Otto Pérez Molina: “Yo no tengo nada que ver”
12 de junio de 2015 La compleja situación que vive Guatemala por la serie de acusaciones de corrupción vivieron un nuevo capítulo el miércoles, cuando el Tribunal Supremo dio curso a una denuncia en contra del presidente Otto Pérez Molina, y autorizó al Congreso a decidir si retira la inmunidad del jefe de Estado, lo que azuzó los llamados a que presentara su renuncia. Entre quienes piden la salida de Pérez se encuentra la Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.
En una breve comparecencia de diez minutos, Pérez negó este jueves (11.06.2015) estar vinculado a los casos de corrupción y aseguró que no dejará su puesto pues tiene “una responsabilidad constitucional" que el pueblo le otorgó cuando lo eligió, y que para finalizar su mandato (que termina en enero de 2016) está dispuesto a enfrentar todos los procesos. El Supremo dio trámite a la denuncia presentada por el diputado opositor Amílcar Pop, que vincula a Pérez con dos casos de corrupción: uno en el Seguro Social y otro en la oficina de impuestos.
“No hay ninguna vinculación y tampoco hay ninguna jerárquica entre las decisiones de la junta directiva (del Seguro Social) y las decisiones del presidente" de la República, afirmó Pérez Molina, quien aseguró estar “tranquilo” porque no tiene ninguna responsabilidad en la toma de decisiones de los entes involucrados en corruptelas porque son “autónomos”. “Yo como presidente no tengo nada que ver. No tengo ninguna responsabilidad”, indicó Pérez.
“Responsabilidad muy obvia”
El mandatario guatemalteco reiteró una y otra vez que los entes son independientes y que su única obligación como presidente de la República, tal y como lo establece la Constitución, es nombrar a sus directivos, porque de no hacerlo, agregó, caería “en incumplimiento de deberes”. Mientras, el Congreso informó que convocó para este viernes a una sesión plenaria especial para elegir a la comisión que verá el caso de Pérez Molina.
Cuestionado por si acudirá al Congreso si la comisión investigadora lo requiere, Pérez Molina manifestó que sus abogados ya le informaron que este extremo no es obligatorio y que puede remitir por escrito las respuestas. Los escándalos ya propiciaron la renuncia de Roxana Baldetti, vicepresidenta del país hasta el pasado 8 de mayo, y una renovación del gabinete de Gobierno.
“Mi pronóstico es que el presidente va a tener que renunciar a su cargo; la gran duda que queda es cómo se manejará la situación con un nuevo vicepresidente (Alejandro Maldonado) que genera rechazo y va a polarizar a la sociedad”, dijo a la agencia dpa Enrique Álvarez, director de la organización Incidencia Democrática. Según Álvarez, la renuncia del mandatario es previsible tomando en cuenta la “debilidad” en que ha caído y porque “su responsabilidad es muy obvia”.
DZC (EFE, dpa)