Oxfam: trabajo gratis de mujeres enriquece a millonarios
Natalia Smolentceva
20 de enero de 2020
En muchas partes del mundo las mujeres son las que hacen la mayor parte del trabajo de cuidado de niños, ancianos o enfermos. Oxfam ha calculado que este trabajo no pagado asciende a los 11 billones de dólares.
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Petra tenía 50 años cuando dejó su trabajo en una oficina en Berlín para buscar algo que le gustara. Ella nunca tuvo la oportunidad de volver al trabajo. Su padre se enfermó y tuvo que cuidarlo. Pronto su madre también necesitó atención constante. Ahora es su trabajo de tiempo completo, uno por el que no le pagan. "Duermo incluso menos ahora que cuando tenía un bebé", dice Petra. Ella señala que una alternativa sería enviar a sus padres a un hogar de ancianos. No obstante, asegura, los ama demasiado para hacerlo.
"Pocos se dan cuenta de que cuidar a alguien es un trabajo duro", dice Christina Schallehn, una enfermera que dirige un curso de cuidado gratuito en la clínica Helios en Berlín. "Para las enfermeras profesionales, este trabajo termina después de un día de ocho horas. Pero para los familiares es una actividad las 24 horas", afirmó.
Cursos como ese son populares en Alemania, donde el 70 por ciento de la atención a las personas mayores se lleva a cabo en el hogar, y en su mayoría lo realizan mujeres. Petra y otras mujeres dedican una hora y media más a cocinar, limpiar y cuidar a niños o familiares mayores que los hombres. La "brecha de cuidado de género" en Alemania es del 52 por ciento.
Esto significa que no solo las mujeres ganan menos todos los días o que ganan menos en el transcurso de sus vidas, sino que también obtienen una pensión más pequeña.
Cifras del trabajo no remunerado
Todos los días, mujeres y niñas de todo el mundo pasan 12 millones de horas cuidando a niños y personas mayores, y haciendo trabajo doméstico. Si ese trabajo se pagara de acuerdo con el salario mínimo de los respectivos países, la suma sería de más de 11 billones de dólares al año.
Oxfam calcula estos números y los incluye en su informe anual presentado justo a tiempo para el Foro Económico Mundial anual en Davos. Deben ilustrar cuán subestimado es el trabajo del cuidado, dice la experta de Oxfam, Ellen Ehmke: "No queremos decir que estos 11 billones de dólares se paguen a los cuidadores, pero tienen que recibir seguridad material por su trabajo. Eso es lo que nosotros como sociedad tenemos que reconocer y financiar".
"El buen trabajo de cuidado es base esencial para otras actividades económicas; todo el sistema económico no funcionaría sin él y este sistema base no es valorado económicamente", explica Jörn Kalinski, uno de los autores del informe.
Trabajo no remunerado: la base de la desigualdad global
La desigualdad económica en el mundo es desproporcionada. La mitad pobre de la población mundial posee menos del 1 por ciento de la riqueza mundial. Al mismo tiempo, el 45 por ciento de la riqueza se concentra en manos de menos del 1 por ciento de la población: 2.153 multimillonarios. Pero, ¿cuál es la conexión entre esta drástica desigualdad y el trabajo de cuidado no remunerado realizado por las mujeres?
El sistema económico mundial es sexista, dicen los autores del informe. Las horas que pasan las mujeres y las niñas de todo el mundo dedicadas al trabajo de cuidado limitan su acceso a la educación y al mercado laboral. Ganan menos o nada de dinero y tienen menos posibilidades de ser económicamente independientes y acumular riqueza.
Una niña de 8 años pasa un 30 por ciento más de tiempo ayudando en casa que su hermano. Este porcentaje aumenta al 50 por ciento cuando cumple 10 años. Esto lleva a una mayor posibilidad de que se quede en casa y no consiga ningún trabajo. A nivel mundial, el 42 por ciento de las mujeres en edad de trabajar están fuera del mercado laboral debido a sus responsabilidades de cuidado no remuneradas. La cifra en hombres solo llega al 6 por ciento.
