Aunque cabe suponer que en Alemania también hay estadounidenses que apoyan a su nuevo presidente, son los que adversan a Trump los que se organizan para hacerse oír desde el territorio germano.
Publicidad
Sara Grossman, una californiana de 23 años radicada en Berlín, tuvo dificultades para dormir el pasado fin de semana: las protestas contra las políticas migratorias discriminatorias del presidente de su país la conmovieron mucho, por una parte, y la hicieron sentir culpable, por otra. Aunque ella se considera una persona políticamente comprometida –Grossman escribe para un centro de investigación de la Universidad de California, hace donaciones al centro de planificación familiar que el nuevo Ejecutivo estadounidense quiere dejar de financiar y trabaja en una organización que le enseña a refugiados cómo programar y escribir códigos–, los sucesos la hacían sentir que no estaba ejerciendo presión suficiente contra las medidas implementadas por Donald Trump.
Grossman no es la única que ha tenido esa impresión. De hecho, ella es sólo una de muchas veinteañeras estadounidenses en Alemania cuyos impulsos políticos se han visto revigorizados tras las elecciones de 2016. El renacimiento de ese interés por la política entre jóvenes expatriados ha sido percibido por los coordinadores de Democrats Abroad (DA), el brazo oficial del Partido Demócrata estadounidense en el extranjero. "Estamos registrando un aumento considerable en el número de nuevas membresías”, comenta Quaide Williams, director de DA en Alemania, que cuenta con 9.000 afiliados, sin contar a los que se les unieron después de los comicios más recientes. "Esa tendencia refuta la noción de que los jóvenes de hoy son apáticos de cara a la política y los partidos”, agrega Williams.
Según su cuenta, el 80 por ciento de los nuevos miembros de DA en Alemania tienen menos de 35 años de edad. Williams atribuye ese fenómeno a los temores que Trump inspira entre sus compatriotas más jóvenes y cultos. Jennifer, otra californiana de 29 años que trabaja para una consultoría en Fráncfort y prefirió no dar su apellido, le dijo a DW que está pensando asistir a una reunión de DA en su ciudad, pese a que ella no se considera ni republicana ni demócrata, sino centrista o libertaria. Como muchos otros, ella se sintió inspirada por las protestas del fin de semana y sostiene que vivir fuera de su país no debe inhibirla de participar en el debate político que tiene lugar al otro lado del Atlántico. Su colega Josh, un neoyorquino de 23 años, prefiere ofrecer resistencia individualmente.
Josh, quien tampoco quiso dar su apellido, le comentó a DW que su aporte consiste "en ser un buen estadounidense en el extranjero; en ser respetuoso, discreto y comprensivo; en ser capaz de convencer a otros de que, aún cuando muchos votaron por Trump, la mayoría de la gente en Estados Unidos es decente”.
Protestas en EE.UU.: ¡bienvenidos musulmanes!
La prohibición migratoria para musulmanes de siete países provocó caos en muchos aeropuertos de Estados Unidos. Tanto en las salas de espera como en las calles del país aumentan las protestas.
Imagen: Reuters/L. Buckman
Una cultura de bienvenida diferente
En el aeropuerto internacional de Dulles, cerca de la capital estadounidense de Washington, opositores a Trump saludan a los pasajeros musulmanes que arriban al país, con la esperanza de que logren pasar los controles de inmigración.
Imagen: Getty Images/AFP/P. J. Richards
Liderando la protesta
En el pasado, la familia de Kayla Razavi inmigró a Estados Unidos procedente de Irán. Ahora, la joven lidera una protesta contra el polémico decreto migratorio en el aeropuerto de San Francisco. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán instruyó a sus consulados en el país norteamericano a apoyar a los ciudadanos que tengan problemas de visado.
Imagen: Getty Images/Lam
"¡Déjenlos entrar!"
“¡Déjenlos entrar!” El mensaje en las pancartas de una manifestación delante del edificio del aeropuerto de San Francisco es claro. Al igual que este otro mensaje: “Danos las masas pobres”, una alusión al soneto de Emma Lazarus, que se puede leer en el zócalo de la Estatua de la Libertad.
Imagen: Getty Images/S. Lam
¿Necesita a un abogado?
Jóvenes abogados aprovechan la oportunidad y buscan a nuevos mandantes en los aeropuertos. El decreto de Trump podría ser inconstitucional. Un tribunal en Nueva York bloqueó una parte de la orden presidencial y detuvo las expulsiones de refugiados varados en Estados Unidos.
Imagen: Getty Images/J. Sullivan
Persona non grata
Estos manifestantes marchan directamente a la Casa Blanca en Washington. Una de sus propuestas alternativas al decreto de Trump: que en lugar de los musulmanes se expulse al artífice de la prohibición migratoria, es decir al presidente mismo. Esto se lee en las pancartas.
Imagen: Getty Images
Adiós a un proceso rutinario
Mazdak Tootkaboni es originario de Irán. El sábado (28.01.2017) quiso pisar suelo estadounidense en la ciudad de Boston. Hasta ahora, esto había sido un proceso rutinario para el profesor universitario y poseedor de una green card. No obstante, fue separado de los demás viajeros e interrogado antes de poder inmigrar. La bienvenida de los manifestantes, en cambio, fue calurosa.
Imagen: Getty Images/S. Eisen
Una oración por la unidad
Al parecer, lo único que nos queda es rezar. Durante una manifestación en Boston, mujeres musulmanas extienden sus alfombras para rezar.
Imagen: Reuters/B. Snyder
Una herencia amenazada
El mensaje de este manifestante nos recuerda lo que distingue a Estados Unidos desde su declaración de independencia en el siglo XVIII: es un país de inmigrantes, un baluarte de la libertad para personas perseguidas y pobres de todo el mundo. Por cierto, en 1885, uno de ellos fue el alemán Friedrich Trump, abuelo del actual presidente norteamericano.
Imagen: Picture-Alliance/AP Photo/S. Senne
"Ahora todos somos musulmanes"
Normalmente, desde este lugar en Nueva York salen los tours turísticos para visitar la Estatua de la Libertad. Un lugar simbólico para manifestarse a favor de “libertad y justicia”.
Imagen: Picture-Alliance/AP Photo/K. Willens
Bienvenidos a Miami
Esta manifestante en el aeropuerto de Miami está convencida de que el islam forma parte de Estados Unidos. Con corazones y la bandera norteamericana da la bienvenida a los inmigrantes.