"Tal vez necesitábamos una llamada de atención", dijo Macron, junto al jefe de la OTAN en París. Macron también ha sugerido que la alianza cree un grupo especial para investigar cómo energizar el pensamiento estratégico, una propuesta que Alemania también ha hecho. Se espera que los líderes respalden el concepto con un reporte que se elaborará para la cumbre de la OTAN de 2021.

Pero algunos expertos dicen que si Macron quería promover un poder militar más efectivo, lo está haciendo todo mal. "El presidente Macron no está tratando de iniciar una conversación", dijo el director de Carnegie Europa, Tomas Valasek. "Él ya tiene las respuestas: un reinicio de las relaciones con Rusia y un menor rol de los estadounidenses en la seguridad europea. Posturas estas que no cuentan con un respaldo mayoritario".

Una opinión particularmente controvertida que Macron está impulsando es la de que el terrorismo es la mayor amenaza para los países de la OTAN y no Rusia, y que es hora de acercarse a Moscú. "Cuando un presidente de un país miembro de la OTAN siembra abiertamente la discordia entre los aliados, socava la disuasión", concluye Valasek.

Tomas Valasek, exembajador eslovaco ante la OTAN, no está dispuesto a aceptar tan rápido la minimización de la amenaza del Kremlin. Y agrega que "todos en la OTAN desearían una mejor relación con Rusia, pero Moscú está más interesado en socavar el orden de seguridad de la OTAN y de Europa, porque el desorden le favorecería".

China, el difícil reto

Se espera que los líderes respalden el primer informe de la OTAN sobre los desafíos que plantea una China en rápido crecimiento y militarización. Alexander Mattelaer, investigador del Instituto Egmont de Bélgica, recomienda encarecidamente prestar mucha atención no solo a lo que está sucediendo en China, sino también entre Estados Unidos y China. Él dice que el impacto de ese conflicto en Europa y la OTAN podría ser enorme. Henry Kissinger advierte que el mundo está "al borde de una Guerra Fría", mientras no hay "negociaciones que avancen para reducir el conflicto político".

Si Estados Unidos se enreda en un conflicto con China, sería un desastre para la OTAN, advierte Mattelaer. ¿De dónde saldrían las fuerzas defensivas si Estados Unidos estuviera involucrado en un conflicto en otro lugar? "De Europa, en su mayoría", apunta Mattelaer. "Eso es lo que el Pentágono ha estado tratando de hacer entender desde hace mucho tiempo".

Por supuesto que nadie se está olvidando del factor Trump. El presidente de Estados Unidos aprovecha cada reunión de la OTAN para reprender a los aliados, especialmente a Alemania, por su gasto relativamente bajo en defensa.

OTAN sanea sus financias

De cara a Londres, la OTAN se ha esforzado en mejorar sus finanzas. Stoltenberg anunció una nueva fórmula de financiación para el presupuesto común de la OTAN que reduce las contribuciones estadounidenses en más de $ 100 millones (€ 90 millones) y eleva la participación alemana al 16,35% del presupuesto de la OTAN, la misma proporción pagada por Washington. Todos los demás aliados, excepto Francia, han acordado asumir una mayor participación.

Stoltenberg anunció recientemente que los aumentos del gasto seguirán a medida que los aliados europeos se comprometan a asignar más al gasto de defensa, tras los recortes presupuestarios de 2014. "Vivimos en un mundo más impredecible, necesitamos invertir más en nuestra seguridad compartida", dijo Stoltenberg. Sin embargo, la primera de sus preocupaciones son los aliados "impredecibles" en la mesa de la OTAN.

(er)

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