Si fuera por los críticos de cine alemán Das Weisse Band no habría ganado galardón. Los comentarios cosechados por la cinta en la prensa germana no eran los mejores, pero como es sabido, el jurado está en Cannes, y éste decidió que el máximo galardón de la 62 edición del festival de cine más importante del mundo se lo lleva Michael Haneke.

La cinta fue producida por la empresa berlinesa "X-Filme", la mayor parte de los actores son alemanes, fue rodada en el norte de Alemania y su tema es historia alemana, aunque Haneke quiere que se comprenda como una crítica a cualquier dogma absolutista en general.

Distinción múltiple

Ya la víspera del cierre de Cannes La cinta blanca había sido distinguida con el premio de la crítica cinematográfica FIPRESCI, además de llevarse una Mención del jurado Ecuménico.

Rodada en blanco y negro, el director relata la vida en un pequeño pueblo alemán de 1913, poco antes del inicio de la Primera Guerra Mundial.

Núcleo de la historia, un maestro, un sacerdote, un terrateniente y un médico, todos ellos ocupados con la educción de los niños del pueblo a quienes inculcan los estrictos ideales de orden y disciplina de la época. La pequeña aldea protestante del norte germano es sacudida por una serie de crímenes misteriosos y crueles y los principales sospechosos son los niños.

El mensaje de Haneke sobre la exploración de las raíces del nazismo es que la violencia que se desata posteriormente tenía raíces concretas. El maestro austriaco conmocionó y emocionó sin una sola gota de sangre dejando escenas de violencia fuera de plano. "Siempre he evitado mostrar explícitamente la violencia en mis películas. Me interesa lo que sucede antes y después del acto violento, cómo las relaciones entre personas están cargadas de agresividad", explica el cineasta. En la película el tono es educado y distante, pero subyace el desasosiego que contagia esa infancia marcada por la rigidez moral.

El camino de la pureza

"Quería una historia situada en Alemania sobre el fascismo. Y me interesaron mucho esta generación de niños que luego se hizo adulta en el periodo del ascenso de los nazis al poder", afirma.

Para acercarse a la Gran Guerra, Haneke se leyó "una estantería entera sobre la educación y la vida en el campo en la época", y allí encontró también el título para su película: en un lazo blanco que colocaban a los niños para recordarles que no pueden desviarse del camino de la pureza.

La versión original de Das Weisse Band era de tres horas y media e, incapaz de abreviarla, contó con la ayuda del guionista francés Jean Claude Carrière, que dio con la pieza perfecta de dos horas y media que se alzó como la mejor película en Cannes.

Autor: Claudia Herrera Pahl