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Póker por el acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea

27 de septiembre de 2023

El presidente de Paraguay amenaza con poner fin a las negociaciones si no se alcanza un acuerdo hasta principios de diciembre. ¿Es factible lograrlo?

Santiago Peña, el 19 de setiembre, durante la asamblea general de las Naciones Unidas en Nueva York.
Santiago Peña, el 19 de setiembre, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York.Imagen: Angela Weiss/AFP via Getty Images

Después de años de negociaciones, la presión para firmar de una vez el tratado comercial entre Mercosury la UEes enorme. El lunes, el presidente de Paraguayaumentó aún más la presión. Santiago Peña declaró que  no continuará las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea si las partes no llegaban a un acuerdo antes del 6 de diciembre, fecha en la que Brasil cederá la presidencia del Mercosur a Paraguay.

En las primeras reacciones desde Europa a las declaraciones del presidente paraguayo hubo mucha comprensión por la frustración de los países del Mercosur. Los europeos seguirán trabajando para alcanzar rápidamente un acuerdo beneficioso para ambas partes, según comentarios recogidos por DW. 

Efectivamente, el comercio entre Mercosur y la UE se ha desarrollado a buen ritmo, especialmente en los últimos años. En 2022, los países de la UE exportaron bienes por valor de unos 56.300 millones de euros al Mercosur. Las importaciones procedentes del mercado común de América del Sur ascendieron a unos 64.300 millones de euros en el mismo periodo. El déficit comercial en 2022 se sitúa así en torno a los 8.000 millones de euros. Anteriormente, la Unión Europea había obtenido superávits comerciales con Mercosur de forma constante desde 2012. Es decir: el mercado del Mercosur es cada vez más importante para la Unión Europea.

En febrero de este año, la UE había presentado un acuerdo suplementario que establece normas ecológicas. Entre otras cosas, este estipula que los productos agrícolas cultivados en zonas forestales taladas ilegalmente en la región amazónica no podrán beneficiarse de la facilitación del comercio. Estas condiciones adicionales de política medioambiental suscitaron reacciones poco favorables, especialmente en Brasil.

Obstáculos tanto en Sudamérica como en Europa

Ignacio Bartesaghi, Director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), considera que el ultimátum del presidente paraguayo no se dirigió únicamente a la Unión Europea, sino también al presidente de Brasil, Luiz Inázio Lula da Silva. "El ultimátum parece ser una señal a Brasil y a la Unión Europea, ya que desde los dos bloques hay países que continúan manteniendo posiciones en contra de suscribir el acuerdo. Brasil ya no solo se posicionó en contra de la agenda ambiental, sino que también propuso abrir las negociaciones en otros capítulos ya cerrados en 2019, por ejemplo en propiedad intelectual y en compas públicas, lo que no obtuvo el consenso en el Mercosur", dijo Bartesaghi en entrevista con DW. "Lula deberá jugar su rol y entender la importancia que tendría cerrar este acuerdo para consolidar su liderazgo en el Mercosur", añadió el experto uruguayo. 

Bettina Rudloff, economista agrícola de la Fundación Ciencia y Política en Berlín, no cree que el ultimátum de Paraguay aumente mucho la presión sobre la UE: "En la última cumbre UE-CELAC ya se dijo que el acuerdo debería concluirse hasta finales de año. Además, el año que viene habrá una nueva Comisión Europea y un nuevo Parlamento Europeo. Así que de todos modos la UE quiere cerrar hasta finales de año todas sus tareas pendientes".

Las negociaciones entre los dos bloques comenzaron en 2000 y concluyeron en junio de 2019. La zona de libre comercio prevista abarcaría a más de 700 millones de personas. Por parte de la UE, principalmente Francia, Austria y los Países Bajos se muestran críticos con el acuerdo. Muchas organizaciones ecologistas también expresan su preocupación.

Las elecciones en Argentina causan inquietud

Pero la oposición al acuerdo no se limita a Estados europeos concretos, organizaciones ecologistas o posiblemente Lula. El ministro brasileño de Hacienda, Fernando Haddad, dijo recientemente en Nueva York que el futuro del Mercosur depende del resultado de las elecciones presidenciales de este año en Argentina. Javier Milei afirmó que hay que eliminar el Mercosur porque "perjudica a los argentinos de bien”. En caso de una victoria electoral, Milei asumiría el cargo de presidente de Argentina el 10 de diciembre y, desde luego, no influiría positivamente en el proceso.

"Que el Mercosur dependa del resultado de una elección en Argentina es una aseveración muy grave que demuestra la debilidad regional de Brasil y la crisis que atraviesa el Mercosur. Un bloque no debería depender de los cambios de turno en los gobiernos, o de si estamos frente a gobiernos de izquierda o de derecha", sostiene Bartesaghi. En caso de que Milei gane las elecciones presidenciales argentinas en octubre, el académico uruguayo no da por hecho el fin del Mercosur, sino que Argentina se distancie nuevamente de Brasil.

En cuanto a la UE, la experta alemana Rudloff está convencida de que debe moverse: "La UE debe tratar de forma constructiva las últimas propuestas de Mercosur y no endurecer sus principios. Ahora debe encontrar un equilibrio interno con países como Francia y Austria".

El acuerdo aún podría concluirse

Ambos expertos consultados por DW critican la falta de voluntad política, tanto en el Mercosur como en la UE, para cerrar de una vez el acuerdo comercial. "No se puede negociar un acuerdo desde el año 2000, es inconcebible, y las partes han perdido credibilidad. Las dos partes deben ceder antes de diciembre, en lo ambiental y en no reabrir nuevos capítulos. En caso contrario se volverá a fracasar", afirma Bartesaghi.

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