Orquesta de la Ópera de París toca en la calle contra Macron
31 de diciembre de 2019
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La orquesta de la Ópera de París dio un concierto en la calle este martes (31.12.2019) en protesta por la reforma de su régimen de pensiones impulsada por el Gobierno de Emmanuel Macron, una semana después de que las bailarinas representaran en el exterior del recinto una parte de "El Lago de los Cisnes".
Los músicos, que respaldaron la huelga por vigésimo séptimo día consecutivo al igual que otros sectores de Francia, denunciaron con su actuación ante la sede de la Ópera en la plaza de la Bastilla que el Ejecutivo impone la reforma haciendo un "teatro" con las negociaciones.
"Nos negamos a entrar en la parodia de las negociaciones", rezaba una pancarta de los huelguistas, que interpretaron extractos de obras de Hector Berlioz y el "Romeo y Julieta" de Serguei Prokofiev, antes de terminar con el himno nacional, "La Marsellesa". Tras ellos, un enorme cartel colgado ante el moderno edificio de la Ópera de la Bastilla, inaugurado en 1989, en el que se podía leer "La Ópera de París en huelga".
El régimen especial del que gozan los integrantes de la Ópera de París es uno de los más antiguos de Francia. Tanto esta institución como la Comedia Francesa se benefician de un sistema particular concedido por el rey Luis XIV en 1698, y que permite que los bailarines se jubilen a los 42 años y los músicos cumplidos los sesenta.
Sus trabajadores, y especialmente los bailarines, se encuentran en huelga desde hace cuatro semanas lo que ha supuesto la cancelación de más de 50 representaciones. La institución comunicó la semana pasada que las pérdidas superan los 8 millones de euros. Las anulaciones de los espectáculos se anuncian en general el mismo día de la representación pues, como informa la Ópera de París en su web, los trabajadores no tienen la obligación de declararse en huelga hasta pocas horas antes de la función. (EFE)
¿Por qué protestan los "chalecos amarillos" en Francia?
Las concesiones del presidente Emmanuel Macron no han logrado disipar las protestas, marcadas por la violencia. Acá revisamos una cronología de estas manifestaciones, que se han tomado las calles francesas.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
Caída libre de Macron
Desde que fue elegido, en mayo de 2016, la popularidad de Emmanuel Macron no ha parado de caer, no solo por sus discutidas políticas financieras sino también por su actitud, que muchos consideran arrogante. Pero fue su propuesta de subir el impuesto a los combustibles, una medida ambientalista, la que desató los problemas. Un video que se volvió viral acusó a Macron de estar "cazando conductores".
Imagen: Reuters/C. Platiau
Protestas a nivel nacional
El malestar, aireado primero en redes sociales, pasó a las calles: más de 290.000 personas protestaron, el 17 de noviembre de 2018, usando los fosforescentes chalecos amarillos que los conductores galos deben tener en sus vehículos por ley. Al menos una persona murió y más de 150 fueron detenidas. Coordinados a través de redes sociales, los "chalecos amarillos" carecen de estructura y liderazgos.
Imagen: Reuters/E. Gaillard
Choques y destrucción
El Gobierno de Macron dijo que mantendría su curso, y las marchas continuaron. El 24 de noviembre, unas 100.000 personas protestaron en todo el país, de ellas, 8.000 en París, donde se desató la violencia. La Policía se enfrentó con manifestantes en los Campos Elíseos (foto) usando gases lacrimógenos y cañones de agua. Los daños a la propiedad fueron estimados en más de un millón de euros.
Imagen: Reuters/B. Tessier
Concesiones ante la presión
Los "chalecos amarillos" se convirtieron en un problema para Macron. Si bien al comienzo se negó a ceder, luego propuso ajustar la medida según el precio del petróleo. Los manifestantes no se mostraron satisfechos y volvieron a las calles el 1 de diciembre, desatando el caos. Macron convocó un comité de crisis y el 5 de diciembre, en medio de amenazas de más protestas, descartó el impuesto.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Guay
París bloqueado
Macron, sin embargo, se negó a restituir el impuesto a la riqueza y rechazó otros pedidos de los manifestantes, que exigen su renuncia. Es difícil clasificar a los "chalecos amarillos", toda vez que tienen apoyo de extremistas de derecha e izquierda. El 8 de diciembre hubo protestas a nivel nacional. Vehículos blindados tomaron las calles de París cuando buena parte de la ciudad quedó bloqueada.
El 10 de diciembre, Macron respondió con un discurso televisado desde el Palacio del Elíseo. Más de 21 millones de personas vieron el tono conciliatorio que adoptó el mandatario, quien aceptó su parte de la responsabilidad en la crisis. Introdujo nuevas medidas, incluyendo un alza del salario mínimo, pago de horas extraordinarias libres de impuestos y exenciones fiscales a los jubilados.
Imagen: Reuters/L. Marin
Descontento en el vecindario
Mientras tanto, las protestas de los "chalecos amarillos" traspasaron las fronteras y llegaron a Bélgica, donde los manifestantes expresaron su malestar por los altos impuestos y los precios de los alimentos, así como los bajos salarios y pensiones. Agentes antidisturbios respondieron con cañones de agua, luego de que los manifestantes lanzaran piedras contra la oficina del primer ministro.
Imagen: Reuters/Y. Herman
Calma de fin de año
Las protestas siguieron hasta fines de diciembre en Francia, aunque la masividad disminuyó visiblemente. Eso no desalentó a los líderes oficiosos del movimiento, que usaron las redes sociales para llamar a continuar con las movilizaciones. En la víspera del Año Nuevo, varias celebraciones parisinas contaron con personas que, en ánimo festivo, se unieron a la fiesta con "chalecos amarillos".
Imagen: Reuters/C. Hartmann
Prometen seguir en 2019
Cualquier esperanza de que el cambio de año calmaría las aguas se disiparon cuando, el 5 de enero, una nueva ronda de protestas congregó a unas 50.000 personas, más que las últimas de 2018, aunque menos que en los inicios del movimiento. En París, algunos manifestantes se enfrentaron con la Policía, incendiaron vehículos y atacaron edificios gubernamentales. Macron condenó la violencia.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
También puede haber protestas pacíficas
Vistiendo chalecos amarillos, varios cientos de mujeres marcharon por París este 6 de enero, en un esfuerzo por restaurar la imagen pacífica de las protestas. En un momento de la manifestación, las mujeres se pusieron de rodillas para recordar con un minuto de silencio a las diez personas muertas y a aquellos que han resultado heridos desde que comenzó el movimiento.