La oposición siria rechazó hoy continuar en las negociaciones de paz auspiciadas por la ONU mientras el pueblo sirio siga sufriendo por el conflicto armado y padeciendo hambre en las áreas cercadas por militares.
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El jefe de la delegación que representa a la oposición política y armada en estas negociaciones, Riad Hiyab, sostuvo que espera que los países que tienen influencia en el conflicto, especialmente Rusia y Estados Unidos, se reúnan pronto para "tomar medidas contra quien está asesinando al pueblo sirio". Hiyab demandó el envío de observadores internacionales a Siria para incrementar la presión sobre el régimen de Damasco y forzarlo a cumplir los acuerdos
Retirada de las negociaciones
La oposición siria comunicó ayer al mediador de la ONU, Staffan de Mistura, que interrumpía su participación "formal" en las conversaciones de paz hasta no observar progresos palpables en el terreno humanitario y en el respeto de la tregua en vigor en Siria. De Mistura precisó más adelante que esto no significaba que la oposición abandonaba las negociaciones y que éstas continuarían hasta el viernes, aunque fuera de la sede de la ONU, a donde la delegación opositora se niega a acudir.
El opositor sostuvo que los avances humanitarios observados tras la entrada en vigor de la tregua, el pasado 27 de febrero, se han diluido, que ningún preso político ha sido liberado y que los cercos militares en torno a áreas civiles no sólo se mantienen, sino que se han extendido. "En lugar de ayuda para los civiles, su sufrimiento ha aumentado. Si la ONU y los países (que apoyan las negociaciones) ni siquiera han podido hacer entrar una botella de leche en algunos lugares, cómo van a impulsar una transición política", lamentó.
Transición sin Asad
Por otra parte, Hiyab advirtió de que la oposición no permitirá que las negociaciones de Ginebra sirvan para la continuidad del régimen del presidente de Bachar Al Asad. "No estamos aquí para reproducir el régimen de Al Asad, sino para terminar con él. Creer lo contrario es pura ilusión", declaró en una rueda de prensa.
"Estamos aquí para dirigirnos hacia una transición política, con un órgano de gobierno transitorio con poderes plenos y sin la participación del mayor criminal, Al Asad, o de sus allegados", aseguró.
"No puede haber un proceso político que prolongue la vida de este régimen. Queremos una agenda y un calendario claros para la negociación", agregó, tras acusar a la delegación del gobierno de intentar "alejarse" del proceso político y de utilizar distintas estrategias para dilatar las negociaciones.
Apoyo militar
Asimismo Hiyab pidió a Estados Unidos que mantenga el apoyo militar que les brinda y siga suministrando armamento a los grupos rebeldes.
Sostuvo que si Estados Unidos entrega a los opositores sólo una fracción de las armas que el Gobierno sirio recibe de Irán y Rusia, sus principales aliados, conseguirán "terminar con el régimen".
ER (efe, dpa)
¿Qué queda de Palmira?
En 2015, el Estado Islámico impactó al mundo al destruir monumentos de la antigua ciudadela de Palmira. Una exposición en Colonia muestra dibujos que documentan el esplendor de esas maravillas de la humanidad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Artista, arquitecto, arqueólogo
Como muchos de quienes viajaron hacia Oriente en el siglo XVIII, el artista francés Louis-François Cassas provenía de una familia de clase acomodada. Su padre era marqués y agrimensor real. En 1785, Louis-Francois estuvo dos meses en Palmira, haciendo croquis de prácticamente todas las ruinas de ese legendario centro cultural de la Antigüedad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Lo que quedó
Cassas encontró solo ruinas en Palmira. Sin embargo, en lugar de dibujar lo que veía, intentó reconstruir la ciudad y poner sobre el papel su antiguo esplendor. El museo Wallraf-Richartz de Colonia tiene 123 de esos dibujos en su colección. Algunos de ellos fueron restaurados para la exhibición "Palmira: ¿qué queda?", que también muestra la destrucción provocada por los terroristas en la región.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Oasis para comerciantes
Palmira está ubicada a medio camino entre Damasco y la frontera con Irak. Erigida entre los siglos I y III d. C., los monumentales edificios se mantenían bien preservados, como mudos testigos de la magnificencia de la ciudad greco-romana. Caravanas de comerciantes trasladaban especias, gemas preciosas y ropas a la ciudad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Diferentes estilos e influencias
Con el tiempo, Palmira fue mezclando su arquitectura greco-romana con estilos locales. El teatro romano semicircular tiene una fachada diseñada al estilo de un palacio oriental. En ese escenario se presentaban obras en arameo.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Marczok
Fascinación con la historia
Artistas y arquitectos han intentado desde fechas tan tempranas como el siglo XV revivir el espíritu de la antigua ciudad. Pero la perspectiva de Cassas era única: usando colores diferentes, distinguió la arquitectura existente de la imaginaria en sus dibujos. El negro representa a la realidad, el rojo señala sus reconstrucciones.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
El centro de la vida religiosa
El templo de Bel fue construido hacia fines del siglo II d. C. bajo dominio romano. Bel era el equivalente local para el dios griego Zeus. La arquitectura combina tradiciones arquitectónicas romanas y griegas, con la adición de ornamentaciones orientales.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Perdido para siempre
El templo de Baalshamin, de aproximadamente dos mil años de antigüedad y una de las estructuras más completas halladas en Palmira, fue una de las maravillas destruidas por el Estado Islámico. Baalshamin, el "Señor del Cielo", era una de las deidades supremas de Palmira.
Imagen: Reuters/Stringer
Cuánto se perdió y cuánto queda
La Gran Columnata fue la principal avenida de la ciudad. Allí había tiendas a ambos lados de la calle, además del mercado del Ágora, un teatro y un complejo de baños romanos. Cuánto destruyeron los fanáticos del Estado Islámico y cuánto quedará para la posteridad es hoy un misterio. Habrá que esperar que las fuerzas del gobierno sirio terminen de expulsar a los insurgentes de la región.