En las últimas semanas, antiguos y actuales miembros de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro que destacaban por su apoyo incondicional a la llamada "revolución bolivariana” han sido encarados en diversas ciudades en el extranjero por expatriados que les expresan su malestar por considerarlos responsables de la crisis que vive Venezuela actualmente.

 

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La semana pasada, por ejemplo, un grupo de venezolanos abucheó al exembajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, quien asistía a una reunión en Madrid, España. La muchedumbre le arrojó objetos al exdiplomático mientras la policía española lo escoltaba lejos del sitio.

Asimismo, Maripili Hernández, ex ministra de Chávez, fue abordada por dos hombres en las calles de Barcelona, también en España, quienes le increparon su apoyo a Chávez e hicieron un video del enfrentamiento. "¿Estamos pasando hambre, mi hijo sin pañales, sin leche, sin comida; hacer cola hasta las 3 de la mañana, esa es la revolución bonita que tú mandabas, esa es la patria que nos iban a dar a nosotros?”, dijo uno de los hombres. "¡Tú dándote la gran vida, paseando aquí!”, agregó.

Posteriormente, Hernández fue confrontada en Madrid por un grupo numeroso de venezolanos que entre otras cosas le gritó "asesina”. La exministra fue también resguardada y escoltada por la policía española.

¿Es el escrache una violencia justificada?

Muchos piensan que se trata de un tema de justicia porque están convencidos de que estos funcionarios no solo son responsables por la crisis económica, política y social que atraviesa Venezuela actualmente, sino que también se han hecho con cuantiosas fortunas producto de la corrupción, fortunas que podrían ser invertidas en educación, salud y seguridad.

Para Manuel Rodríguez, secretario general en España del partido de oposición Causa R y coorganizador de algunas actividades del partido en ese país, la acción es justificada porque estos exfuncionarios "en su mayoría están disfrutando de una riqueza que no se han ganado honradamente y han sido cómplices directos o indirectos de la destrucción económica y social del país, así como de los crímenes perpetuados por el régimen”.

Sin embargo, otros consideran que las acciones son más bien contradictorias, pues sostienen que la oposición se ha caracterizado por su comportamiento pacífico en las protestas y este tipo de sucesos parecen violentos, a pesar de que nadie ha salido herido hasta ahora y mucho menos perdido la vida. Al respecto, Rodríguez explica a DW que los escraches, como son conocidas este tipo de acciones, "son totalmente legales en España. Es más, Podemos y todos los partidos comunistas españoles afines al chavismo suelen realizarlos a menudo”.

Hace dos semanas, un par de venezolanas irrumpieron en un evento en el Líbano en el que participaba Tarek William Saab, actual defensor del pueblo en Venezuela. Mientras una de las mujeres sostenía una bandera de Venezuela al revés, la otra filmaba y le gritaba a Saab: "Mi pueblo se muere, los están matando, ¿dónde están los derechos, Tarek?".

Los escraches han sucedido incluso en lugares que parecen tan lejanos como Australia y a personas que no forman parte del gobierno. La hija de Jorge Rodríguez, exvicepresidente de Venezuela, jefe de campaña de Chávez en las elecciones presidenciales de 2012 y actual alcalde del municipio capitalino Libertador,fue abordada por dos venezolanas en Sídney. "Por culpa de tu papá hay gente muriéndose y eso va a quedar en tu conciencia”, le reprende una de las mujeres.

En todo caso, pareciera que los ataques a políticos chavistas no terminarán pronto. Opositores venezolanos usan las redes sociales para difundir a diario información sobre los lugares de residencia de allegados al chavismo que se han radicado en varios países del mundo, principalmente en Estados Unidos y España, donde según los últimos estudios sobre emigración venezolana viven las dos comunidades más grandes de expatriados.