia" de ese bloqueo.
Nunca antes hubo tantos refugiados como en 2015. Muchos han llegado a Alemania. "Es un desafío histórico", señaló la canciller Angela Merkel. Una mirada retrospectiva a un año estremecedor.
Imagen: Reuters/O. Teofilovski
Grecia: una puerta hacia la UE
Estos jóvenes procedentes de Siria superaron una peligrosa etapa de su viaje. Llegaron a Grecia y, por ende, a la Unión Europea. Pero con ello no alcanzaron todavía su meta. Quieren seguir rumbo al norte, hacia otros países de la UE. La mayor parte huyó en 2015 a Alemania y Suecia.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Peligro en el Mediterráneo
El camino que han recorrido encierra peligros mortales. Reiteradamente zozobraron embarcaciones no aptas para la travesía. Estos niños sirios y su padre tuvieron suerte. Fueron rescatados en el Mediterráneo por pescadores griegos de la isla Lesbos.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
La imagen que conmovió al mundo
Aylan Kurdi, de tres años de edad, no sobrevivió. A comienzos de septiembre se ahogó con su hermano y su madre en el Egeo, cuando intentaban llegar a la isla de Kos. La foto de este niño sirio muerto dio la vuelta al mundo, conmoviendo a miles de personas.
Imagen: Reuters/Stringer
Contrastes a la vista
Kos, a menos de cinco kilómetros de Turquía, es la meta de muchos refugiados. Llegan a las playas donde solo solía haber turistas. Este grupo de refugiados paquistaníes logró arribar con un bote inflable.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Caos total
Muchos refugiados quedan varados en Kos, porque solo pueden continuar viaje a tierra continental tras haberse registrado. En el verano, la tensión escaló cuando las autoridades hicieron esperar a los refugiados en un estadio para hacer ese trámite, a pleno sol y sin agua.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Un transbordador para refugiados
Debido a la insostenible situación imperante en la isla se produjeron disturbios. Para reducir la tensión, las autoridades griegas arrendaron un barco en el que se habilitaron posibilidades de alojamiento para 2.500 refugiados y una oficina de registro.
Imagen: Reuters/A. Konstantinidis
El dilema de Europa
Por la misma época, más al norte, en la frontera greco-macedonia, policías fronterizos impiden el paso a la gente. En el tumulto hay niños que lloran, separados de sus padres. "Pura desesperación" se llama la foto tomada por Georgi Licovski. La Unicef la distinguió como la foto del año, ya que plasma "el dilema de Europa y su responsabilidad".
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Un símbolo negativo
A fines del verano, Budapest se convirtió en un símbolo del fracaso de las autoridades y de la xenofobia. Miles de refugiados acampaban en los alrededores de una estación ferroviaria de capital húngara. El gobierno les prohibió continuar su viaje. En consecuencia, muchos siguieron su camino a pie, rumbo a Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Roessler
Se abre el paso
El 5 de septiembre se despejó el camino para los refugiados. La canciller alemana, Angela Merkel, tomó con su par austríaco, Werner Feymann, la decisión de permitir a la gente continuar el viaje. Varios trenes especiales y buses se dirigieron por esos días a Viena y Múnich.
Imagen: picture alliance/landov/A. Zavallis
Bienvenidos, refugiados
El primer fin de semana llegaron a Múnich cerca de 20.000 refugiados. En la estación central de la ciudad se reunieron innumerables voluntarios para atender a los refugiados y proporcionarles alimentos y vestimenta.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Stollarz
"Lo lograremos"
Mientras Merkel era aclamada por los refugiados y los partidarios de darles asilo, en otros sectores de Alemania surgía el descontento. En una conferencia de prensa, Merkel respondió a las críticas con estas palabras: "Si tenemos que disculparnos por mostrar un rostro gentil en una situación de emergencia, este no es mi país". Otra frase se convirtió en su mantra: "Lo lograremos".
Imagen: Reuters/F. Bensch
Historias en el equipaje
A fines de septiembre, la policía publicó una imagen conmovedora. Una niña refugiada hizo este dibujo y se lo regaló a un policía de Passau. Muestra el horror que vivieron muchos refugiados y su gran alegría de estar por fin a salvo.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bundespolizei
El drama continúa
A fines de octubre habían llegado a Alemania más de 750.000 refugiados. Pero el flujo no cesaba. Los países de la denominada "ruta de los Balcanes" se veían superados y cerraron sus fronteras. Solo se siguió permitiendo el paso a sirios, afganos e iraquíes. Como una forma de protesta, algunos refugiados de otros países se cosieron los labios.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Sin final a la vista
"¡Ayúdanos, Alemania!", dicen los carteles de los manifestantes en la frontera con Macedonia. En Europa se acerca el invierno y miles de personas, incluyendo niños, se encuentran atrapadas en tierra de nadie. Entretanto, incluso Suecia, considerado un país abierto a los refugiados, estableció transitoriamente controles fronterizos. La UE cuenta para 2016 con otros tres millones de refugiados.