Pésaj, Pascua y Ramadán se celebran simultáneamente en 2022
Christoph Strack
16 de abril de 2022
En una conjunción inusual, las tres mayores celebraciones del judaísmo, el cristianismo y el islam tienen lugar al mismo tiempo este año.
Las tres mayores religiones monoteístas celebran sus festividades en Jerusalén este fin de semana. (15.04.2022).Imagen: Marco Brivio/Zoonar/picture alliance
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El viernes (15.04.2022) los cristianos conmemoraron la crucifixión de Jesús y el domingo celebran la Pascua, con lo que marcan su creencia en su resurrección. También el viernes, los judíos celebran la víspera de Pésaj, comúnmente llamada Pascua judía, que conmemora el éxodo de los israelitas de Egipto y el fin de su esclavitud.
Y también este fin de semana, los musulmanes de todo el mundo celebran un viernes más su fiesta semanal dentro del mes de Ramadán, que comenzó el 2 de abril y finaliza el 2 de mayo. Esta coincidencia de fechas es inusual, sobre todo en lo que respecta a la proximidad del Ramadán islámico a la Cuaresma cristiana, o a las fechas de Pésaj y Semana Santa.
Esta rara conjunción de días festivos se produce porque, a diferencia del calendario cristiano, que está determinado por el curso del sol y es muy utilizado en el mundo occidental, el calendario islámico está alineado con la luna y el año lunar. Doce meses en el año solar duran 365 días. En el año lunar, en cambio, solo 354. Así, el ciclo islámico de festividades se desplaza a lo largo del calendario occidental en el transcurso de unas tres décadas.
Cristianos celebran la Pasión de Cristo, el Viernes Santo en Jerusalén. (15.04.2022).Imagen: Ariel Schalit/AP/picture alliance
"Hermanos en la humanidad"
Ese transcurso más corto del año ofrece a los musulmanes "la oportunidad de experimentar el Ramadán, así como otros festivales en diferentes estaciones y condiciones climáticas", dijo a DW el portavoz del Consejo de Coordinación de Musulmanes de Alemania, Abdassamad El Yazidi. Al mismo tiempo, asegura que los días sagrados para los musulmanes coinciden en el tiempo con varios días sagrados del cristianismo y el judaísmo. "Eso debería recordarnos que todos somos hermanos en la humanidad y que debemos trabajar juntos por el bien", observa.
Judíos orando en el Muro de los Lamentos, en Jerusalén.Imagen: HAZEM BADER/AFP
Por otro lado, la festividad judía de Pésaj y la fecha de Pascua de las iglesias occidentales siempre se producen con bastante alineación a principios de la primavera, pero no suelen caer precisamente en la misma fecha. En 2022, la Pascua comienza el 16 de abril y la Semana Santa cristiana, que comenzó el 10 de abril el Domingo de Ramos, se desarrolla desde el Jueves Santo en la noche, el 14 de abril, hasta el Domingo de Pascua en la mañana. La festividad cubre la Pasión de Jesús, desde la última cena con sus discípulos hasta la celebración de la resurrección.
La diferencia se debe a que en el calendario cristiano la fecha de la Pascua cae domingo desde el año 325 d.C., más concretamente, en el primer domingo después de la luna llena de primavera. En el calendario judío, por otro lado, la Pascua puede comenzar en cualquier día de la semana.
Musulmanes durante la oración del viernes de Ramadán.Imagen: AHMAD GHARABLI/AFP
Celebraciones y tensión en Jerusalén
En ninguna parte del mundo las celebraciones de múltiples religiones monoteístas confluyen tan estrechamente como en Jerusalén. Se puede sentir cómo las tres religiones están "esperando estos días", dijo a DW el monje benedictino alemán Nikodemus Schnabel. En lo que describió como un "momento intenso" allí, "la ciudad vibra literalmente con los diversos peregrinos, como si hubiera una necesidad de ponerse al día después del coronavirus, de volver a celebrar afuera y de unirnos para las fiestas", dijo el monje, que ha vivido en las afueras de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante muchos años.
En última instancia, según Schnabel, la experiencia común de un festival de peregrinación conecta las religiones. Los feligreses cristianos, católicos, ortodoxos, protestantes y de otras iglesias del cristianismo desfilan en oración por la Ciudad Vieja por varios días seguidos. El viernes en la mañana, los musulmanes van a la mezquita en el Monte del Templo para orar. Y en esos días muchos judíos concurren a orar en el Muro de los Lamentos, las ruinas del Muro Occidental del Segundo Templo judío en la antigüedad. Los judíos consideran que ese es uno de los lugares más sagrados para rezar debido a su proximidad al cercano Sanctasanctórum, el recinto más sagrado, tanto del Tabernáculo como del Templo de Jerusalén, dos construcciones hebreas del antiguo Israel. Dadas las tensiones políticas de la zona, estos días son siempre un reto para las fuerzas de seguridad de la ciudad.
