Oro para Chile, plata para Alemania
23 de agosto de 2004Nicolás Massú ganó su segunda presea de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas, en singles. Para Chile fue otro acontecimiento histórico, que se suma al triunfo de la noche anterior en dobles, en que el país conquistó por primera vez una medalla olímpica de oro. Para Alemania, la final de tenis masculino en dobles no tuvo ciertamente la misma trascendencia; sin embargo, no fue sólo una derrota que obligó a conformarse con otra medalla de plata que agregar a la cosecha de Atenas 2004, donde los germanos aún aspiran a quedar entre los cinco primeros en el recuento de laureles.
La magia del tenis
El tenis tiene un lugar especial en el corazón del público. Sus jugadores pueden llegar a ser ídolos, como ocurrió en su momento con Boris Becker, Steffi Graf y Michael Stich. Fueron las estrellas de la generación que desató la fiebre tenística en Alemania donde, a falta de nuevas figuras de la talla de esos maestros de la raqueta, se ha aplacado la euforia, pero se conserva latente la esperanza de volver a la cúspide del deporte blanco.
La final de dobles ofrecía una oportunidad formidable para la dupla integrada por Nicolas Kiefer y Rainer Schüttler, ávida de oro. Tras su triunfo sobre el dúo indio de Mahesh Bhupathi y Leander Paes, los tenistas alemanes sentían el triunfo al alcance de la mano y también la prensa deportiva les asignaba buenas posibilidades para el encuentro decisivo con Nicolás Massú y Fernando González. Los alemanes que, a diferencia de los chilenos, no llegaron muy lejos en individuales, habían tenido más tiempo para descansar y recuperar fuerzas.
Las glorias de Boris Becker y Cía.
Los aficionados recordaban la victoria de Boris Becker y Michael Stich en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, cuya sombra sigue pesando sobre los hombros de los jóvenes tenistas alemanes. Al fin y al cabo, una medalla de oro no es cualquier cosa. Michael Stich afirmó que no cambiaría la suya "por nada" y todos coinciden en que el fuego del espíritu olímpico no tiene parangón.
Pero Kiefer y Schüttler tuvieron que darse ahora por satisfechos con la medalla de plata en Atenas, tras un partido maratoniano que crispó los nervios hasta del más controlado teutón. La prensa alemana habló de un encuentro dramático, de una película de suspenso, y destacó que, con su triunfo, Fernado González y Nicolás Massú entraron en la historia.