Con la victoria del Partido Democrático Liberal de Japón (LDP) regresa al poder al ex primer ministro Shinzo Abe tras un periodo de tres años.

De confirmarse la victoria del LPD crearía un gobierno comprometido con una postura férrea en una disputa territorial en China, una política pronuclear pese al desastre del año pasado en Fukushima, una receta radical en política monetaria y un gran gasto fiscal para poner fin a la persistente deflación y doblegar la fortaleza del yen.

El LDP podría ganar 296 de 480 miembros en la Cámara Baja, mientras que su aliado, Nuevo Komeito obtendría 32 escaños, según la encuesta a pie de urna de la cadena de televisión Asahi.

Eso les concedería la mayoría de dos tercios necesaria para cambiar las decisiones de la Cámara Alta y romper un estancamiento político que han sufrido los sucesivos gobiernos durante un lustro.

La victoria dará a Abe, de 58 años, que dejó el puesto en 2007 alegando problemas de salud tras un año complicado en el cargo, una segunda oportunidad para gestionar la tercera mayor economía del mundo.

El gobernante Partido Democrático de Japón obtendría sólo 65 escaños, según Asahi. El nuevo Partido de la Restauración de Japón lograría 46 representantes. Las encuestas a pie de urna de otras cadenas coinciden en su mayor parte con estas previsiones.