Franz Beckenbauer está convencido de que todos los escenarios del torneo estarán a tiempo en perfectas condiciones: "Cuando se construye algo nuevo, al comienzo pueden surgir problemas como en Kaiserslautern donde hay que revisar el techo o en Núremberg, donde hay problemas de estática. Pero creo que los problemas que se han presentado son pequeñeces que tienden a agrandarse por la proximidad del Mundial".

En Kaiserslautern, el sábado pasado no pudo jugarse el partido entre el equipo local y el Eintracht Frankfurt debido a un problema en el techo de la tribuna este que hacía temer que se produjera un derrumbe.

Antes, se habían registrado también problemas en Núremberg y en Fráncfort, donde en la final de la Copa de Confederaciones aparecieron algunas goteras en el techo retráctil del estadio.

En otros estadios, ante todo en Hamburgo, también ha habido problemas con el césped.

Todo ello llevó a que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, pidiera al Comité Organizador una revisión de los doce estadios en busca de posibles fallos.

El primer vicepresidente del Comité Organizador, Horst Schmidt, dijo, por su parte, que quería defender a los estadios alemanes que, en su opinión, han sido excesivamente criticados en los últimos días.

"Hay pocos torneos de la importancia de un Mundial de los que se pueda decir que todos los estadios vayan a estar a punto con tanta anticipación como los estadios de 2006", dijo Schmidt.

Schmidt admitió que el Comité Organizador tendrá que ocuparse de los problemas surgidos en Kaiserslautern y en Núremberg pero dijo que a comienzos del año próximo todos los estadios "estarán en las condiciones que deseamos".