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Orbán, Putin y el embargo de petróleo

4 de mayo de 2022

La Unión Europea propuso un embargo progresivo de petróleo contra Rusia, pero Hungría, bajo el mando de Viktor Orbán, rechazó apoyarlo. Por ello, antiguos aliados del país, como Polonia, se están distanciando.

Viktor Orban, primer ministro de Hungría.
Viktor Orban, primer ministro de Hungría. Imagen: ATTILA KISBENEDEK/AFP

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, está a punto de asumir su cuarto mandato consecutivo, y el cuarto con una sólida mayoría parlamentaria de dos tercios a su favor. Y esta nueva legislatura comienza -en medio de la guerra de Rusia contra Ucrania- con un nuevo conflicto entre Hungría y la Unión Europea (UE), que Orbán ha declarado desde hace tiempo como la mayor amenaza para su país.

Esta vez, la controversia gira en torno al embargo contra el petróleo ruso,propuesto por la UE este miércoles (04.05.2022) . "Vamos a renunciar progresivamente a las entregas rusas de petróleo en un período de seis meses y a las de productos derivados del crudo de aquí a finales de año", dijo la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Actualmente existe un amplio consenso entre los Estados miembros sobre la aplicación de dichas sanciones.

Sin embargo, Hungría es el único Estado miembro de la UE que ha rechazado dicho embargo petrolero. Algunos medios de comunicación europeos habían informado en los últimos días que Hungría podría aceptar las sanciones si recibe de Bruselas exenciones temporales para la importación de petróleo. Pero el Gobierno húngaro rechazó enfáticamente dicha posibilidad.

El ministerio de Relaciones Exteriores de Hungría, Gergely Gulyas.Imagen: Attila Kisbenedek/AFP/Getty Images

Posición decidida

El ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, que también es responsable de comercio exterior, declaró durante una visita a Kazajistán que su gobierno no aceptaría ninguna sanción que imposibilitara las importaciones húngaras de petróleo y gas desde Rusia, porque ello pondría en peligro la seguridad energética de Hungría.

Ya el domingo (1.05.2022), el encargado de la cancillería de Hungría, Gergely Gulyas, se había pronunciado en contra de un embargo de petróleo. Un portavoz del gobierno húngaro no quiso responder a las preguntas de DW, pero se refirió a las declaraciones Gulyas, diciendo que el Gobierno húngaro se mantenía en su posición.

"El Gobierno húngaro ha dejado muy clara su posición", explica a DW el politólogo Peter Kreko, del Instituto Capital Político, con sede en Budapest. "No es completamente imposible que el gobierno modifique o cambie su posición, pero es muy explícito sobre su posición de veto", agrega.

¿Juego de póker con Bruselas?

Oficialmente, el Gobierno húngaro justifica su intención de veto por la fuerte dependencia del país de las fuentes de energía rusas. Sin embargo, Hungría no es el país de la UE que más depende en ese aspecto.

Los suministros rusos cubren aproximadamente el 58 por ciento de sus necesidades anuales de petróleo. En Eslovaquia, este porcentaje alcanza el 96 por ciento, y en Lituania y Finlandia se mantiene en torno al 80 por ciento. Sin embargo, estos países no se oponen a un embargo de petróleo, aunque Eslovaquia quiere pedir una exención para las importaciones de petróleo ruso.

Por ello, es posible que otras razones influyan en la negativa de Hungría a un embargo de petróleo. En concreto, podría tratarse de un juego de póker con Bruselas: la Comisión Europea no ha desembolsado hasta ahora los miles de millones destinados a Hungría del fondo de reconstrucción por la pandemia del coronavirus, por temor a la corrupción.

Además, la Comisión abrió la semana pasada un proceso contra Hungría en el marco del nuevo mecanismo del Estado de Derecho. "Quizá todo esto esté influyendo ahora en la decisión de no apoyar las sanciones. En cualquier caso, la relación entre Hungría y las instituciones de la UE está completamente envenenada", afirma Kreko.

No toda Hungría apoya a Putin. En la imagen, solidaridad con Ucrania en Budapest.Imagen: Marton Monus/REUTERS

Orban debería "ir al oculista"

El anunciado veto del Gobierno de Orban no es más que otro hito en una política exterior húngara que está llevando al país a un aislamiento cada vez mayor dentro de la UE y a nivel internacional. Hungría es el único país de la UE que aún no ha condenado enfáticamente el ataque ruso contra Ucrania. Hasta ahora, Hungría solo ha apoyado a regañadientes las sanciones contra Putin; y el gobierno no permite el envío de armas a Ucrania a través de su territorio.

Debido a esta posición, todos los antiguos aliados de Hungría entre los Estados del este de la UE se han distanciado de Budapest, incluidos Polonia, la República Checa, Eslovaquia y Eslovenia. Lo que más le duele a Orban es probablemente la ruptura con Polonia.

El viceprimer ministro polaco y hombre fuerte del país, Jaroslaw Kaczynski, había acusado a Orban de estar ciego ante los crímenes de guerra rusos en Ucrania y recomendó polémicamente al primer ministro húngaro que "fuera al oculista".

"La posición de la política exterior húngara en Europa nunca ha sido tan mala como ahora", afirma el politólogo Kreko. El Gobierno de Orbán se ha metido, a su juicio, en un callejón sin salida. "Para ser sincero, el cálculo que hay detrás de la política exterior de Orban me resulta inexplicable; no veo en ella ningún planteamiento racional ni ninguna estrategia sensata. La política exterior húngara parece estar determinada solo por el desafío y la irracionalidad y se mueve en una espiral descendente", asegura el experto.

(ct/er)

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