Camisetas y pantalones por unos euros. Ropa destinada a las masas, que compran y desechan con la misma facilidad. Un consumismo posible a costa de empleadas textiles que trabajan por sueldos míseros. La marca berlinesa Schmidttakahashi quiere cambiar las reglas del juego.
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Dos diseñadoras de moda recogen prendas viejas, con las que después elaboran diseños nuevos y exclusivos. Su colección ya se ha visto en la Semana de la Moda de París.