Además del presidente portugués, Anibal Cavaco Silva, el principal grupo de oposición, el Partido Socialista, llevó también el controvertido presupuesto para 2013, que contempla drásticos ahorros y que fue aprobado por el Parlamento, ante el Tribunal Constitucional. No hay un plazo para que el Tribunal tome una decisión sobre si las medidas de austeridad que recoge el documento se ajustan a la legalidad.

En la solicitud presentada este viernes en Lisboa, los socialistas denuncian la supresión de las pagas extra de Navidad y vacaciones para los jubilados y funcionarios así como la introducción de un impuesto solidario general del 3,5 por ciento, medias que consideran "injustas y discriminatorias". Esos mismos puntos fueron los impugnados por Cavaco en su solicitud.

El presupuesto aprobado por el Parlamento despierta "dudas justificadas sobre la justicia del reparto del sacrificio", había dicho Cavaco en su discurso de Año Nuevo. (dpa)