Opinión: Viaje a lo desconocido junto a Donald Trump
20 de enero de 2017
La espera llega a su fin. Ahora tendrá que empezar a actuar y no sólo tuitear. Por otro lado, muchas cosas siguen siendo impredecibles, dice nuestro columnista invitado Peter Sturm, del Frankfurter Allgemeine Zeitung.
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El traspaso de gobierno en Estados Unidos es siempre muy prolongado, herencia de la época de las diligencias. Sin embargo, en esa ocasión a muchos fuera de Estados Unidos les hubiera gustado que el presidente elegido en noviembre hubiera empezado antes en el cargo. Así se hubiera puesto fin a la mortificante incertidumbre sobre lo que Donald J. Trump se ha propuesto realmente hacer con su país y con el mundo. Acabar con esa larga tradición hubiera halagado el sobredimensionado ego del elegido.
A partir del viernes Trump será presidente. Y no sabemos… nada. Y no porque no haya hablado. Lo ha hecho en exceso. Pero su visión política, presuponiendo que tiene alguna, más allá de la conquista de la Casa Blanca, permanece en la indefinición. Sería inapropiado tomarse en broma sus declaraciones, con el pretexto de que no son realistas. Porque el problema es que un presidente de los Estados Unidos puede, con sus meras declaraciones en una entrevista, crear realidades o cambiarlas. Por ejemplo, al llamar "obsoleta" a la OTAN. Puede que lo sea, pero sigue siendo sin duda realmente importante. Algo así invita a los oponentes de la Alianza a probar hasta dónde pueden llegar sin ser sancionados. Esta interconexión debería resultar evidente para cualquiera medianamente inteligente.
Muchos propietarios de negocios se consideran los mejores políticos. Y Trump se tiene entre los más grandes. Pero no es lo mismo tomar decisiones en una empresa que en esa sumamente compleja entidad que llamamos Estado. Aquellas desarrollan su actividad en un sector determinado y no tienen que prestar demasiada atención a lo que sucede en otras áreas. En política todo tiene que ver con todo. Y esto no es el lema de débiles incapaces de tomar decisiones. Se pueden, y quizá se deban también, hacer muchas cosas en Estados Unidos de forma distinta a como las ha hecho el presidente Barack Obama. Pero, no obstante, sólo se puede confiar en una cosa: que haya quienes puedan encauzar la energía de ese súper-ego hacia caminos razonablemente previsibles. De lo contrario, en cuatro años (quien sabe si ocho) no vamos a reconocer el mundo.
Donald Trump y sus complicadas relaciones amistosas
Donald Trump es una persona famosa, que busca el reconocimiento de otras estrellas. Les presentamos a sus conocidos y a sus adversarios.
Imagen: Reuters/NBC/P. Drinkwater
Relaciones difíciles con las estrellas
Las relaciones de Donald Trump con los famosos son difíciles. Después de que Meryl Streep lo criticara en la gala de los Golden Globes, Trump a través de un tuit arremetió contra la actriz, diciendo que era "una de las actrices más sobrevaloradas de Hollywood". En 2015 había dicho que era una de sus actrices favoritas.
Imagen: Reuters/NBC/P. Drinkwater
Kanye West: simplemente un amigo
Los seguidores del rapero Kanye West se irritaron por el encuentro privado entre el cantante y el presidente electo. "Somos amigos desde hace tiempo", dijo Trump a la revista "Vanity Fair".
Imagen: Getty Images/AFP/T.A. Clary
Arnold Schwarzenegger: programa sin éxito
Uno podría pensar que Trump ya no tiene por qué sentir rivalidad después de haber sido elegido presidente de los Estados Unidos. Sin embargo, sí tiene tiempo para tuitear sobre el programa de telerrealidad de Schwarzenneger "The New Celebrity Apprentice", al que le llovían las críticas; todo lo contrario que con su programa.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/L. Trinh
Andrea Bocelli: amigo, pero no para todo
Trump aparentemente mantiene una buena y larga amistad con el tenor. Corrió el rumor de que Boticelli actuaría en la ceremonia de investidura de Trump, lo que ha levantado ampollas en las redes sociales. Al final, el cantante, como otras muchas celebridades, negaron oficialmente su asistencia al acto.
Imagen: picture-alliance/dpa/Z. Szigetvary
Alec Baldwin: cantaría para Trump
Después de que muchos famosos se negaran a actuar o hacer acto de presencia en la investidura de Trump, el actor Alec Baldwin se ofreción para cantar la canción de AC/DC "Highway to Hell" o autopista hacia el infierno. Cuando este lo imitó en el programa "Saturday Night Live", Trump tuiteó que ya "era hora de suspender este programa aburrido y con poca gracia. La actuación de Baldwin es nefasta."
Imagen: picture-alliance/AP Photo/NBC/W. Heath
DJ Moby: Jajajajajajaja
Por lo visto, el equipo de Trump estaba tan desesperado buscando a músicos para la actuación en la investidura que al final eligieron inadecuadamente: al DJ Moby, vegano y activista de los derechos de los animales. Su reacción: "Jajajajaja, espera, jajajaja, ¿de verdad? Quizá me lo pensaría si Trump publicara su declaración fiscal".
Imagen: picture-alliance/dpa/Lp/Yann Foreix
Jackie Evancho, sí cantará
Esta cantante de 16 años se dio a conocer cuando contaba solo diez años de edad. Es una de las pocas artistas que acudirán a actuar a la investidura de Trump. Trump tuiteó que desde que se supo que ella participaría en el acto, las ventas de su album han aumentado rápidamente. En verdad, solo un poco y justo antes de Navidad.
Imagen: picture-alliance/dpa/K. Jakwerth
The Radio City Rockettes
Este grupo de baile fundado en 1925 sí actuará para Trump y sus seguidores al igual que el Mormon Tabernacle Choir. Trump intentó ocultar su decepción cuando tuiteó que "todos los llamados famosos de categoría A querían entradas para la ceremonia", pero el prefiere "al PUEBLO".