(few/ers)
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Mujeres en profesiones tradicionalmente masculinas
El Día Internacional de la Mujer 2017 pone el foco en el mundo del trabajo. Todavía hay muchas profesiones tradicionalmente masculinas. ¿Cómo se sienten las mujeres desarrollando esas tareas?
Imagen: Reuters/A. Cohen
No solo bien, sino mejor
Ocol, una mujer filipina, es conductora de excavadoras y camiones en Tubay. Además de tener un trabajo muy duro, es madre de tres niños. Su autoestima está basada en sus habilidades. “Si los hombres pueden trabajar en este empleo, ¿por qué yo no? Soy mejor que los hombres, porque sé conducir ambas cosas, tanto excavadoras como camiones.”
Imagen: Reuters/E. De Castro
La primera camarógrafa de Pakistán
Nausheen Dadabhoy es una camarógrafa estadounidense-paquistaní y ha participado en producciones cinematográficas exitosas. Solo un dos por ciento de las camarógrafas son mujeres. “Sería tan importante mostrar la vida más desde la perspectiva de una mujer", dice.
Imagen: Bayley Sweitzer
"Todavía hay machismo por todas partes"
En los trabajos duros, como el de bombero, la mayoría de gente piensa que una mujer no es capaz de desempeñarse del mismo modo en que lo haría un hombre. Yolaina Talavera trabaja en Nicaragua, Managua y es bombera. “Al principio los hombres pensaban que no aguantaría, pero les demostré que sí", explica.
Imagen: Reuters/O. Rivas
Mecánica de camiones en sari
Shanti Devi trabaja en el área de servicio más grande de Nueva Delhi. Su marido y ella tienen un taller desde hace 20 años. Todos los días hace cambios de neumáticos y repara los camiones. “Es un trabajo sucio, nada para personas sensibles”, señala. Su marido está muy orgulloso. Para muchos clientes, tener una mujer como mecánico es raro todavía.
Imagen: Barcroft Media via Getty Images
Más reconocimiento a través de la profesión
Aproximadamente 20.000 mujeres desarrollan tareas militares en la alianza militar "Fuerzas democráticas de Siria” combatiendo a la organización terrorista autodenominada Estado Islámico (EI). Una de ellas es Laila Sterk, en la foto. “Desde que trabajo aquí, no experimento la desigualdad de género en la sociedad", relata. Los hombres aprenden que la presencia de las mujeres es algo normal.
Imagen: Reuters/R. Said
"La desigualdad de oportunidades empieza en la cabeza"
Serpil Cigdem trabaja como maquinista en Estambul. En su camino profesional tuvo muchos obstáculos. Y recuerda: "Cuando me postulé me dijeron que esta no es una profesión para mujeres. Entonces supe que tenía que estudiar mucho más que un hombre para aprobar el examen."
Imagen: Reuters/O. Orsal
Igualdad en el sector de construcción
Colocar suelos, empapelar paredes, para Deng Quien que trabaja como decoradora de interiores en Beijing, no hay nada que haga un hombre que no pueda hacer una mujer. Pero no siempre hay igualdad en el trato en sus lugares del trabajo. “No pasa nada, no puedes cambiarlo. Tienes que seguir", dice, pero sin resignarse.
Imagen: Reuters/J. Lee
"Las chicas también pueden jugar con autos"
Todos los días, Valerie Perron sale en su barco a pescar ostras en la costa del sur de Francia. Piensa que la educación es la llave para la igualdad de los seres humanos: “Somos las madres las que criamos a nuestros hijos. Está en nuestras manos enseñarles que pueden elegir entre jugar con muñecas o con cochecitos, no importa si son varones o niñas."
Imagen: Reuters/R. Duvignau
"Las mujeres tienen que demostrar más sus capacidades"
Paloma Granero, de 38 años, trabaja como instructora en el mayor túnel de viento de Europa, en Madrid. “Los hombres no necesitan demostrar de qué son capaces. En cambio, nosotras, las mujeres, tenemos que demostrar que somos buenas en todo, todos los días y en cada situación".