El Märkische Oderzeitung, de Frankfurt del Oder: „El SPD deberá sobrevivir con una cúpula de caras nuevas pero conocidas, al menos por el momento. Lo que ni siquiera ha comenzado es el debate sobre la renovación de las propuestas políticas. No podrá el partido sacar provecho con la tendencia de ensalzar logros pasados. La relación con La Izquierda, que se normalizará con el tiempo, actualmente esta planteada como una mera opción de poder. Esto no sólo es apresurado sino mezquino.”

Debate urgente

En Berlín, el Tageszeitung: “La propuesta básica del nuevo jefe socialdemócrata, Sigmar Gabriel, no constituye una oferta abierta. El partido debe hacer un balance de sus once años en el Gobierno. Este debate es urgente. No será agradable ni divertido, y constituirá una batalla ideológica en torno de la Agenda 2010. Pero debe producirse sin que haya fines predestinados. En vez de ello, Gabriel nos informe que aquellos once años fueron excelentes y que el debate estará finiquitado en tres meses. Es una perspectiva de cortes miras. Aún no han entendido. Algún día lo harán.”

Ánimos refundacionales

También de la capital alemana, el Tagesspiegel: “Quien escucha las señales del nuevo club negro-amarillo se queda con la desagradable impresión de que no es muy fuerte el sello que la CDU y el FDP pretenden imprimir al país. Uno ve a una canciller que se limita a decir aquello que no quiere. En cuanto a los liberales, pretenden una reconstrucción radical que abarca desde el sistema de salud hasta los seguros por desempleo. La defienden con vehemencia, como si el sistema social estuviera destruido en su totalidad, y como si los últimos cuatro años requirieran una refundación de Alemania. No se perciben vientos de cambio, visiones claras a futuro ni mesura, por lo menos en este comienzo de las negociaciones dentro de la nueva coalición.”

¿Otro matrimonio difícil?

En Suiza, el Neue Zürcher Zeitung: “A diez días de las elecciones generales, pareciera como si la victoria de la CDU y el FDP hubiera sido la parte fácil de un ejercicio. El SPD –otrora partido del pueblo y de los obreros- es rechazado por uno de cada tres votantes de la clase trabajadora, saca de quicio a la opinión pública alemana con su proceso de reinvención. Mientras tanto, los partidos del próximo Gobierno lucen como una pareja que ha contraído matrimonio sin saber lo que deben negociar en su acuerdo prenupcial.”

Cabeza fría

En Austria, Der Standard: “Seguro que es desagradable perder once puntos en una elección federal y abandonar el Gobierno, mientras el la habitación vecina se consuma una alianza negra-amarilla. Pero pese a ello, es de esperarse que por lo menos un par de socialdemócratas mantengan firmes los nervios y fría la cabeza. Si ese fuera el caso, lo mejor sería que aarecieran cuanto antes. Lo que sucede, en cambio, es que se producen nombramientos en procesos apresurados. La negociación rápida reemplaza a la reflexión y llama a la crítica externa.”

Editora: Mirra Banchón