El terrorismo islámico afecta a los ciudadanos en intervalos cada vez más cortos. Entretanto, estamos ante el peligro de cambios en las democracias abiertas, opina el redactor en jefe de DW, Alexander Kudascheff.
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Hace tiempo que el terrorismo, el terrorismo Islámico, se convirtió en una pesadilla. Ataca a las sociedades libres por todas partes: en restaurantes, aeropuertos, hoteles, estadios de fútbol, clubs, trenes, playas, escuelas y ahora también en la calle. El terrorismo está en todas partes y el miedo avanza en las sociedades libres, y también en otras. El peligro se intuye y se siente. La amenaza está en todas partes, en el día a día y en las vacaciones. El terrorismo reta a las democracias, sobre todo a Francia, que ha sufrido el tercer horrible atentado. Es una guerra asimétrica. De terroristas en solitario o pequeños grupos que, sin excesivos recursos logísticos, asesinan sin piedad mientras los demócratas tienen que temer por su libertad.
Un terror omnipresente
Parece que el Estado ya no pudiese cumplir con su tarea más importantes. Pese a los organismos de investigación, los servicios secretos, el aumento de la vigilancia del ciudadano y el inmenso despliegue policial, el Estado no puede proteger a sus ciudadanos. El terror es omnipresente porque procede de la misma sociedad. Fascinados por la fuerza del islamismo e impulsados por la yihad, jóvenes, en su mayoría hombres, parten para enfrentarse a nuestra sociedad que también es la suya. Masacran sin piedad y quieren cumplir un objetivo. Quieren perturbar la sociedad libre y lo están consiguiendo. Mientras las fuerzas de seguridad tradicionales no sean capaces de proteger al ciudadano, los propios ciudadanos irán perdiendo esa serenidad que hasta ahora fue ejemplar. Amenazan fenómenos sociales en los que triunfarán el odio, el rechazo y el racismo. Toda una pesadilla para una sociedad abierta.
Terminar con el Estado Islámico
Ahora está claro que hay que emprender una guerra, una guerra contra el Estado Islámico. Es políticamente necesario, pero también es un tema delicado porque habrá que estar al lado de los rusos y del asesino sirio Bashar al Assad. Pero no hay otro camino posible. Hay que conquistar Rakka, vencer al Estado Islámico, juzgar a los combatientes supervivientes y terminar con la pesadilla del Califato Islámico. Aunque no sea política ni diplomáticamente atractivo, habrá que colaborar con todas las potencias. Después habría que preguntarse por qué tantos jóvenes musulmanes son seducidos por un islam violento, no solo en la Europa secular, sino también en la América de la diversidad religiosa. ¿Qué quiebra con su identidad al punto de que sigan a los autodenominados califas de Rakka o enaltezcan a terroristas suicidas en la red como si fuesen héroes?
En cualquier caso, se trata de un proceso social más largo. Las sociedades libres tendrían que aprender antes a superar su indefensión. Hay que aumentar la presión sobre la escena de los simpatizantes. Hay que hacerlo con rigor. Los musulmanes tienen que deshacerse de secretas simpatías hacia los predicadores del odio y echarlos de las mezquitas. Es necesario acabar con la tolerancia pasiva para defender la libertad y nuestro estilo de vida libre. De lo contrario, las sociedades cambiarán y se irán distanciando de la democracia. El Frente Nacional de Francia se saldría con la suya.
El mundo repudia el ataque de Niza
Por lo menos 84 personas perdieron la vida en el tercer atentado terrorista que sacude a Francia en 18 meses. Líderes políticos y ciudadanos comunes del mundo entero reaccionaron con dolor y llamados a la solidaridad.
Imagen: picture-alliance/dpa/TASS/S. Savostyanov
Consternación en Niza
Los gestos de dolor y reflexión se multiplicaron esta mañana en las inmediaciones del lugar donde un camión arrolló a la multitud que disfrutaba en Niza de los fuegos artificiales lanzados en la noche del jueves con motivo de la fiesta nacional francesa.
Imagen: Reuters/P. Rossignol
Amanecer de duelo
La bandera francesa ondeaba a media asta en el Palacio del Eliseo la mañana de este viernes 15 de julio, en París. En un mensaje a la nación, el presidente Francois Hollande informó que 84 personas murieron en el atentado y otras 50 se encontraban en estado crítico. Al mismo tiempo, instó a la ciudadanía a "dar al mundo un ejemplo de cohesión y unidad".
Imagen: Reuters/P. Wojazer
Franceses conmovidos
Miembros de la comunidad francesa de Sydney, Australia, cantan el himno nacional de Francia, tras enterarse del atentado de Niza. En el centro de la ciudad se sostuvo una vigilia en honor de las víctimas.
Imagen: Reuters/D. Gray
Homenaje en la UE
Las banderas de la Unión Europea fueron izadas a media asta en Bruselas, en honor de las víctimas de Niza. Dirigentes de la UE expresaron su pesar e indignación por el ataque. "Las heridas físicas y psicológicas tardarán en sanar, pero llamó a los franceses a permanecer fuertes y unidos ante estos actos de odio", dijo el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
Imagen: Reuters/F. Lenoir
Solidaridad a lo largo y ancho de Europa
La presidenta de la Cámara de Diputados italiana, Laura Boldrini (der.) abraza a la embajadora francesa en Italia, Catherine Colonna. Ambas rindieron homenaje a las víctimas, frente a la embajada de Francia en Roma.
Imagen: Reuters/M. Rossi
Condolencias latinoamericanas
En diversas capitales latinoamericanas las autoridades condenaron categóricamente el atentado que enluta a Francia. Y también la ciudadanía dio muestras de solidaridad y duelo, expresado con gestos como el de estas flores, colocadas ante la embajada francesa en México.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Cruz
Un minuto de silencio
La canciller alemana, Angel Merkel, y líderes de otros países, guardaron un minuto de silencio durante la sesión inaugural de la cumbre del Foro Asia-Europa (ASEM), en Ulán Bator, Mongolia. Merkel recalcó que Alemania está junto a Francia en la guerra contra el terrorismo, según reportó la agencia dpa.
Imagen: picture-alliance/AP Images/D. Sagolj
Escolares rezan por las víctimas
Escolares de la India rezan por los muertos en el atentado perpetrado en el día de la fiesta nacional de Francia. Por lo menos 10 niños murieron en el ataque de Niza y muchos otros quedaron heridos.
Imagen: Reuters/A. Dave
Flores en Kiev
En diversas partes del mundo, las embajadas francesas recibieron las condolencias de la gente. En la imagen, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, deposita flores este viernes frente a la embajada francesa de Kiev.
Imagen: Reuters/G. Garanich
Pesar en el mundo entero
En Rusia, un hombre deposita flores frente a la embajada francesa en Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó el atentado de "chocante en su crueldad y cinismo", según cita la agencia dpa.