(cp)
La historia de Jerusalén en imágenes
Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo y una de las más disputadas hasta el día de hoy. Judíos, musulmanes y cristianos la consideran una ciudad sagrada.
Imagen: Getty Images/AFP/T. Coex
Jerusalén, la ciudad de David
De acuerdo con el Antiguo Testamento, el rey David conquistó Jerusalén en torno al año 1000 a.C. Trasladó allí su sede de gobierno, convirtiendo a Jerusalén en la capital y centro religioso de su reino. Salomón, hijo de David, construyó según la Biblia el primer templo para Yahvé, el Dios de Israel, y Jerusalén pasó a ser el centro del judaísmo.
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS.com
Dominio persa
El rey babilonio Nabucodonosor II conquistó Jerusalén en el año 597 y en el 586 antes de Cristo, según la Biblia. Tomó prisionero al rey Joaquín y a la clase alta judía, los llevó a Babilonia y destruyó el templo. Más adelante, el rey persa Ciro conquistó a su vez Babilonia, tras lo cual autorizó a los hebreos a regresar a Jerusalén y reconstruir el templo.
Jerusalén cayó bajo dominio del Imperio Romano. Pero en la población se fue formando la resistencia y en el año 66 d.C. estalló la guerra judeo-romana. Terminó cuatro años más tarde con una victoria romana y la nueva destrucción del Templo de Jerusalén. Roma y Bizancio dominaron cerca de 600 años Palestina.
Imagen: Historical Picture Archive/COR
Conquista árabe
Por orden del califa Omar, en el año 637 Jerusalén fue sitiada y tomada. En la era de dominio musulmán que se inició entonces, la ciudad fue sitiada en múltiples ocasiones y cambió varias veces de gobernantes.
Imagen: Selva/Leemage
La época de las cruzadas
El mundo cristiano se sintió cada vez más amenazados por los selyúcidas musulmanes que dominaron a partir de 1070. El Papa Urbano II llamó finalmente a emprender una cruzada. En 200 años, los europeos llevaron a cabo cinco cruzadas para conquistar Jerusalén. Por momentos lo consiguieron. Pero en 1244 los cruzados perdieron definitivamente la ciudad, que volvió a caer en manos musulmanas.
Imagen: picture-alliance/akg-images
Otomanos y británicos
Tras la conquista otomana de Egipto y Arabia, Jerusalén se convirtió en 1535 en sede administrativa de un distrito otomano. Las primeras décadas de dominio turco brindaron a la ciudad un considerable auge. En 1917, con el triunfo de Gran Bretaña sobre las tropas turcas, Palestina quedó bajo control británico. Jerusalén pasó sin resistencia a manos británicas.
Imagen: Gemeinfrei
La ciudad dividida
Después de la II Guerra Mundial, los británicos entregaron su mandato sobre Palestina. La ONU se pronunció por una partición del territorio, para crear una patria para los sobrevivientes del Holocausto. Algunos Estados árabes emprendieron una guerra contra Israel y conquistaron parte de Jerusalén. Hasta 1967, la ciudad estuvo dividida en una parte occidental israelí, y una parte oriental jordana.
Imagen: Gemeinfrei
Jerusalén oriental vuelve a Israel
En 1967, Israel libra la Guerra de los Seis Días contra Egipto, Jordania y Siria. Conquista el Sinaí, la Franja de Gaza, la Cisjordania, los Altos del Golán y Jerusalén Oriental. Paracaidistas israelíes se abren paso hasta el casco antiguo y llegan al Muro de los Lamentos por primera vez desde 1949. Oficialmente Jerusalén Oriental no es anexada, sino integrada administrativamente.
Desde entonces, Israel no niega a los musulmanes el acceso a sus lugares sagrados. El Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas está bajo administración autónoma musulmana.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Gharabli
Pugna no resuelta
Jerusalén constituye hasta hoy un obstáculo en el camino hacia la paz entre israelíes y palestinos. En 1980, Israel declaró a la ciudad como su "capital eterna e indivisible". Jordania renunció en 1988 a sus pretenciones sobre la la Cisjordania y Jerusalén Oriental, en favor de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Los palestinos conciben a Jerusalén oriental como su capital.