La Berlinale honra este año al renombrado cineasta argentino Fernando Solanas, de 67 años, por su obra de vida. En el marco de este homenaje, trajo al el festival su última película, "Memoria del Saqueo", que el director entiende como una "vehemente crítica contra la globalización". Solanas está consciente de que no puede abarcar toda la problemática de la reciente crisis argentina, ya que para ello "habría que haber rodado 50 películas". Por eso, según dijo en Berlín, concibe su obra como un llamado a reflexionar y recordar, con la esperanza de que contribuya a evitar que ocurran catástrofes semejantes en otros lugares.

"Estamos encantados de poder rendir homenaje a este director excepcional y valiente con un Oso de Oro de Honor", manifestó por su parte Dieter Kosslick, el director del festival.

Mirada crítica y manifiesto social

Con películas como "Tangos: el exilio de Gardel" (1980), realizada durante su exilio de la dictadura militar argentina en París y "El viaje" (1992), Pino Solanas da testimonio de la historia argentina reciente, en el arduo camino hacia la democracia. Ya en obras anteriores como "La hora de los hornos", que data de 1967, se confronta con la realidad sociopolítica de este país, creando así un clásico del documental de corte político. Desde hace más de treinta años, Solanas es observador de los hechos en Argentina desde diferentes ángulos, y valiéndose de diversos instrumentos cinematográficos. Desde siempre, muestra su visión del país sudamericano a través de la poesía de sus imágenes, en las cuales se mezclan la melancolía y la rebeldía de la lucha social por un país más justo.

El exilio, el sur y la globalización

En 1976, al instaurarse la dictadura en Argentina, Solanas es amenazado de muerte y se exila, como tantos otros conciudadanos, en Francia. A mitades de los ’80 regresa del exilio y continúa su obra con películas como "El Sur" (1987), una oda a su país, que le vale el reconocimiento internacional. Por ella recibe el Premio al Mejor Director del Festival de Cannes. Al volver del exilio, en 1984, en Argentina vuelve a restaurarse la democracia. La dictadura (1976-1983) había dejado un saldo de 30.000 personas desaparecidas, es decir, secuestradas y luego asesinadas, y los crímenes cometidos por la Junta Militar comenzaban a esclarecerse muy lenta y dificultosamente.

El director trabaja activamente como diputado del Congreso Argentino de 1993 a 1997, y critica desde allí la política neoliberal del gobierno de Carlos Menem. Durante este período es víctima de un atentado en el que le disparan seis balas en una pierna, y al que apenas sobrevive. Después de cinco años de trabajo parlamentario, se dedica nuevamente al cine, creando "La Nube", un homenaje al teatro argentino. En "Memoria del Saqueo" (2004), documenta la crisis sociopolítica sufrida por Argentina en los últimos años, y la influencia de la globalización. Una vez más, Solanas denuncia la corrupción y la malversación de fondos públicos. "Mi película", dice el cineasta, "debe contribuir con una imagen viva a la discusión urgentemente necesaria sobre la globalización que está ocurriendo en mi país, en América Latina y en todo el mundo, y que es indigna para los seres humanos".