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¿Ovario artificial? Atlas abre vías para extender fertilidad

9 de abril de 2024

El proyecto Human Cell Atlas ha marcado otro hito con la creación del primer mapa detallado del ovario humano, abriendo el camino hacia la futura creación de ovarios artificiales.

Imagen fluorescente de un folículo ovárico humano, captando durante un estudio espacial sus diversas zonas: el ovocito (pequeño óvalo), células hormonales, vasos sanguíneos, células inmunes y otros compartimentos.
Imagen fluorescente de un folículo ovárico humano, captando durante un estudio espacial sus diversas zonas: el ovocito (pequeño óvalo), células hormonales, vasos sanguíneos, células inmunes y otros compartimentos.Imagen: University of Michigan

Un equipo de investigadores de la Universidad de Míchigan, en Estados Unidos, ha creado el primer atlas celular del ovario humano, desvelando los factores que hacen que un folículo produzca óvulos y abriendo el camino a la extensión de la fertilidad.  

Atlas Celular Humano

El hallazgo, recogido en la revista Science Advances, ha dado lugar a una caracterización celular completa del ovario, con la descripción y localización de todas sus moléculas, que ha sido posible gracias al análisis de tejidos procedentes de ovarios de cinco donantes humanas. 

Este estudio forma parte del proyecto Atlas Celular Humano (Human Cell Atlas) con el que la ciencia aspira a lograr un mapeo completo del cuerpo humano para entender bien cómo funciona y qué falla en las enfermedades. 

Crear un ovario artificial

Este conocimiento más profundo del ovario significa que los investigadores podrían crear ovarios artificiales en el laboratorio utilizando tejidos almacenados y congelados antes de su exposición a tratamientos médicos tóxicos como la quimioterapia y la radiación.

"Nuestro ovario puede servir incluso para crear un ovario artificial que, con el tiempo, podría trasplantarse al cuerpo", explica una de las autoras, Ariella Shikanov, investigadora de ingeniería biomédica de la Universidad de Míchigan en un comunicado de esta universidad.

Actualmente, los cirujanos pueden implantar tejido ovárico previamente congelado para restablecer temporalmente la producción de hormonas y óvulos.

El problema es que ese tejido no funciona mucho tiempo porque son muy pocos los folículos (las estructuras que producen hormonas y crean óvulos) que sobreviven al implante.

Ahora, la caracterización celular del ovario revela que la mayoría de los folículos, denominados 'primordiales', permanecen inactivos y se localizan en la capa externa del ovario, denominada corteza. 

Hay una proporción más pequeña de folículos, llamados 'funcionales', que se activan periódicamente y migran hacia el interior del ovario, a una región conocida como fondo de crecimiento, donde producen óvulos que posteriormente se liberan en la trompa de Falopio.

Jordan Machlin, estudiante de posgrado de BME de la Universidad de Michigan, muestra al prof. Ariella Shikanov y a la becaria Margaret Brunette las imágenes de ovocitos en tejido ovárico que recogió mediante hibridación in situ por ARN-fluorescencia.Imagen: Marcin Szczepanski/Lead Multimedia Storyteller, Michigan Engineering

Guiar la creación de óvulos 

Una técnica relativamente nueva, conocida como transcriptómica espacial, ha permitido rastrear la actividad génica de las células y desvelar los factores que hacen que un folículo madure y produzca óvulos.

Conocer esos factores permitirá editar genéticamente el tejido ovárico para guiar el desarrollo de los folículos, de tal manera que ese tejido funcione mejor y más tiempo una vez implantando que el que no está modificado. 

Con este avance, una paciente que tenga que someterse a tratamientos médicos tóxicos como quimioterapia o radioterapia, podría congelar tejido ovárico que posteriormente le pueda ser reimplantado.

La creación de tejido ovárico productivo mediante edición genética abriría la puerta, según los investigadores, a una ventana de fertilidad más larga, así como a un periodo más prolongado de tiempo en el que el cuerpo produciría hormonas que ayudarían a regular el ciclo menstrual y mejorar la salud muscular, esquelética y cardiovascular. 

El mismo equipo científico está cartografiando otras partes del aparato reproductor femenino, como el útero, y las trompas de Falopio. 

FEW (EFE, Universidad de Michigan)

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